Vida tras la muerte
Definitivamente hay algo extraño.
Al menos ya he logrado asimilar la situación tan surrealista en la que me encuentro. Claro, me tomó dos semanas superar todas las etapas hasta llegar a la de la aceptación, en la cual sin ninguna explicación terminé en el cuerpo de un niño.
Bueno, ya que he leído este tipo de situaciones más de una vez en alguna novela o manga de por allí, sé de qué va esto. O al menos tengo una idea. Sólo tengo que limitarme a seguir la corriente y evitar terminar atrapado en guerras y cosas de ese estilo. No es como si quisiera ser el centro de la caída de algún país del que ni siquiera conozco.
Una vida tranquila, con el dinero suficiente para tratar la enfermedad de la madre de este cuerpo, comida deliciosa y una chica tranquila con la que pueda compartir una vida tranquila y divertida. Sin mucha acción o drama.
Por ahora, centrarme en la situación frente a mis ojos es lo primordial.
Un hombre de aspecto elegante, al punto de resultar intimidante se presentó en la puerta de mi casa, en la cual la madre de este cuerpo descansa, tratando de sobrellevar su enfermedad en su habitación, de la cual prácticamente vivo supervisando en vigilancia de atenderla apenas le llegara a pasar cualquier cosa.
El hombre, con una actitud digna y refinada de un aristócrata me hace caer en cuenta nuevamente la época en la que se encuentra el mundo donde ahora vivo. Además de que este nuevo visitante destaca en esta zona rural de la cual rodeada de un denso bosque hace extraña a la idea de la aparición de un visitante y más aún de su estilo.
"Buenas tardes, es un placer conocerlo, pido su comprensión ante mi visita sin previa notificación, sin embargo realmente era necesario ya que mi amo desea conocerle"
Su mirada llena de profesionalismo tenía un extraño aire, además de su hablar, que habría embelesado a cualquiera. Sin embargo ya había conocido a personas como él, secretarios y recaderos cuyas actitudes se llenaron de tanto orgullo al sentirse resguardado por sus jefes. Cosa que dejaba mucho que desear, después de todo, los subordinados de un jefe soberbio serán igual de soberbios.
Y la mejor manera de alejarse de situaciones molestas como esas es bastante simple, sólo hay que cortar toda raíz de oportunidad de la que se puedan aprovechar.
"Muy buenas tardes igualmente, sin embargo, temo que esto le haya sido una pérdida de tiempo, ya que no cuento con tal libertad de irme y abandonar a mi pobre madre cuya enfermedad no le deja levantarse de la cama"
Una suficiente cantidad de educación, lástima y rechazo, sumando el hecho de mi aspecto de corta edad y la falta total de otro hombre que pueda ser mi padre forma la cereza del pastel.
los ojos entrecerrados del mayor se iluminaron de forma ominosa, la sensación de que cada vez me hundía se aferró a mi pecho y pronto la sensación que hay en el estómago justo antes de caer me distrajo con fuerza.
"Con que tu madre posee tal enfermedad"
El aire de profesionalismo le rodeó de nuevo, tomando su mentón entre sus dedos dejó que pasaran algunos segundos de silencio hasta que habló de nuevo.
"Conozco la medicina para tratar la enfermedad que mantiene a tu madre postrada en cama"
Mi seño fruncido sin disimular hizo que el hombre continuará con su monólogo.
"Digo esto debido a que es la misma enfermedad que presentaron muchas de las criadas en la mansión de mi señor"
traté de esconder mejor mi desconfianza y limitarme a una mera posibilidad. Esa extraña sensación que rondaba mi nuca se interrumpe al momento de la aparición de un tercero en la no tan espaciosa sala del comedor.
La mirada fría de la madre de este cuerpo, una que nunca había visto antes, era dirigida hacia el intruso. Los agudos ojos del hombre se entrecierran y una sutil sonrisa apenas era perceptible en las esquinas de su boca junto a la ominosa sensación de caer atrapado entre sus artimañas se ciñe en mi espalda.
"M-Madre ¿Por qué estás fuera de la cama? Prometiste cuidarte tanto como me amas"
Camino hacia ella, rogándole con la mirada que vuelva. Su mirada fría pasa a la de siempre, cansada y cariñosa, tomó mis hombros con seguridad, hablando con claro intento de mantener aquella seguridad en sus palabras.
"Tranquilo cariño, todo saldrá bien"
no pude evitar recordar aquellos momentos de desesperación de mi vida pasada en la cual me repetía el mismo mantra, para poder mantener la compostura y enfrentar aquello que me quita el sueño.
Una cosa estaba clara, cualquiera que sea la intención del tipo de enfrente, estaba por conseguirla, sin importar lo que haga.
____________
Uuhhh suspenso.
ESTÁS LEYENDO
Epifanía
FantasyUna recopilación de historias cortas que empecé y nunca terminé. Todas se me fueron ocurriendo cada madrugada. Fueron escritas con mucha creatividad y mucho sueño. Espero que les distraiga tanto como me distrajo a mí escribirlas. Podrán ver un cúmul...