𝓛𝓸 𝓮𝓼𝓽𝓸𝔂 𝓲𝓷𝓽𝓮𝓷𝓽𝓪𝓷𝓭𝓸 - marculi

Jugador

- Alexis! - Soltó con fuerza el presentador, el cuerpo de Marcos finalmente se calmo un poco, le asustaba que Julieta se fuera. Prácticamente al instante puso una mano en el hombro de su amigo, estaba triste por el pero prefería que fuera el antes que ella. Su corazón le dictaba eso. Al momento de levantarse y acompañar a Alexis por sus cosas pasó por al lado de la rubia no sin antes decir:

- Me alegro que te hayas quedado. - Prácticamente le susurro para seguir su camino con su amigo.

Tras tomar sus cosas todos salieron y le dieron su despedida merecida al "Cone" con su canción para cada hermanito que se tuviera que retirar.

Se tomó un respiro y dejó que todos entraran a la casa y el se quedó ahí afuera, era una noche fría y le encantaba eso, estos últimos días estaba afectado, más que nada decepcionado. No siempre otorgaba su confianza a cualquiera y cuando rompían de esta era muy complicado recomponerse, pero con Julieta era diferente, le dolía en el alma tener que verla así pero no se dejaría doblegar, también estaba dolido de lo que hizo, entendía la parte del alcohol y la confusión pero no había excusas. No era la primera vez que Julieta jugaba con su confianza y estaba sobrepasando un límite. Aun así no negaría algo, amaba a esa mujer, extrañaba besarla, abrazarla, dormir con ella, desayunar juntos, escuchar sus miles de anécdotas y problemas, tanto luchó para recibir eso como recompensa? Una traición? No le parecía para nada justo, quizás nunca volverían a lo que fueron.

Tanto pensar hizo que le doliera un poco la cabeza, a los minutos sintió unos pasos en su espalda y al poco tiempo una voz.

- Marquitos? Que andas haciendo acá? - Pregunto Nacho acercándose a su compañero.

- Ya sabe primo, acá pensando un poco. - Soltó el salteño sin dejar de ver a la luna.

- Como estas? Ya sabes, con todo ese tema. - Nacho era alguien que no tenía pelos en la lengua ni vergüenza para preguntar.

- Y la voy llevando, sigo afectado por eso, más que nada decepcionado. - Suspiro el salteño.

- Entiendo, yo estaría igual que vos. - Puso una mano en el hombro del morocho. - Aun así, todos cometemos errores. Esos errores no quieren decir como es la persona. Julay está arrepentida, ya estuve hablando con ella y lo noto. No pido que la perdones ni mucho menos pero igual se ve que ambos no están bien.

- No se Nacho, si tan arrepentida estaba ya hubiera venido a hablarme digamos. Yo la quiero un montón pero que rompiera mi confianza de esa forma? No me parece. - Se encogió de hombros.

Realmente había dejado al rubio sin palabras, en parte tenía razón.

- Solo quiero que los dos estén bien, no me gusta verlos así de mal a ambos. - Dijo sacando la mano del hombro del contrario dándose la vuelta.

- Si tiene que doler que duela Nachito. - Soltó tranquilamente el salteño y el rubio se rindió, realmente podía ser terco, aun así no lo culpaba. Estaba en todo su derecho de estar enojado. Simplemente se retiro en silencio dejando nuevamente solo a Marcos. Quien no tardó también en ir en su mismo camino, en el medio del pasillo se encontró a Agustín quien parecía que lo estuviera buscando.

- Primo, te animas a venir? Tengo que hablar con vos de algo importante. - Susurro el más bajo.

- Agus si es algo se la estrategia mañana me decis. - Sonaba desganado.

- No es por eso, vení que es un toque. - Dijo llevándolo cerca de donde está el confesionario.

- Dale decime. - Dijo de mala gana el salteño.

- Es del tema de Ju. - Apenas dijo eso el salteño se dio la vuelta pero fue detenido.- Para escuchame, esto yo ya lo hable con Julieta pero me faltaba decirte a vos, el viernes escuché y vi como Valentina y Daniela le hacían ver algo que no era verdad a Ju, aprovechándose de sus problemas de visión y el alcohol, el beso fue cierto pero fue Pablo el que le dio el beso, yo estuve ahí Marcos. - Agustín sonaba convincente y no tendría razón para mentirle.