En lo profundo de un pozo oculto del ojo de cualquier persona despistada, había un cofre resguardando un libro, el cual hacía realidad todo aquel hecho que sea escrito en el. En sus hojas habían toda clase de relatos en el, des de escrituras relacionadas con comida, lujos, fama, riquezas, hasta la muerte de otras personas, derrocamientos de reinos, pobrezas y penurias para alguna nación y deseos de maldiciones para otras personas. Todas estas concedidas por el ángel que estaba cautivo entre las solapas de ese libro.
Un poco más debajo de cada una de estas escrituras que rogaban la ejecución de algún suceso habían otras palabras relacionadas directamente con cada uno de estos sucesos, el cual en una caligrafía en tinta roja decía "tan grande sea tu deseo, tan grande será tu tormento". Eso era el intento de aquel ángel para que aquellos que encontrasen ese libro, no se condenaran, como aquel hombre de buen corazón, que con benévolas intenciones, escribió con sus pocos conocimientos sobre la escritura, que a su pueblo llegara la lluvia y a las cosechas de dicho lugar para poder tener algo de comer todos los días. Quien como tormento su pueblo terminó bajo cantidades inmensurables de agua. O el deseo de un pequeño niño para que todas las naciones donde vivían sus parientes pudieran prosperar, acabando así con las vidas de los gobernantes de dichas naciones, dejando a su cargo otros gobernadores que sólo buscaban llenar sus bolsillos con las riquezas que poseían las naciones.
En una de las últimas páginas de tan dichoso libro se encontraba una petición que resaltaba todas las demás, una en la que narraba los sucesos que le ocurrirán a este libro, hasta acabar protegido por un cofre, en lo profundo de un pozo escondido en una de las naciones devastadas por un gobernante avaricioso por llenar sus bolsillos con las riquezas de la misma nación.
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Epifanía
FantasyUna recopilación de historias cortas que empecé y nunca terminé. Todas se me fueron ocurriendo cada madrugada. Fueron escritas con mucha creatividad y mucho sueño. Espero que les distraiga tanto como me distrajo a mí escribirlas. Podrán ver un cúmul...