Capítulo 21: Cierra la función, por favor

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Llegamos al doctor, o al menos un área que debe tener uno. En el sitio hay cierto olor a químicos y también una camilla amplia donde dejamos a Nube y empezamos a zafar su cuerpo de la diana.

Un hombre canoso y regordete, también con un fuerte mal aliento, se nos acerca. Porta una bata blanca y el poco pelo que le queda, lo tiene peinado hacia atrás con gomina.

—¿Otra del show?, veré que puedo hacer. La más peligrosa debería ser la del pecho si es cosa de Daga, aunque es raro que falle así —dice él revisando el cuerpo de Nube y palpando la zona de la daga del pecho.

—Ayúdala, por favor, no dejes que muera —digo prácticamente entre súplicas—. Fue culpa mía, yo lancé esa... No pensé...

El doctor revisa la herida del pecho y se topa con el sostén, la ropa, y también cierto relleno de calcetines...

—Vaya, parece que el querer aparentar le salvó un poco de esto. Tiene el pecho perforado en una zona, pero no debería ser mortal. Toda la ropa que tiene y esto. —Saca unas medias rellenas con algodón de su sostén—: la ayudaron.

—Qué... —No puedo evitar reír dejando salir el nervio y el miedo acumulados—: igual, no, no es momento de reírnos, por favor, atienda sus otras heridas.

—Voy, déjala acá hoy en observación. Si fue cosa del acto de mi pequeño niño rubio, entonces no hay de qué preocuparse. Él no tira las primeras a puntos vitales.

Látigo asiente para apartar cualquier duda de mi cabeza.

—Entonces... ¿Debería estar bien? —Digo para quitar cualquier posibilidad negativa.

—En teoría debería —comenta mientras busca sus cosas viendo cuál de los cuchillos retirar primero—. Váyanse y déjenme trabajar, mañana les paso el parte.

—Quiero quedarme con ella —digo firme.

—Ni que eso fuese a ayudar en algo. Vete a dormir que mañana seguro te toca actuar y debes estar descansado —comenta el doctor y Látigo toma mi mano en consecuencia.

—Actuar... —Caigo en el hecho de que seré parte de ese espectáculo si deseo vivir—: yo...

—Vayan a descansar. ¿Látigo, hoy no habías pedido el día libre? —Le pregunta a mi compañero.

Él asiente y luego se encoge de hombros, señala afuera para terminar haciendo una cruz. ¿Qué demonios dijo?

—Ah... Entiendo, bueno, estamos cerca. Debe ser en el próximo pueblo, debes estar emocionado —dice el doctor entendiendo lo que dijo, ¡¿en serio?!

Látigo asiente, mientras observa a su compañero tratar a la chica sobre la camilla.

—Doctor, céntrate en Nube —digo a forma de regaño y siento que soy cargado como saco de papas por mi compañero—: debes dejar esta manía, bájame, bájame.

—Llévatelo, así me dejan trabajar en paz.

—¡Bájame, Látigo! —Expongo como protesta, pero me ignora.

Él toma un pequeño bolso con su mano libre y sale conmigo de la carpa por la parte trasera de esta.

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Llegamos a una zona poco transcurrida y llena de cajas. A pesar de no haber nadie, se sienten aún las voces de los que se encuentran en la función.

—Eres un monstruo, todos aquí lo son... ¿Qué demonios ganas con esto? —Libero parte de lo que me molesta.

Él me deja suave sobre una de las cajas de madera, para agacharse frente a mí en el suelo. Coloca la caja que tomó de la carpa médica en el suelo.

—¿Qué haces? —Sus manos usurpan la mía para ponerla frente a mis ojos.

Ahora es que caigo y el dolor invade mi cuerpo, con la adrenalina, el miedo y los nervios lo había olvidado. Tengo una herida en la palma de la mano por el cuchillo que la impactó para salvar a Nube.

—Duele... No me acordaba de ella. —Poco a poco se va haciendo real en mi cabeza.

—(Eres demasiado bueno) Du bist zu gut —comenta mientras saca un pomo con alcohol para limpiar los bordes con un algodón, nunca toca el centro.

—No sé qué dijiste, pero perdón, pensé que me habías delatado tú. Nunca pensé que Nube... Fuera a hacer eso... —Digo desanimado.

—(Aun así la ayudaste... Eso me sorprendió. Eres muy raro, Jeremy) Du hast ihr trotzdem geholfen... Das hat mich überrascht. Du bist so komisch, Jeremy —comenta él.

—De todo lo que dijiste solo entendí mi nombre. Látigo... ¿Tú también eres así de cruel? —expongo aún en voz baja.

Él no me responde y solo saca un hilo junto a una aguja.

—¿Qué vas a hacer con eso? —Me recorre como una descarga eléctrica por la columna vertebral al ver los utensilios y su posible uso.

—No te muevas —dice en español y aguanta mi mano para empezar a coserla.

Duele bastante, pero todos los eventos de la noche hacen que esto aún se sienta irreal. Maldita la hora en que Dalia fue al circo, maldita la hora en que vine a buscarla, maldita la hora en que conocí a Daga y Nube, también... Maldita la hora en que te conocí a ti, Látigo.

Sus cabellos negros caen por su rostro, me gusta su lacio. También hago reparo en sus ojos y la atención que le prestan al trabajo que hace. Luego observo sus labios, esos que he besado ya varias veces. Sus manos, con las que está cociendo la herida en la mía. Todo, todo punto de él lo evalúo.

—Látigo, me confundes demasiado... —Digo causando que levante la mirada hacia mi rostro—: No, nada, solo divagaba, sigue en lo tuyo...

Termina de cortar los hijos y venda mi mano con una gasa, luego deja un beso en el dorso observando mi rostro.

—No quiero hacer nada sucio. Pero déjame quedarme contigo hoy, no me siento para nada bien y tampoco quiero estar solo. Lo de aquel hombre fue un accidente y lo hice para ayudarla... Yo... No supero eso y encima me meten en este espectáculo macabro. No entiendo, no sé cómo pueden con esto, no comprendo cómo no se los come la conciencia. Yo dañé a Nube y ahora mismo me siento una jodida mierda. —Vacío mi alma delante de él para empezar a sentir algo húmedo correr por mis mejillas, cuando me doy cuenta de estas ya no logro pararlas y la voz me falla—: Ni tampoco he cumplido... Lo que venía a buscar... seguro ya está muerta, muerta... y pasó por ese sufrimiento.

Los brazos de Látigo me envuelven y coloca mi cabeza en su hombro. Yo sigo soltando todo lo que me agobia en su presencia. Trato de vaciar un poco las cosas antes de reventar desde dentro.

El circo "Los Ángeles Rojos", es un lugar de fantasía para niños... Y un baile en el cielo para los demonios.

♣️Amor De CircoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora