⩇⩇:⩇⩇Siglos atrás, la vida mundana de Sirio fue miserable. Su familia nunca fue lo que él pensó que serían. En ese tiempo, él fue protagonista de las desgracias de sus padres y hermanos, aunque tampoco se puede quejar. Vivían tranquilos, tenían una vida normal como cualquier familia normal, pero en el fondo, Sirio siempre supo que era especial. Su familia probablemente tampoco lo sabía, aunque no podía negar el comportamiento de ellos con él. Sirio amaba a su madre; ella era su luz, siempre fue la reina de su corazón. Pero su padre, su padre era un bastardo, siempre ridículamente imbécil con él, aunque con sus hermanos era otra historia. Siempre quiso a sus hermanos más que a él. Siempre fue un cero a la izquierda. Sirio no soportaba el trato que le daba su padre y sus hermanos. Pensó que su madre haría algo por cómo iban las cosas, pero nunca hizo nada. Él lloraba solo, no tenía amigos. Sirio se aisló de todos, construyendo un muro a su alrededor y volviéndose una persona fría.
Tiempo después, se convirtió en un adulto decente, como él creía que era. Conoció a una chica extraña, con ojos realmente de un color peculiar, y quedó fascinado. Esa chica fue su perdición, su amor, y su muerte.
Ella lo mordió, y él se sintió extraño.
"Pude sentir tu magia, cariño. Serás un hombre fuerte", dijo ella. Sirio pensó que estaba delirando. ¿Un hombre fuerte? ¿Acaso no lo era? "Te mordí, tenía que hacerlo. Estoy muriendo, Sirio. Aunque soy un ser inmortal, fui maldecida por una bruja". Quería llorar. ¿Por qué decía estas cosas? ¿Inmortal? Sirio definitivamente estaba alucinando y sentía que algo estaba haciendo efecto en él. "Te amo, Sirio. Sé feliz". Y todo se volvió oscuro.
•••
Dejando la figura que tenía en su mano sobre el escritorio, Sirio se levantó para mirar por la ventana de su despacho. Recordar su vida mundana, su pasado, le dolía. Recordar a aquella mujer, que fue su primer amor, recordar cuando la encontró muerta cerca del río en el bosque, le hizo llorar como nunca antes había llorado. Llorando, descubrió lo que lo hacía especial; de pequeño, podía sentir su magia cantando dentro de él, sin ser utilizada. Iba a hacerse fuerte por ella, y lo haría.
Sonriendo, Sirio recordó a su alma gemela, Edward Cullen. Ella fue su perdición, pero Edward sería el surgimiento del fénix.
"Aunque hayan pasado siglos, ella querría que usted fuera feliz, señor, incluso con el joven Cullen", murmuró Liam, parándose a su lado.
"Lo sé, Liam. Incluso si ella estuviera aún viva, me rompería el cuello por no darle la oportunidad a Edward", bromeó con nostalgia mientras observaba cómo salía el sol desde su ventana. "Sabes, ella siempre tuvo razón. En aquel tiempo, decía que mi familia sería consumida por el fuego del infierno. Mira cómo son las cosas, ellos murieron en un incendio."
"En aquel tiempo, tuve mucho miedo, Liam. ¿Era normal no sentir remordimiento, ni lástima, ni dolor por lo que les sucedió?" Sirio se movió de la ventana para ver una foto de su madre desgastada pero bien mantenida por su magia. "Ella fue una mujer valiente por quedarse con el imbécil de mi entonces padre. Mi madre fue fuerte y me duele que solo pude sentir lástima con su muerte, pero ha pasado ya mucho tiempo y la extraño."
Liam se acercó a su señor y puso sus manos en sus hombros para reconfortarlo. "Señor, sabe que no soy bueno en esto, pero ya es pasado. Mire hacia el presente, mire al joven Edward. Encontró a alguien que lo aguante ahora."
Sirio rió bajito y se dio la vuelta. "Tienes razón, mi bastardo amigo. Así que, con tu permiso", se apareció en la habitación de Edward.
"Hola, cariño", anunció Sirio al aparecer.
Edward, dando un grito nada masculino, dejó de hacer lo que estaba haciendo para volverse y gritarle, "¡Eres un bastardo! Si fuera alguien normal, me hubiera dado un paro cardíaco." Con una sonrisa picarona, Sirio se le acercó. "Qué bueno que no lo eres, cariño."
Tras el escándalo que provocaron los dos, Carlisle se apareció en la habitación con Emmett detrás, y venía con un bate en la mano. "Dejen a mi Edward. ¿A quién hay que matar?", intervino Emmett, recibiendo cejas levantadas de los demás hombres en la habitación.
"No hay a nadie a quien matar, Emmett", exclamó Carlisle antes de dirigirse a su amigo. "Sirio, hace tiempo que no te veo y solo vienes a visitar a mi hijo." Sirio soltó una carcajada, se acercó a su amigo y estrechó su mano. "Pero a él lo quiero besar y a ti no, viejo decrépito."
Hablando de viejos decrépitos, Sirio se olvidó de pasar por la residencia Swan para ver cómo el oficial había pasado una noche estupenda haciendo sufrir a su hija. Él dejaría la situación así, pero si esa niña volvía a entrometerse donde no la llamaban, la pasaría muy mal. Y qué pena por el señor Swan si su hija se perdiera por ahí.
"Hablando de amigos, vayamos a mi despacho a tomar una copa para recordar viejos tiempos", comentó Carlisle, arrastrando a Sirio por la habitación. Pero antes de salir, volteó hacia Edward. "Podría besarte ahora, cariño, pero tengo que ponerme al día con mi viejo amigo, ya sabes, como señoras", bromeó, guiñándole un ojo antes de salir de la habitación.
"Me cae bien", soltó Emmett.
Edward se limitó a suspirar antes de sacar a patadas a Emmett de su habitación.
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𝐄𝐋 𝐁𝐑𝐔𝐉𝐎 - 𝗘𝗗𝗪𝗔𝗥𝗗 𝗖𝗨𝗟𝗟𝗘𝗡® (EN EDICIÓN)
Fantasía🝐 Edward Cullen Fanfiction. 🝄 Twilight Universe. 🝄 Edward Cullen-Male!oc. 🝄 Prohibida copia/adaptación. 🝄 By; ErickMarvoloRiddle. 🝄 Inicio; 27, Marzo, 2022. 🝄 Finalizada; 06, Agosto, 2023.