Capítulo 13.

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"Te quiero mostrar algo", susurró en el oído de Edward, el mencionado asintió tontamente

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"Te quiero mostrar algo", susurró en el oído de Edward, el mencionado asintió tontamente.

Acercándolo más a él, lo abrazó para así emprender vuelo. Edward asustado por la repentina acción lo abrazó por el cuello viendo hacia el mar desde arriba, podía sentir el aire fresco de aquella noche, nunca si imagino que tendría una experiencia así. Relajándose vio que se alejaban más, podía ver las nubes, las estrellas en su punto más alto.

"Eres una estrella Sirio", susurró.

Edward abrió sus brazos encantado, podía sentir el aire golpear su cara, era maravilloso, la magia era maravillosa y Sirio era todo relacionado con ello. Sintiendo de repente cómo bajan en picada Edward observaba como Sirio pasaba entre árboles a súper velocidad, ¿Acaso la magia lo hacía volar? ¿Como rayos iban a esa velocidad? Era excepcional. Mirando cómo se acercaban a un árbol gigante cerró los ojos esperando el golpe hasta que sintió como lo ponían de pie, abriendo ambos párpados se dio cuenta que estaban en la casa de Sirio.

"Nos olvidamos completamente sobre la situación de Bella", comentó viendo cómo el contrario rodaba los ojos.

"Mataste el momento cariño", se burló Sirio empezando a caminar hacia su habitación sonriendo sintiendo como Edward lo seguía.

Estaba fascinado por aquella casa, si la parte de abajo era una hermosura el segundo piso parece un castillo. Sirio seguía sonriendo podía escuchar los pensamientos de Edward, le gustaba su casa era única como él. Pero quedó encantado con el castillo del clan Vulturi y muy pronto sería suyo cueste lo que le cueste.

Llegando a su habitación Sirio abrió la puerta de esta dándole paso a que Edward pasara primero, "Las damas primero", articuló viendo cómo el contrario hacía cara de indignación.

Edward observó con asombro aquella habitación si la suya era única, esta es el triple de única, podía sentir la fuerte concentración de magia allí. Se acercó al hermoso balcón que daba hacía el bosque se sentía como una chica esto era simplemente otra cosa.

Dejando el saco sobre su sofá de descanso Sirio se acercó a Edward abrazándolo por detrás. El mencionado se relajó en sus brazos dejando caer el peso de su cuerpo sobre él.

"Está casa es tuya y mía Mon amour", expresó atrayéndolo más a él.

Edward seguía diciendo que si fuera humano estaría completamente sonrojado este hombre lo ha sacado todo él. Aunque estaba un poco apenado por lo que había dicho sobre qué aquella casa también era de él, se sentía amado. Nunca pudo sentir algo así con Bella, aunque en su momento parecía un psicopata cuando se quedaba mirándola dormir desde la ventana de su habitación.

"¿Por qué siempre piensas en ella Mon amour?", preguntó.

"Sabes, ella era mi mundo pero ese mundo se fue a la mierda, sino hubiese sido por ti, nunca me hubiera enterado de lo que ella pensaba de mí, te lo agradezco. Sabes, Rosalie siempre tuvo razón también sobre ella, yo cegado por mi amor protector hacia Bella no le hice caso", murmuró sintiendo como Sirio le dejaba un beso detrás del cuello.

𝐄𝐋 𝐁𝐑𝐔𝐉𝐎 - 𝗘𝗗𝗪𝗔𝗥𝗗 𝗖𝗨𝗟𝗟𝗘𝗡® (EN EDICIÓN) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora