Sed de Venganza - 138

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Los chicos se acercaron y miraron la cueva que Adam les había dicho. Todos se miraron pues el miedo y los nervios corrían por sus cuerpos. — Vamos a entrar? — preguntó Gis
— No creo que sea algo recomendable —
— Mejor solo echemos un vistazo. — dijo Chris

Los chicos comenzaron a subir para poder ver la cueva, Aldo subió y Jake iba de tras de él, al llegar a la entrada pudieron ver que había muchos restos de huesos y ropa rota en la entrada, como sinónimo de que se alejaran y no entraran.
— Mejor vámonos. — dijo Thiago
— Ya estamos aquí, debemos entrar y ver si podemos encontrar algo que nos ayude a saber quién es el cazador. — dijo Chris

Aldo camino un poco hacia adentro de la cueva y podía escuchar como alguien gruñía o se quejaba. — Chicos se escucha ruido. — dijo mientas caminaba más y más hacia adentro.
— Ya no sigas Aldo, esta muy oscuro y no te alcanzo a ver. — dijo Jake algo preocupado.

Aldo miró a Jake y regresó su mirada enfrente, abrió los ojos tan grandes al ver al vampiro de la cueva, este lo tomó del brazo y lo jalo hacia adentro. Aldo solo grito y todos giraron a ver.
— No mames se lo llevó. — dijo Jake

Todos comenzaron a correr hacia dentro de la cueva para ver en donde estaba Aldo, a donde se lo había llevado. El vampiro de la cueva lo arrojó y este cayó en el suelo.
— Con que Valentía te atreve a entrar a mi cueva humano. — dijo el Vampiro
— Yo no soy un humano, yo soy un vampiro. —
— Eso ya lo se, pero aún corre sangre de humano por tus venas. — dijo El vampiro

Aldo se quedó sorprendió al escuchar al vampiro del cueva.
— Se puede saber que hacen aquí. — preguntó
Aldo se puso de pie y lo miró. — Vinimos a investigar sobre uno de los nuestros, mi amiga tuvo una visión y claramente se puede ver que él sale de esta cueva. — dijo Aldo
— No se de quien me hables, sabes cuantos han entrado aquí y jamás han salido? — dijo
— No, no lo sé. — respondió Aldo
— Miles de personas humano. Así que lárguense de aquí, no los quiero volver a ver. — dijo el Vampiro.

Giselle corrió velozmente hasta donde estaba Aldo y se paró en medio. — No me puedo ir de aquí hasta que me digas quien es el cazador. — dijo Giselle

Ella se acercó con el vampiro y estiró su mano para que esté la tocara, el vampiro algo temeroso tomó la mano de Giselle y pudo ver las 2 visiones que tuvo. El vampiro abrió los ojos grandes y la miró.
— Ustedes buscan al vampiro vengador. — dijo
— Vengador? — Preguntó Aldo
— Si, ese vampiro vino hace años a ofrecerme su alma antes de ser un vampiro, era un humano común y corriente, pero con mucha sed de venganza, pues a su padre lo habían matado un clan de vampiros en Douglas Washington, por eso hizo este pacto conmigo, quería acabar con los vampiros que mataron a su padre. Ya que él era un cazador, el último cazador que quedaba de vampiros. — dijo El vampiro de la cueva.
— Como lo podemos detener? — preguntó Gis
— Fácil, lo tiene que matar. — dijo el vampiro

Los demás chicos entraron ala cueva, todos se miraron pues sabían que el vampiro cazador si había estado ahí.

— Claro deben tener cuidado, pues ya que al venderme el alma a mi, se convirtió más fuerte que ustedes porque es un Vampiro demonio, tiene más poder, tengan mucho cuidado y si lo matan, me traen su cabeza. — dijo el vampiro.

Los chicos terminaron de hablar con el vampiro, después de un tiempo salieron todos corriendo de la cueva para ir a la casa de los Miller. Cruzaron el bosque corriendo velozmente, mientras que unos jugaban otras hacían competencias de velocidad. Al llegar a la casa de los Miller, Adam estaba afuera esperándolos. Pues sabían que habían ido a la cueva.
— De donde vienen chicos? — preguntó Adam
— Fuimos al bosque, para que Giselle viera la cueva y se diera cuenta si era o no la de sus visones. — dijo Otto
— Era o no era Giselle? — preguntó
— Si tio, si era la de mis visiones. — respondió
— Bueno, espero que con esa información que recabaste te sea muy útil y puedan dar con ese cazador. — respondió
— Gracias tío. — dijo Giselle
— No hay de que, bueno vayamos a comer porque ya hace hambre. — dijo Adam

Después de un rato, todos comieron y disfrutaron de esa tarde, era la hora de partir a Douglas. Los chicos estaban por iniciar a guardar sus cosas.
— Tan pronto se van? — preguntó Adam
— Si, tenemos cosas que hacer allá en Douglas por eso tenemos que regresar. — dijo Aldo
— Pero prometen volver verdad? — preguntó
— Claro, si nos vuelven a invitar aquí estaremos. — dijo Chris.

Los chicos subieron por sus maletas y comenzaron a subirlas a la camioneta de Jake, el camino a casa sería algo corto pues se irían por otro camino para llegar pronto a casa. Todos comenzaron a subir a la camioneta, Adam y sus 2 hijos se quedaron ahí en la entrada despidiendo a los chicos.

— Ojalá y puedan resolver ese problema. — dijo Angie mirando a su familia.
— Claro que lo harán. — respondió Adam

Mientras tanto en Douglas, una tormenta se aproximaba, el aire era fuerte y los relámpagos iluminaban el cielo. Gina estaba en la casa, pues los enanos se habían ido con Mamá Visa a la casa de unos de sus tíos. Gina miró por la ventana como estaba la tormenta. — Espero y Aldo no se vengan hoy, pues la tormenta está algo fuerte y no los vaya agarrar en el camino. — dijo mientras miraba por la ventana.

El aire era fuerte, hacia que las copas de los árboles se movieran muy bruscamente, los papas de Giselle miraban la tormenta desde su entrada. El Fuerte viento hizo que hubiera un apagón en todo Douglas. Gina se quedó a oscuras, corrió a la cocina y busco una de sus velas para ultimar su casa, estaba tranquilamente cuando un fuerte golpe se escuchó y este hizo que Gina saltara del susto, tomó la vela y fue en busca de donde provenía El Fuerte ruido que se escucho.

Poco a poco comenzó a caminar hacia fuera de la cocina, sacó la cabeza y miró hacia todos lados pues no miraba nada, poco a poco camino por la casa para ver donde provenía ese ruido tan fuerte que se escuchó. Gina se sorprendió al ver la puerta de la entrada abierta, al parecer alguien había entrado.

— Santo Dios, pues si me rompió la Chapa, mira coma esta esta puerta. — dijo Gina

Mientras que Gina miraba la Chapa rota de su puerta, alguien estaba parada tras de ella, el sujeto caminaba lentamente para llegar hasta Gina, camino y camino sin hacer algún ruido y se detuvo cuando Gina subió la cabeza, al parecer ya había escuchado alguien.

Gina abrió los ojos y giró lentamente con la vela de frente, se sorprendió tanto al ver a esa persona.

— Pero qué haces tú aquí adentro de mi casa. — dijo Gina

The Last Black MoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora