Capítulo 18.

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"¿Cómo puede comportarse así después de como la tratamos?", preguntó Esme con angustia

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"¿Cómo puede comportarse así después de como la tratamos?", preguntó Esme con angustia.

Se encontraban todos en la oficina de Carlisle conversando sobre el problema que había acontecido con Bella aquella noche, estaban todos dispuestos resolver todo civilizadamente menos Emmett, Rosalie, Sirio y Sasha.

Sobre aquella noche Sirio no le había borrado la memoria a Charlie y el mencionado se apareció en su casa al otro día reclamándole en voz alta lo que había hecho hasta que Sirio entró en detalles sobre ello. Cabe decir que el policía estaba conmocionado ya sabía de antemano todo lo que había pasado con su hija pero después de esto no sabía qué pensar, había cambiado toda su perspectiva sobre el tema.

"Saben, es raro ver al señor Swan aquí", comentó Jasper. Es tan irreal que hace meses tuvieron a su hija aquí tratándola como una reina y que todo se allá ido a la mierda pero que este su padre justo ahora aquí cambia mucho las cosas.

"Esto es nuevo para mi también hijo", bromeó Charlie un poco abrumado por la bienvenida que les dieron los Cullen. Era como estar en unas de esas películas de misterio que había visto donde todos se ponían agrupados a conversar sobre el tema.

"Él es tan lindo", susurró Sasha viendo cómo Rosalie y Alice lo miraban detrás de él mientras sonreían entre ellas.

Edward y Sirio habían avanzado mucho en su relación, a veces Edward iba y venía de ambas casa aunque últimamente se estaba quedando con Sirio. No habían avanzado tanto en el ámbito sexual por qué el cobrizo todavía no se sentía listo y se avergonzaba cuando Sirio lo mencionaba, estaban en su mejor momento y ni siquiera la chiquilla de Bella les arruinaría eso.

Sirio no quería irse de Forks, le gustaba este lugar, el aire y el clima era lo que más le gustaba de él pero desde que llegó todo era problemas estaba pensando mencionarle a Edward sobre irse a otro lugar, aunque primero quería mandar al otro lado a los Vulturi y quedarse con la reliquia de lo que era el castillo que ellos habitaban.

Se encontraba dejando su camisa encima de su cama cuando escuchó que alguien tocaba la puerta de su habitación.

"Entra cariño, sé que eres tú", murmuró Sirio viendo cómo Edward entraba carraspeando cuando lo vio si camisa.

"Hey, yo quer...", balbuceó.

"Te gusta lo que ves mi amor", susurró acercándose al contrario para acorralarlo en la puerta.

Edward trago duro, había pensando en él y Sirio los dos desnudos dándose placer y verlo sin camisa de nuevo no ayudaba a veces no sabía cómo sentirse cuando lo tenía tan cerca, quería recorrer su cuerpo con sus manos tocarlo todo sin excepción.

"Me estoy poniendo duro con solo escuchar tus pensamientos querido", susurró con voz ronca.

"A-ah", gimió por lo bajo el contrario cuando escuchó la voz ronca de Sirio.

Sirio habiendo escuchado el gemido de Edward se descontroló y lo pego a su cuerpo para así besarlo con fiereza.

Edward estaba en el cielo, era la primera vez que se besaban así podía sentir el cuerpo trabajado del contrario era fuerte y suave, soltando otro gemido pudo escuchar el gruñido proveniente de Sirio.

"Pronto, Dios no va hacer el único que te ponga de rodillas", le susurró apretándole el trasero del contrario escuchando otro gemido de este.

Sirio quería tener a Edward gimiendo debajo de él todo el día pero tenía que controlarse, sabía que el mencionado todavía estaba preparado para esto pero las acciones de este con él lo ponía tan caliente que a veces tenía que ir su lugar privado para así tocarse.

"Te quiero follar tan fuerte que se te olvide que eres un inmortal y tenerte temblando debajo de mi pero tenemos asuntos que atender cariño", comentó dándole un beso a este en los labios para así darse la vuelta y con un movimiento de mano se puso la camisa.

Edward volvió a tragar para salir a toda prisa de la habitación del contrario sin ver cómo Liam y Sasha veían toda la escena desde un rincón del pasillo.

"Sé que están ahí chismosos", anunció Sirio saliendo de su cuarto viendo al Dúo intentado actuar con naturalidad.

"Entonces papá cuando tú y Eddy foll...", intento hablar Sasha cuando un grito de la primera planta se escuchó.

"¡Te estoy escuchando!", gritó Edward.

Sirio solo suspiro pasándose la mano por la cara antes de pasarle por el lado al dúo y así alejarse.

Sentando en el marco de la ventana podía ver al hombre cambiarse de ropa para prepararse a dormir, él sabía que había encontrado su alma gemela había tenido una predicción sobre ello aunque no sabía quién era hasta el momento en que lo había visto.

"Es escalofriante ser acechado desde mi ventana", balbuceó Charlie viendo al pequeño vampiro allí.

Sonriendo Sasha dio un salto y se adentró a la habitación de este para así sentarse al borde de la cama.

"Solo veo lo hermoso que es usted señor Swan", expresó con voz tierna.

Charlie había pensando en él como un pedófilo con aquel chico por a ver tenido pensamientos fuera de lo normal para él. Lo encontró atractivo, tierno, bromista y sobre todo sexy se había pegado en la pared varías veces sobre ese hecho hasta que se dio cuenta que era un vampiro y que incluso el que sí sería un pedófilo sería el contrario, negó con la cabeza tratando de alejar aquello justo ahora no podía pensar en cosas así teniendo un problema mucho mayor el cual era su hija. Dando un pequeño salto cuando sintió una pequeña mano fría agarrando la suya podía ver que la de él era más grande que la del contrario, ¿los vampiros no crecían? Se preguntó cuando vio lo diminuta que era la del vampiro.

"No piense mucho señor Swan podrá tener un dolor de cabeza", murmuró con voz cantarina alejándose para volver alejarse de este.

El Swan mayor soltó un suspiro cuando vio como el vampiro le mandaba un beso mientras saltaba por la ventana, no había duda que este chico le haría perder la cabeza era igual de problemático que su padre. Volvió a mirarse la mano donde había estado la del otro, quizás esto no era tan malo después de todo.

𝐄𝐋 𝐁𝐑𝐔𝐉𝐎 - 𝗘𝗗𝗪𝗔𝗥𝗗 𝗖𝗨𝗟𝗟𝗘𝗡® (EN EDICIÓN) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora