Realizacion.

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Tras ese momento entre Marcos y Julieta la mente de ambos tenía que procesar muchas cosas, a Marcos le encantaba la rubia, deseaba poder abrazarla, besarla, dormir con ella y hasta lo más impuro que su mente articulase pero sabía que estaba mal, ella tenía novio y lo último que quería era decepcionar a sus valores y más que nada a sus padres, ese era un tema delicado para el, la impresión de sus padres sobre el siempre le importaron y afectaron, eso no quiere decir que sus padres o su familia en general sea mala con el ni mucho menos, lo apoyaban en todo y siempre pero con esas razones el antes de todo no quería decepcionarlos por todo lo que hacían por el. Se sentía mal, no lo iba a negar, casi causa una infidelidad solo por esas abrumadoras ganas de que ella sea únicamente de él, un pensamiento tan egoísta que lo llegaba a sorprender, realmente estaba enamorado.

Por el lado de Julieta no sabía que hacer, pensó en demasiadas cosas pero sin llegar a nada, recordó las palabras del psicólogo donde hablaba de siempre seguir a su corazón pero no era lo moralmente correcto y no sabía como afectaría al afuera aunque podía ver como todos la apoyaban, o almenos la mayoría, con el tema Marcos, se veian bien juntos, tenían buena química, quizás eso también era visto por el afuera y gustaba.

El día paso lento realmente, estuvieron un rato en la pileta, luego se les presentó la prueba semanal por el presupuesto que consistía en tener que inflar un globo lo suficiente para que no caiga por el agujero, tenia que ser constante. El inflador era un poco pesado y había que aplicar bastante fuerza, eso complicaba a la mayoría de las mujeres sin contar a Romina y a Lucila claramente, Julieta tenía una leve dificultad pero sin mucho más. Por el lado de los hombres no había tanta dificultad.

Ya llegando a la noche el tridente de chicas conformado por Romina, Daniela y Julieta se encontraba en las reposeras de la pileta aprovechando para hablar un poco ya que había terminado su turno de inflar el globo.

- Al fin terminamos. - Dijo Daniela tirándose en una reposera.

- No seas exagerada Dani, es un toque. - Dijo Romina riendo un poco por la reacción de su amiga.

- A mi me cuesta Ro, que queres que haga? - Dijo también riendo la de pestañas largas.

- Lo bueno es que hasta mañana no nos toca de vuelta. - Dijo Julieta acompañando a sus amigas.

- Si ahora se termina el turno de Ari. - Dijo Romina y las tres dirigieron su mirada al señor que se veia bastante cansado, su estado físico no era el mejor claramente. Aunque ahí había llegado al rescate cierto salteño.

- Deja Ari, anda a descansar que sigo yo. - Dijo Marcos dando palmadas en la espalda del mayor.

- Gracias Marquitos, te lo agradezco un montón. - Dijo sonriendole el mayor saliendo del lugar para que el salteño comience su trabajo, se extrajo de su musculosa para arrancar, esto era apreciado por las mujeres y más que nada por Julieta que veía detalladamente como cada uno de sus músculos se marcaban en el movimiento que hacía a una velocidad alta y eso que lo estaba viendo de costado únicamente.

- Mamita querida lo que es eso. - Dijo Daniela causando la risa de la mayor.

- Lastima que le da bola solo a una. - Dijo cómplice Romina haciendo que Daniela le sonría levemente, Julieta seguía sin sacar su mirada de Marcos.

- Princesa a este paso te lo vas a comer con la mirada al primo. - Dijo Daniela llamándole la atención a Julieta quien volvió en sí bastante avergonzada.

- Perdón, me quedé pensando. - Dijo intentando de defenderse la rubia.

- No pienses tanto y actua de una vez. - Dijo Romina todavía molestandola.

- Que queres decir? - Dijo ya un poco más seria, estaba claro que implicaban pero aun así lo quería escuchar.

- Te conocemos Ju, hace 3 meses ya que estamos juntas las 24 horas y veo ese brillo en tus ojos cuando lo ves, cuando hablas de él, como tenías con Lucca. Entendemos tu situación pero hay veces que tenes que seguir tu corazón aunque tu mente diga lo contrario, solo que lo que vayas a hacer comunicaselo a Lucca, sea verdad o mentira lo del grito. E intenta no guardarte las cosas, solo te hacen mal a vos. - Dijo Romina, la diferencia de edad era notoria, Romina era mucho más sabia y era perfecta para pedir consejos.

𝓛𝓸 𝓮𝓼𝓽𝓸𝔂 𝓲𝓷𝓽𝓮𝓷𝓽𝓪𝓷𝓭𝓸 - marculiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora