Capítulo 1: Serás "Pluma"

341 50 43
                                    

Llevaba tres días cuidando a la madre de mi amiga Dalia, ya que no quería comer y se la pasaba llorando por la desaparición de su hija

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Llevaba tres días cuidando a la madre de mi amiga Dalia, ya que no quería comer y se la pasaba llorando por la desaparición de su hija. La última vez que supo de ella dijo que iría con unas amigas al circo "Los Ángeles Rojos" pero se les perdió tras terminar la función.

Es una chica bastante madura y compartimos edad teniendo ambos veintidós como para no saber regresar a casa. Ya a estas alturas es normal temer lo peor, pero la policía no mueve ni un solo dedo para ayudar a los pobres acá en ciudad Victoria.

Yo estuve investigando por mi cuenta y se reportaron varios casos de desaparecidos, más de los que ya había, desde que llegaron a la ciudad con sus carpas enormes y actos extraños.

También pasó así en la ciudad vecina, por eso estoy aquí. A las puertas del circo para pedir trabajo y así poder investigar desde dentro donde y como tienen a mi vecina.

—¿Dice usted que sabe caminar en la cuerda floja, lanzar cuchillos y hacer de trapecista? —me dice la mujer que anoche vi parada sobre una pelota enorme sin caer mientras avanzaba sonriente por el escenario.

—Sí, trabajaba antes en demasiadas cosas y de a poco aprendí todo eso —le miento, la verdad es que para sobrevivir en los barrios bajos debes ser bueno huyendo tras algún vandalismo, siendo tu único amigo; un pequeño cuchillo de cocina.

—Bien, ¿cómo te llamas? —me dice mientras sigue apuntando todo en un cuaderno.

—Soy Jeremy —le respondo rápido.

—¿Algún apellido? —contesta mirándome a los ojos.

—No, no tengo, soy un hijo de la calle —respondo con la verdad.

—Bien, pasa al fondo, allá látigo y daga te harán las pruebas de aptitud. Si las pasas podrás formar parte del circo. ¿Estás seguro?, esto no es para cualquiera —me dice con una sonrisa. Me gusta como su cabello artificial verde va a juego con su ropa y maquillaje que ocupan el mismo color más detalles en negro.

—Sí, estoy seguro, no tengo hogar ni nada por el estilo que me ate. Al menos aquí tendré trabajo, comida y techo —le respondo esta vez con mentiras. Tengo una pequeña casa aunque en malas condiciones. También trabajo limpiando zapatos en las calles, por lo que nadie extrañará mi presencia, solo espero que no me roben mi espacio.

—¡Próximo! —dice la joven ignorando el resto de mis palabras.

- - ┈┈∘┈˃̶༒˂̶┈∘┈┈ - -


Cuando me adentro en la carpa para entrenamiento, una de muchas, puedo ver a más de vientre personas tratando de pasar los exámenes mientras diferentes examinadores les observan.

Dos jóvenes, que aparentan máximo unos veinticinco años, se acercan a mí tras verme llegar.

—Bienvenido —dice el bajito y me extiende la mano.

♣️Amor De CircoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora