Esperanza de vida
Corre. Tengo que correr, correr muy lejos. Porque los monstruos son tiernos a comparación de los humanos, que se destrozan entre ellos.
Una forma bastante grotesca de pensar para un niño de 9 años. Sin embargo, esta apariencia de pequeño niño no podría ser más diferente en comparación a la conciencia que habita aquel cuerpo.
Dicha conciencia posee diversas experiencias que le han llevado a poseer mayor miedo hacia lo atroces que pueden llegar a ser los humanos con su propia especie.
lo cruel que puede llegar a ser el hombre, muy a pesar de vivir la misma experiencia repetidas veces, ese sentimiento de incomodidad y pavor se remueven, aunque sea en algún lugar recóndito de su corazón.
por supuesto, habría perdido todo rastro de humanidad al estar sometido bajo este inhumano ciclo de repeticiones, donde cada vez que regresaba podía apreciar con mayor lujo de detalle la retorcida naturaleza humana. Esto sería así, de no ser por ese suave consuelo que le ofrecía la voz de su dulce madre, la cual víctima de una extraña enfermedad, sucumbe ante la muerte tras algunas semanas del regreso del chico.
"Cariño...".
El chico, cansado de su ciclo sin fin, abrió con pesadez sus ojos, sus oídos aún murmuraban el eco de las risas descontroladas de los nobles que sin piedad alguna le perseguían como una presa en busca de mayores gritos y llantos del chico. Ojos llenos de placer y diversión llenaban su panorama anterior, junto con las elegantes sonrisas que caracterizaban a su gente.
"Cariño, ya es hora de salir de la cama".
una suave voz le despierta de su pesadez. le sorprendió lo repentino de aquello, pero el aire escaparía de sus pulmones.
"¿Cariño? Oh mi, estás pálido ¿Tuviste una pesadilla?"
Entre exclamaciones y preocupaciones, la mujer se acerca al chico, acariciando las mejillas del chico entre las manos de la mujer.
los rayos del sol se escurría sobre el brillante rostro de la mujer, que con expresiones preocupadas buscaba la raíz del mal que acechaba al niño. A los ojos del chico, la figura pálida y lastimera de su madre se anteponía a su visión que le revelaba las hermosas facciones con las que cuenta su madre saludable; que aún con preocupación le abraza y acaricia su espalda tratando de consolarlo.
"Ah mi niño, tranquilo mi vida, Thara siempre estará para tí y espantará todas tus pesadillas, así como el sol ilumina en el día...".
Entre su sorpresa una flecha de duda dió justo en el centro de sus pensamientos. "Thara", un nombre que en todos sus ciclos nunca había llegado a escuchar, algo que no ocurría desde el octavo ciclo. Ya que a partir de la octava ronda conocía a todos los nobles de este y otros países como la palma de su mano. Después de todo, eran ellos los que jugaban con él en cada ronda. Algunos más extraños que otros, sin embargo, ahora está aquí, con su madre sana y con una nueva variable en el tablero. Emocionante y esperanzador, al fin lograría conseguir alguna pista de cómo terminar con este eterno infierno, ahora con su madre sana, no estaría mal disfrutar un poco más de la calidez maternal.
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Epifanía
FantasyUna recopilación de historias cortas que empecé y nunca terminé. Todas se me fueron ocurriendo cada madrugada. Fueron escritas con mucha creatividad y mucho sueño. Espero que les distraiga tanto como me distrajo a mí escribirlas. Podrán ver un cúmul...