Celoso

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Marcos fue el primero en despertar de los dos encontrándose con la rubia totalmente dormida abrazada a el, no pudo evitar sonreir y dejar un beso suave en la frente de ella, poco a poco logró soltarse del agarre con cuidado y así dejarla dormir, se levanto, se estiró un poco, se puso su micrófono y salió del cuarto en silencio, no solo Julieta dormía sino también algunas de sus otras compañeras.
Al salir del cuarto logro divisar a un pequeño grupo de personas sentados afuera, parecian ser la mayoría de los hombres de la casa. En la cocina se encontró con Romina y Alfa quienes estaban en medio de una charla, Marcos se limitó a saludar y salió, ahí tuvo mejor oportunidad de ver quienes eran respectivamente, el grupo estaba integrado por Nacho, Thiago, Alexis y el supuesto Gavi que le había dicho Julieta.

- Buen día Marquitos. - Fue el primero en hablar Thiago saludando al salteño.

- Buenos días. - Soltó ahora el español.

- Buen día primos, que andan haciendo? - Pregunto Marcos ahora acompañándolos.

- Nada aca, Gavi nos contaba las ganas que le tiene a Julieta. - Dijo Alexis entre risas que le siguieron Thiago, Nacho vio directamente a Marcos quien no parecía estar muy gustoso. Por parte del futbolista sólo río un poco mirando para otro lado.

- Joder que no es tan así. - Se defendió el español.

- Eso no es lo que dabas a entender antes. - Siguió Thiago, el salteño escuchaba atentamente con el seño fruncido, así que sus sospechas iban bien encaminadas.

- Nada más dije que era linda, parece ser buena gente. Me cayo bien, nada más. - Siguió defendiéndose Gavi.

- Dale Gavi si todos vimos como la mirabas cuando llegaste. - Siguió en ataque el cordobés a lo que el español se avergonzaba un poco. - Anda y encara por ahí. Si total ya corto con el novio. -

- Con permiso voy a entrenar. - Dijo finalmente Marcos no con la mejor cara, si seguía escuchando eso no le iba a gustar nada, menos de lo que ya no le gustaba. Tendría que desconcentrar la mente un rato.
Si iba a estar escuchando todo el tiempo a ellos hablar de Julieta fácilmente podría explotar en cualquier momento, no se consideraba celoso pero habían cosas que no podía evitar y sentirse así era una de ellas.
Comenzó su rutina, agradecía que el gimnasio de la casa estuviera bastante equipado por los pesos y así no quedarse corto, decidió hacer su rutina de espalda y biceps, era la más entretenida más que nada y le ayudaba a desconcentrarse.
Estuvo así unos minutos hasta la llegada de Valentina, no era fan que le vinieran a hablar en su entrenamiento pero bueno, lo soportaría por ahora.

- Entrenando Marki? - Pregunto la rubia apoyándose en una de las caminadoras.

- No, jugando con las mancuernas noma' - Dijo ironicamente jodiendo a la rubia, quien actuó ofendida.

- Que gracioso, todavía que vengo a acompañarte. - Dijo cruzándose de brazos, en cierto punto le recordaba bastante a Julieta, quizás unos grados más milipili.

- Gracias por la compañía y todo pero no pensas entrenar o algo? - Hablo el salteño otra vez tomando la barra que estaba en el piso.

- Entreno a veces nomas, aparte es muy temprano y todavía no desayune, capaz vaya ahora, vos queres algo? - Pregunto Valentina a lo que Marcos negó y ella finalmente se fue, el pudo volver a su ejercicio en paz nuevamente.
Otros minutos pasaron pero esta vez otra rubia llegó.

- Marcos Ginocchio. - Hablo una voz bastante reconocible para el salteño al levantar la mirada ahí estaba Julieta, con ropa deportiva y con esos lentes redondos que a Marcos le encantaban.

- Es mi nombre. - Se limito a responder Marcos y una leve sonrisa se dibujo en su rostro.

- No es el punto, vos estas entrenando sin haber desayunado nada? - Más que una pregunta fue un reclamo de parte de la rubia.

𝓛𝓸 𝓮𝓼𝓽𝓸𝔂 𝓲𝓷𝓽𝓮𝓷𝓽𝓪𝓷𝓭𝓸 - marculiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora