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Ya han pasado tres inviernos desde que esa joven llegó a esta casa. desde su forma de respirar hasta la forma de mirar es la de una noble de cuna de oro. su orígen desconocido ahora sólo parece un recuerdo borroso, ahora opacado por su actitud digna. incluso abogué por ella para incluirla en el registro familiar, ya que una niña tan tranquila como ella sería incapaz

de manchar el honor de mi marido, más bien sólo lograría exaltar nuestra reputación entre el mundo social.

sólo espero que algún día pueda encontrar la tranquilidad en su corazón, para que esa tristeza que está apoderada de sus ojos se aleje muy lejos de ella.

y en busca de ello, le pedí a mi esposo ingresarla en alguna academia para que pusiera en práctica su aprendizaje y demostrará su valor ante la sociedad.

Al principio estaba ansiosa por cómo reaccionaría mi marido ante mi petición, sin embargo, resulta que es más beneficioso, ya podría resolver ciertos asuntos con esa persona que instruye en cierta academia renombrada.

Oh mi niña, muy pronto llegarás a ser una mujer excelente, sólo ten paciencia que todo resultará con el tiempo.

***

Vivir los giros de acontecimientos en primera persona es un poco incómodo, ya que al haber creado tantos mundos, puedo predecir una cantidad de situaciones muy probables a suceder. Claro, a menos de que no conozca todas las variables, detalles cómo los tratos sospechosos con que trabaja el dueño de este lugar, o los monstruos migratorios que pasan peligrosamente cerca de la zona, cómo también las personas sospechosas con las que está asociado el dueño de este lugar. Todas y cada una dan paso a una nueva vía de posibilidades, la cual tiene que ser pulida con mucha regularidad para no causar inconvenientes al sistema perfectamente configurado.

¿Por dónde iba? Ah, sí, las situaciones inesperadas en primera persona son o muy entretenidas o muy molestas. Por lo general son molestas.

Y este caso no es la excepción. Me sentía muy cómoda con mi horario, para que ahora tenga que adaptarme a un nuevo entorno lleno de humanos jóvenes recién descubriendo el mundo y los misterios del género opuesto. A mí parecer, muy trillado, pero no hay mucho qué hacer, después de todo, son pubertos. Ya de grandes recordarán estos tiempos como una época oscura.

Si soy sincera, las historias de academias no son mis favoritas. Me gusta la comodidad de tener que usar un sólo tipo de ropa preestablecido, ya que así no tengo qué preocuparme por estar dos horas de pie esperando a que las personas que me cuidan terminen de decidirse. Ya que directamente ellos no pueden acompañarme.

Los dormitorios son otra historia, ya que siempre estuve acostumbrada a una continua tranquilidad con la que pareciera que estuviera sola, que de pronto tenga que compartir habitación de descanso con una persona que no sabe lo que es el silencio sólo hace que mis ganas por crear una forma en que los sonidos sean imperceptibles y reemplazados por palabras aumenten.

De hecho, eso estoy haciendo justo ahora, mientras finjo prestar atención al discurso de bienvenida de las personas que dirigen este lugar estoy configurando nuevos engranajes que crearán un nuevo mundo de posibilidades. Un mundo donde habrá silencio o si así me es más cómodo para mí, música que quiera escuchar en ese momento, dónde todo sonido o palabra externa será manifestado en palabras flotantes.

ahora sólo queda agregar esta nueva configuración a la sección de audio y sonido, para finalmente aplicarlo como método de percepción actual. simple, rápido y sencillo.

y oh, cierto, tendría que haber establecido un parámetro con respecto al área del que me proporciona la información, pero este dulce silencio es tan satisfactorio. la verdad es bastante extraño poder leer las charlas de los estudiantes que están más allá de mi rango de visión, pero no es muy diferente al estado constante de "percepción" al cual están sometidos todos los seres fuera de estos mundos.

EpifaníaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora