VIII. 🔮

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—¿Está bien la habitación? —pregunta Steve en cuanto bajo las escaleras.

—Si, es mejor a cualquier cosa que haya tenido antes —bromeo, pero escucho una risa floja de parte de él —, muchas gracias por ayudarme.

—Hablé con un amigo de Eddie, mío, nuestro... —tartamudea tratando de explicar —se llama Dustin, le dije que viniera a casa, no le dije nada de ti, tratamos de no dar información por teléfono, para protegernos... como te lo expliqué. Él va a entender mejor esas cosas de viajes en el tiempo.

—¿Él sabe de mi? —cuestioné apenada.

—La verdad es que nadie sabe de ti, desde hace años que conocemos a Eddie jamás te nombró, hasta hace unos meses —a veces pienso si fue un error hacer lo que hice con Doug, quizá solo le creé conflictos en su mente.

—¿Crees que... Eddie... no quiera ... ? —balbuceo.

—El quiere encontrarte, solo que es muy difícil estando encerrado —explica. En ese instante se escucha el timbre de la entrada y la mujer que hace todo en la casa va a abrir.

Entra un chico muy sonriente y de inmediato abraza a Steve, voltea a verme con una expresión de sorpresa.
—Oh, lo siento amigo, no sabía que tenías compañía, debiste decirme para venir más tarde —habló muy rápido.

—No es lo que crees —niega con su cabeza y ríe con diversión —¿Recuerdas la chica de la que habló Eddie hace unos meses?

—Si... —me ve extrañado.

—Pues ella es Gill —sonríe, realmente es gracioso porque al tiempo pone las manos en la cintura.

—¿Cómo es posible que estés aquí? —Dustin se acerca a verme como si yo fuera un bicho raro.

—Pues... hay muchas cosas que debo explicar —es lo único que atiné a decir.

Le expliqué detalladamente todo lo que ha sucedido, Steve tuvo razón en que él me iba a entender todo lo que hicimos con Doug, no sentí en ningún momento que me tratara como una loca, habló nuevamente de la chica, Once, me gustaría conocerla.

Me advirtió que es mejor que nadie sepa de mi presencia, aun hay peligro y en cualquier momento ese tal Vecna como ellos le llaman puede volver.

—Creo que Eddie va a estar muy feliz de verte, pensé que de verdad estaba loco —su risa es bastante contagiosa.

—Es extraño, nunca nos hemos visto, pero lo conozco —juego con mis manos, temo que él no corresponda las cosas que siento.

—Eso que descubrieron con tu amigo en Pittsburgh es asombroso.

—Prometo que algún día te mostraremos —devuelvo la sonrisa.

{...}

Steve consiguió el permiso para ir a visitar a Eddie, estoy demasiado ansiosa y nerviosa, ellos han sido buenos conmigo y me han demostrado que puedo confiar en ellos.

Dustin sugirió que hablarán con Eddie primero, para darle contexto de todo lo que pasó y de cómo llegué a Hawkins.
—Gill, nos iremos en una hora, prepárate —Steve me avisa y mi corazón late desesperado, no tengo idea qué decirle o cómo actuar.

Antes de ir al hospital pasamos por Dustin, ahora somos tres en el auto de Steve, solo llevo mi libreta con mis escritos.
—¿Cuánto tiempo podemos estar con él?

—En general nos dejan hasta el final de la tarde —responde Dustin.

—¿Estás nerviosa? —habla Steve.

PRISONER - Eddie MunsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora