Sweet rest

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Las mañanas en aquel lugar eran tranquilas y silenciosas, cualquiera que pasara por allí recibiría una clara calma. Una vez llegada la tarde, el sonido del agua daría señales de que alguien está viviendo en aquel lugar, sin embargo, la tranquilidad que producen las melodiosas corrientes de agua le dejarían sin muchas dudas. En cuanto al anochecer, el aire se colaría por el lugar, balanceando a las personas a su paso, como si de un vals se tratase. Las madrugadas serían las más animadas, con suaves tecleos que hipnotizan hasta quedar dormido y de vez en cuando melodías acompañarán a este sonido mientras que el sereno haría que cualquiera buscara refugio entre suaves y calientes mantas hasta huir del frío que acecha.

Dicho lugar, perfecto para tomar un breve descanso del día a día posee una dueña, la cual ejerce dicho título desde hace un buen tiempo ya, no sería exagerado decir que mucho antes que todos aquellos árboles que rodean el lugar siquiera hayan llegado como semillas o incluso aquellas rocas hubieran tomado su forma actual. Mucho antes de que las estrellas que iluminan el cielo nocturno empezaran a brillar y que la luna que las lidera estuviera a la segunda que la acompaña. Aquel ser que habita dicho lugar era el mito en sí mismo, el comienzo de las supersticiones del origen del mundo. Muy a pesar de todo lo antes mencionado, esta sólo se limitaba a vivir en aquel lugar tranquilo, apartado de cualquier tipo de sociedad.

por lo tanto, el hecho de quedar varado en ese lugar estando herido no era de no tener mucha suerte, a pesar de no tener que preocuparse por bestias que amenazan tu vida, el mismo estado de tu cuerpo es razón suficiente para estar alerta y de más está decir que no habría muchas posibilidades de ser ayudado por la dueña de aquel lugar. Claro, si tienes la suerte suficiente, quizás aquel ser que evitó cualquier contacto con otro ser durante decenas de siglos tenga una conveniente curiosidad y te ayude mientras aún no caigas en las garras de la muerte.

Para el terrible infortunio de Javier, que no sólo fué traicionado y acusado por crímenes que nunca cometió, sino también fué perseguido para matarle, al punto caer de un precipicio en medio de su persecución. Tuvo mucha suerte de caer en el lugar más seguro del bosque Elro. Cuyo nombre había cruzado el continente, haciendo memorable sus infames habitantes, ya que en los alrededores de este bosque rondaban las bestias que fueron las pesadillas en eras pasadas, reuniéndose todos en un sólo lugar, como si huyeran de una fuerza mayor, o al menos así era como lo contaban de boca a boca, ya que para Javier, estaba más que claro que aquellas bestias buscan proteger algo. Esa fué la conclusión a la que llegó después de tanto tiempo de estudio y preparación mágica.

Pero no de la magia ofrecida por un sistema que ofrece una serie de conjuros predeterminados de los cuales sólo se necesita el maná requerido y cierta aptitud para poder llevar a cabo dichos hechizos. Se trataba de un estudio de magia más densa y complicada. La cual estudia el flujo del maná y su comportamiento en el espacio cuando es sometida a distintas circunstancias. no fué hasta lograr desarrollar la visión espiritual que pudo deducir el por qué del peculiar comportamiento de las bestias incontrolables. Dicha "visión" le permitía ver el mundo de una manera diferente, era capaz de observar con nitidez el maná, como hilos luminosos de distintas tonalidades, esto dependiendo de su pureza moverse por el espacio. el cómo se enredaban y entretenían hasta manifestar los hechizos que todos conocen. Por alguna extraña circunstancia del cual no sabe la razón, todos estos hilos de maná se van reuniendo progresivamente en un sólo lugar, el bosque Elro. la acumulación masiva de maná, siendo custodiada por bestias mágicas era el nuevo objetivo de estudio de Javier. Sin embargo, sus estudios tuvieron que pasar a un segundo plano y enfocarse en su desarrollo como mago, que ahora con su nueva visión espiritual pudo aventurarse hacia nuevos horizontes, apoyando así a su mejor amigo, quien ahora era el nuevo emperador de una recién nacida nación.

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este sí que no continúa, a menos...

EpifaníaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora