IV.🧩

65 7 0
                                    



Veo mi reflejo en el espejo del baño, no recuerdo haber afeitado mi barba, me siento cansado, de nuevo tengo esta incertidumbre, Giselle no estaba a mi lado en la cama al despertar, el jarrón solo tiene una orquídea, no siento su aroma, estoy aterrado, no quiero bajar y decepcionarme al confirmar que no está, es como si supiera que va a pasar, pero a la vez no, es un ciclo, pero no lo entiendo, puede terminar distinto, estoy confundido.

Tengo recuerdos de nosotros, creo que, de anoche, pero siento que son recuerdos lejanos, como si hubieran pasado hace mucho tiempo, como si fuera algo en mi mente, mi cabeza da vueltas de nuevo, tengo miedo, presiento que el teléfono va a sonar otra vez.

Me armo de valor, bajo las escaleras y no la veo, busco por todos lados, salgo por el jardín y la puerta principal, no hay nadie, nunca hay nadie.

Las luces parpadean... !no, otra vez!, suena el maldito teléfono !maldita sea! desapareció de nuevo, corro al interior de la casa de inmediato para contestar.

–Hola... –percibo el ruido eléctrico que no sé qué es !mierda, mierda! mis ojos se llenan de lágrimas, otra vez no está.

–Hola Eddie, voy en camino hay una tormenta y paré un momento por gasolina y comida, llevo las tartaletas de durazno que te gustan, ya recibí la ubicación que me enviaste, no hay mucha señal en el camino, estoy entrando a Indiana ya puse el trayecto hasta el parque de trailers de Forest Hill no voy a perderme, te llamo cuando este muy cerca, te amo, en un par de horas estoy contigo –es su voz, pero es como si no estuviera ella al otro lado del teléfono,

¿Por qué va a Forest Hill?

–Gill, no estoy en Forest Hill, estoy en los suburbios, es al otro lado ¿Gill? ¿amor? ¿me oyes? ¿hola? ¡mierda! –ya no se escucha nada más, golpeo el teléfono contra el mismo, ¡maldita sea!

Tengo que buscarla, tengo que encontrarla en Forest Hill, salgo corriendo hasta mi van, las llaves están puestas trato de encenderla, no lo hace, golpeo el volante ¡mierda! Intento de nuevo con la llave y no lo logro, veo el tablero y no tiene gasolina, mierda ¿Cómo salgo de aquí?

Salgo de la van y empiezo a correr, no sé exactamente por donde ir, estoy corriendo a lo largo de la calle, no tengo idea hacia donde es la salida, ni siquiera recuerdo como llegue aquí, miro al cielo, las nubes no se mueven, ni siquiera siento el viento en mi cara.

Sigo corriendo, doblo la esquina, se ve exactamente igual la calle, volteo atrás se ve igual, mierda, no sé cómo salir de aquí, sigo corriendo, no veo autos ni personas, es como si estuviera solo en este puto lugar, he doblado muchas esquinas, no importa la dirección esto es igual por cualquier parte, ya está oscuro no puedo más.

¿Dónde estás Gill?

No puedo correr más, mis piernas no responden, esto es un maldito laberinto, no sé dónde mierdas estoy, ya no se si estoy en Hawkins, Hiperión, Deimos o Amaltea no sé porque recuerdo tantos lugares, ni siquiera sé si existen, sin embargo, todos me llevan a ella.

Trato de analizar lo que está pasando, las llamadas de Gill parecen algo que está grabado, siempre me dice las mismas palabras y nunca responde mis preguntas.

¿A qué se refiere con que le envié una ubicación? ¿poner el trayecto en dónde? ¿En el camino no hay señal? ¿señal de qué?

No entiendo nada de lo que dice, no puedo más, necesito dejar de correr.

Caigo de rodillas en medio de la calle, trato de respirar, veo a mi alrededor estoy frente a mi casa, es la puerta 16, volteo a ver la casa de Gill la numero 6 hay luz en el interior ¿regresó? Me levanto rápidamente, mis lagrimas no dejan de salir.

PRISONER - Eddie MunsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora