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Ella lo odiaba, lo odiaba por haberle quitado lo que más quería por quitarle a su amado vampiro el cual la volvería inmortal pero ella se aseguraría que no fuera así, lo tendrá de vuelta cueste lo que le cueste ella tendrá su venganza, se vengará no solo de él sino de todos los que la traicionaron e incluso su padre sentía asco de él, la había cambiado por esos bastardos y ese vampiro. Eso no se quedará así ella los verá arrastrándose a sus pies para pedirle perdón aunque no sea el momento pero todos tendrán su mereciendo incluido su amado vampiro Edward Cullen.
Estaba molesta su padre le había dado un ultimátum acerca de mandarla con su madre devuelta sino se comportaba, ella lo haría por el momento pero ideara un plan y hará que todos se hayan arrepentido de haberla tratado como lo hicieron. Había planeado todo desde el principio que conoció a los Cullen, había ideado ser una niña tonta, torpe y dulce para tenerlo a él y a su familia a sus pies pero tenía que llegar ese maldito vampiro a entrometerse. Pero ella sabía que solo era otro vampiro más y tendría su venganza aunque tenga que involucrar a los Vulturi pero la tendría.
Se peinaba el cabello frente al espejo mientras está lo miraba con rabia, muy pronto acabara con ellos.
Había pasado unos días desde que había cenado con su padre y ese vampiro desconocido, ella pronto pensó en utilizarlo a su manera. Sí él será su nueva presa y lo aprovechará por lo bien que se llevaba con su padre.
Ella creía que era inteligente pero había alguien desde afuera que podía escuchar los pensamientos de está, él la dejara que planee todo lo que quiera, quiere ver hasta qué punto puede llegar para obtener lo que quiere.
"Haz tu primera jugada querida y empecemos el juego", susurró antes de desaparecer.
Podía saborear la adrenalina que se avecinaba por la torpe muchacha, ya es momento de ponerle fin a todo incluso si tenía que quemar a los Vulturi hasta hacerlos cenizas, él ganara él lo tiene todo para hacerlo.
"Estás sonriendo como si tuvieras planeando un asesinato, ¿Por qué?", preguntó Jacob uniéndose a él en el cómodo sofá.
"Pronto cachorro muy pronto verás como el mundo puede acabarse en un segundo", comentó pasando a otra pagina del libro que estaba leyendo sobre su antepasados.
Mirándolo sin entender, "¿Estás planeando hacer otra guerra?", exclamó.
"No, tu querida amiguita Bella estará planeando algo en contra de todos nosotros pero es muy tonta sus pensamientos son infantiles", respondió escuchando como Alice, Rosalie y Sasha entraban por la puerta principal con un montón de bolsas.
Las dos vampiros habían acorralado al hijo del hibrido para salir de compras, había aceptado necesitaba un nuevo guardarropa pero se había arrepentido de inmediato cuando vio a las dos chicas sonreírle en ese momento pensó lo peor.
"¡Ustedes son el mismo demonio!", gritó Sasha a las dos vampiros antes de subir a toda velocidad hacia su habitación con las dos chicas detrás las cuales iban riendo.
"No quiero estar en su lugar", bromeó Jacob con espanto cuando vio toda las bolsas de compra que traían.
"Tú y yo cachorro, tú y yo", pronunció sonriendo.
Los tres vampiros se miraron fijamente cuando dejaron las bolsas encima de la cama, ya habían acabado con toda una tienda para Sasha tener un buen guardarropa y no quería escuchar lo que dirán las dos chicas en ese instante.
"¡Y ahora necesitas un nuevo corte de pelo!", gritaron las dos.
Él las vio horrorizado, no y no, no dejará que le toquen su amado pelo había rezado para que padre se lo hiciera crecer con su magia.
"¡No!", exclamó poniendo ambas manos en su cabello de forma protectora.
"Pero necesitas un cambio cariño, además el señor Swan necesita verte un poco decente", comentó Rosalie con una sonrisa de suficiencia cuando vio que Sasha se quedaba boquiabierto, "Incluso podríamos hacerle un cambio a tu padre también", agregó escuchando un 'ni lo sueñes' desde abajo.
"Cachorro creo que necesitamos escapar de aquí", proclamó Sirio antes de tomarlo de la mano y aparecerse, jamás se dejaría tocar el cabello de nadie e inclusive de Edward, su cabello era sagrado.
"Pobre Sasha se lo comerán vivos esas dos", susurró Jacob sintiendo un escalofrío y volteándose cuando escuchó pasos.
"Alice y Rosalie apresaron al pobre de Sasha", comentó Edward uniéndose a la conversación cuando llegó a lado de ellos junto con Jasper y Emmett.
"Mejor él que nosotros", comentaron Jasper y Emmett al mismo tiempo sintiendo terror, sus esposas eran unas diabólicas cuando se trataba de moda.
"Eddy", murmuró cuando vio a su amado.
"Uy te dijo Eddy maldito virgen", susurró Emmett antes de salir corriendo hacia la cocina llevándose a Jasper y Jacob con él.
"Le dire a Rose que se lo lleve de compras como venganza", comentó Edward con una sonrisa diabólica antes de sentir como Sirio le dejaba un beso en los labios.
"Amo verte conspirar", bromeó con voz sensual antes de tomarlo de la mano y llevarlos hasta el despacho de Carlisle el cual se encontraba desocupado.
"Hoy pude ver algo interesante amor", susurró ante de poner un hechizo de silencio sentándose en la cómoda silla con Edward en sus piernas.
"¿Qué sucedió?", comentó llevando su mano derecha hacia el cuello de este pasando sus fríos dedos suavemente por aquella zona.
"Por el momento no te dire nada pero muy pronto tendremos entretenimiento y aunque no te guste parece que también involucraremos a los Vulturi", explicó apretando la cintura de este antes de dejarle un suave beso en los labios.
Le encantaba tener momentos así con Sirio se sentía amado y protegido, pero en ese instante se tensó cuando mencionó a los Vulturi el no quería tener nada que ver con ellos y mucho menos con Aro.
"¿Porqué?", preguntó con voz tensa.
"No tienes que asustare querido, ellos no le pondrán un dedo encima a tu familia y mucho menos a ti", respondió trayéndolo hacia un abrazo mientras pasaba su mano por la espalda de este para que dejara de estar tenso.
