drarry, es un buen apodo para nuestro amor

Capítulo 9

- Malfoy ya dejanos en paz- Harry empujó al rubio para pasar. Soltó un murmullo al ver como Draco se acercaba a él - ¿Qué quieres? - alistó su varita.

Draco sólo pasó su mano sobre su nuca - olvidalo - murmuró ganándose una mirada de confusión por parte de Potter.

Molesto por tener que lidiar con Draco quien últimamente ha estado peor que antes Harry salió del pasillo para llegar al punto de encuentro con sus amigos

- No creen que ese imbécil está peor que antes- murmuró entre dientes, Hermione y Ron se miraron entre si mientras iban de tras de su amigo. Sabiendo que Harry ha estado muy malhumorado decidieron no decir nada para no molestar más  al moreno. Ron intento preguntar la razón del porque peleaba  con Malfoy pero fue retenido por Hermione - Y pensar que tuvimos un tiempo libre de su tediosa presencia - seguía alegando mientras entraban a la sala común de los Gryffindor - y lo peor es que termina interrumpiendo cada cita que tengo con - apretó sus labios formando un puchero

Ron sonrió ante eso - supongo que es lo único bueno que el hurón puede hacer ¡auch! Porque me pelliscas

- por no saber guardar la lengua- reprendió Hermione. Ella también pensaba lo mismo, Diggory no le daba buena espina pero eso no significa que se lo este diciendo en la cara de Harry. Aunque la duda que le ha estado persiguiendo es el porque del claro enojo hacia Malfoy.  No hace unos meses hablaba de lo lindo que se veía

Estos últimos cinco días Draco Malfoy ha estado sobre el trío de oro, a Ron le parecío divertido cuando su amigo se preguntaba el porque del extraño comportamiento del rubio. Pero ahora parece confundido al ver que Harry demuestre tanto desprecio por el hurón.

Ambos después de meditar sus dudas, suspiraron aliviados al ver como su malhumorado amigo se encerraba en su habitación.

Se encontraban en pleno día libre, sábado para ser más específicos, y desde la mañana, los pobres han tenido que lidiar con el bipolar Harry Potter.

Hermione soltó un suspiro pesado al ver que Harry se ha estado tomando muchas ciestas en esta última semana.

- Te lo digo Mione, Cedric me da muy mala espina - seguía Ron con sus reproches 

Hermione iba detrás del pelirrojo, necesitaban terminar con la investigación que la maestra de adivinación les dejo. Miro desconcertada a su novio - porque hablas de Cedric, crei que alegarias sobre Malfoy

- él también es una piedra en mi zapato, pero - elevó ambas manos con exasperación - prefiero mil veces a Malfoy que a Diggory - Ron tocó su pecho

- ¿que sucede?

- creo que mi orgullo ha sido herido

La castaña sonrió por las absurdas palabras de su pareja.

En cuestión de minutos, ambos Gryffindor se encontraban rodeados de libros gruesos.

Ron se encontraba luchado contra el sueño y Hermione simplemente apuntaba en su pergamino la información que conseguía

- rata de biblioteca tenemos que hablar - dijo Draco. Sus acompañantes rodearon a los leones. Ron dio un brinco en su lugar,

- ¿no tengo tiempo para ustedes? - respondió Hermione sin despegar su mirada de su libro

- Es sobre Potter

Ambos Gryffindor levantaron la mirada hacia el rubio, se vieron entre ellos y asintieron.

(...)

Cedric pasaba por los pasillos, su expresión era de desesperación total, llevaba días sin poder darle amortentia a Harry y eso no le convenía.

Cansado de recorrer por todo Hogwarts se dirigió a su sala común. Despeino su cabello antes de entrar a su habitación. Al fijarse que no había nadie más que él, fue directo a su baúl.

Dentro encontró varios frascos de la poción que le ha ayudado a cumplir su mayor deseo.

Siete frascos vacíos y dos aún sin abrir.

Sobre su cama vio los frascos y la caja nueva de chocolates que no ha podido entregar. Cerro los ojos, recordado el primer día que empezó con su locura.

Él sabía que Harry estaba enamorado de alguien más, el mismo Harry se dedicó a repetirselo todos los días. Lo que no logró averiguar fue el nombre de aquella persona que se robó el corazón de Harry.

Un mes, un mes deseando tener una oportunidad, una esperanza de ser correspondido. Pero nada, cada vez ganaba más distancia con él. Y en momentos desesperados acciones desesperadas.

Consiguió la poción de amortentia, y sin pensarlo lo uso.

Aun lo recuerda, ese día fue tan especial, el día en que su felicidad comenzó

- Harry yo...- decía al lograr encontrarlo

- Cedric - notó la sonrisa forzada en el moreno. Pero continuó con su plan

- Te he traído - de su túnica sacó una caja de chocolate - son tus favoritas

Harry soltó un suspiro - Cedric, se a que viene esto, ya no quiero tener que rechazarte, he sido muy claro durante todo este tiempo

- lo sé - interrumpió - traigo esto como último regalo para disculparme por los días en las que te he sofocado he comprendido que los sentimientos no se fuerzan - Harry pareció comprender, sonrió mientras se relajaba.

Cedric acercó la caja y Harry la aceptó, ante la mirada intensa del castaño, Harry abrió la caja de chocolates - Pruébalos - y así lo hizo.

Harry comió de los chocolates, la caja sólo contenían tres bolitas doradas las cuales fueron devoradas por el pelinegro bajo la insistencia de Cedric.

Cedric sonrió, sujeto el mentón de Harry para poder ver sus ojos.

El color verde se habían vuelto más brillantes pero a la ves de veían apagados.

- Harry, te amo - murmuró. En los ojos del mencionado aparecio un brillo de color rosado, y en su rostro una sonrisa.

- Cedric - murmuró Harry - yo también te amo - el corazón de Cedric se aceleró, cerrando los ojos por fin pudo saborear aquellos labios que tanto había deseado.

Después de eso, su relación dio inicio, pero en lugar de ser el hombre más feliz del mundo, para Cedric Diggory aparecio un nuevo problema.

La amortentia no funcionaba en Harry como debería, apenas había pasado dos semanas cuando el pelinegro mostraba signos de querer alejarse de él.

Investigó la razón y descubrío lo que temia. La amortentia sólo nubla al juicio de la mente y del corazón, y confunde los sentimientos, pero si la persona bajo los efectos de la poción se encuentra enamorada de otra persona... verdaderamente enamorada los efectos serán menos duraderos.
"La mente se puede engañar pero él corazón nadie lo domina"

Después de saber todo eso, maldijo a la persona que apesar de todo aún tenía el corazón de su Harry. Por lo que no le quedo más que aumentar la ración de amortentia y así mantener al chico que tanto ama a su lado.

Cedric cerro su baul y se recosto en su cama, necesitaba darle la poción a Harry en estos últimos cinco días o lo perdería para siempre.