Capítulo 29.

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Seth se despertó más descansado que nunca, se sintió renovado

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Seth se despertó más descansado que nunca, se sintió renovado.

Se removió en la cómoda cama, ¿Cómoda cama? Se sentó sobresaltado de aquella cama cuando le llegaron las escenas de anoche. Se pasó ambas manos por la cara de la vergüenza, ¿Que dirá el hombre ahora? ¿Lo echará de su casa después de dormir?

Miró por la ventana como el sol estaba en lo alto, ¿Cuánto había dormido? Soltó un pequeño suspiro mientras se restregaba los ojos y escucha su barriga gruñir.

Quito la mano de sus ojos y vio una muda de ropa en el pequeño sillón al lado de la cama, se acercó y vio que era de su talla y de muy buena marca. Nunca había sido alguien quien le importaba tener ropa buena y bonita pero tener algo que lo haga lucir bonito le hizo sonreír.

Con la ropa en mano se dirigió a la puerta la cual suponía llevaba hacia el baño, y no se equivocó. Aquel baño era espléndido podía ver la bañera y se dirigió allí emocionado, esto era muy diferente al baño de su anterior casa. Todavía emocionado abrió la gran llave de agua y dejó que la bañera se llenara mientras se disponía a quitarse la ropa que estaba un poco sucia.

Seth giro la cabeza y se vio en el gran espejo que tenía el lavamanos y se miró con tristeza, su madre no dijo nada cuando casi lo habían golpeado pero su propia madre había dado el peor golpe, todavía podía escuchar la voz de ella y de su hermana diciéndole 'Lárgate para siempre de aquí'. Se pasó una mano por los ojos cuando una lágrima se disponía a salir de ellos.

Volvió a girar la cabeza y vio que la bañera estaba casi llena, se acercó a la llave y la cerró mientras se disponía a entrar en la bañera.

Soltó un suspiro cuando el agua limpia tocó su cuerpo, se acomodó con las piernas a lo largo mientras soltaba un suspiro satisfactorio, tomó el gran jabón que estaba a su lado y empezó a pasarlo por su cuerpo.

"Podría dormir aquí si pudiera", Susurró sonriendo.

Sirio escuchó el pensamiento del chico de arriba y lo que había murmurado, se enterneció ante aquello, como pudo su propia madre y hermana hacerle eso podía sentir como todo eso todavía le afectaba al pequeño cachorro

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Sirio escuchó el pensamiento del chico de arriba y lo que había murmurado, se enterneció ante aquello, como pudo su propia madre y hermana hacerle eso podía sentir como todo eso todavía le afectaba al pequeño cachorro.

𝐄𝐋 𝐁𝐑𝐔𝐉𝐎 - 𝗘𝗗𝗪𝗔𝗥𝗗 𝗖𝗨𝗟𝗟𝗘𝗡® (EN EDICIÓN) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora