La Casa de la Luna - 129

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Chris y Gis caminaron hasta el coche y miraron que Jake está afuera. Caminaron hasta el auto de Chris y estes preguntó.

— Donde está Aldo? — preguntó chris
— Fue adentro por las llaves de la camioneta, ahorita regresaba. — respondió Jake
— Nos tenemos que ir, nos dio mucho gusto conocerte Jake, esperamos verte más seguido. — dijo Chris
— A mi también, se van con cuidado chicos. — dijo Jake

Chris encendido su auto y se marchó, Aldo se hizo visible detrás de la puerta de su casa y salió. — Listo? — preguntó
— Si, los chicos preguntaron por ti, pero les dije que te habías regresado por las llaves de tu camioneta. — dijo Jake.
— Oh, está bien al igual los veo en la universidad, entonces a donde te llevaré. — preguntó Aldo.
— Al bosque, quiero mostrarte algo. — dijo Jake algo sonriente.

Los dos subieron a la camioneta y se fueron directo a la entrada del bosque que está casi a la salida de Douglas, es ahí donde inicia el bosque de la parte de Ferry. Aldo llegó y estacionó su camioneta. A los pocos segundos bajaron, la entrada del bosque era algo tenebrosa pero Jake aseguraba que después de esa entrada había algo lindo.

— Vamos, entremos. — dijo Jake mientras caminaba hacia el bosque.

Aldo comenzó a caminar detrás de Jake, tenía algo de miedo pues se miraba tenebroso, poco a poco comenzaron a entrar a una parte del bosque donde la luna se miraba hermosa y sus luz iluminaba todo ese campo. Aldo abrió grande los ojos al ver que en ese lugar había un lago, la luz de la luna reflejaba tan lindo que hacía que todo el lugar se iluminara.

— Pero que lindo está aquí

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— Pero que lindo está aquí. — dijo Aldo
— Te gusta? — preguntó Jake
— Está bellísimo este lugar. — dijo Aldo

Jake tomó su mano y lo llevó a la orilla del lago, Aldo miró que el agua era de color azul.
— Sabes, este lugar lo descubrí cuando tenía 24 años, hace 40 años. — dijo Jake

Aldo abrió los ojos. — Hace 40 años? — preguntó
— Si, hace 40 años. — respondió
— Entonces eres un vampiro. — dijo Aldo
— Así es, tenia miedo de decirte lo que era pero me di cuenta ese día de la cabaña que tú también eras un vampiro, por eso te quise traer a La casa de la Luna para decirte que también era uno de los tuyos. — dijo Jake

Los ojos de Jake se hicieron de color Amarillo dorado, tomó las manos de Aldo y lo pegó a él. — No sabes lo mucho que le agradezco a la luna por haberte puesto en mi camino. — dijo Jake.

Aldo se quedó en silencio pues esas mismas palabras se las dijo Steve aquella vez que se conocieron por primera vez. Las lágrimas comenzaron a correr por las mejillas de Aldo, haciendo que una cayera en el brazo de Jake.

— Estas llorando? — preguntó
Aldo comenzó a caminar, mientras se limpiaba las lágrimas, Jake lo miró.
— Estas así por qué Steve te dejo aquí solo? — preguntó
Aldo se detuvo y abrió grande los ojos pues como Jake sabía de Steve, se dio la vuelta y lo miró.
— Como sabes de Steve? — preguntó Aldo
— Pude escuchar a tus amigos hablar de que se había ido dejándote solo, que por eso entraste al bosque ese día, que él ya no quería saber de ti. — dijo Jake

Aldo cerró los ojos ya no pudo aguantar más el llanto, cayó de rodillas en la arena y su llanto salió. Jake corrió velozmente hacia él y tomó su hombro. — Aldo mírame, por favor mírame. — dijo Jake
— Porque se tuvo que ir, porque le dije todo eso, me duele, me duele que se haya ido, porque a pesar de todo él era mi vida, ahora me dejo solo, ya no quiere saber nada de mi y eso me lo tengo merecido por haberle dicho todo eso. — dijo Aldo en llanto.
— Oye, no todo es tu culpa, si él se fue, tal vez fue porque no quería seguir haciéndote daño. Debes aprender a vivir sin el, en donde está? Cuando alguien amaba de verdad no se va, se queda y enfrenta el problema. — dijo Jake

Aldo levantó su mirada y lo vio. Qué razón tenía Jake, el que amaba de verdad no huye, se queda y enfrenta el problema. Aldo se puso de pie y se limpió las lágrimas.

— No te mereces ninguna de mis lágrimas Cantú, te deseo lo mejor. — dijo Aldo
— Ahora te toca vivir tu vida, con él o sin el, pero se libre Aldo y verás que el dolor es menos. — dijo Jake.

Los 2 comenzaron a caminar por el lago, las horas se les fueron rápido. Aldo sacó su celular pues un mensaje de su madre le había llegado. — Creo que me tengo que ir, mi mamá está preguntando por mi. — dijo Aldo
— Nos veremos luego? — preguntó Jake
— Si, cuando gustes. Al igual ya sabes donde vivo y me puedes ir a buscar. — dijo Aldo
— Me parece Perfecto, entonces nos vemos luego, te vas con cuidado si? — dijo Jake
— Si, no te preocupes yo me iré con cuidado — dijo Aldo

Jake se acercó a él y le dio un abrazo, Aldo se fue caminando hasta donde estaba su camioneta, Jake se quedó mirando a Aldo.

— Como pudiste haber dejado a este chico cantú, siendo la persona más maravillosa, no me quedare con los brazos cruzados y si tengo que pelear por su amor lo haré. — dijo Jake.

Al día siguiente...
Un taxi llegó a la casa de la Familia Cantú.
— Es aquí joven. — dijo Jerónimo

El chico del taxi comenzó a bajar las maletas y las coloco en la entrada de la casa.

— Muchas gracias. — dijo Jerónimo
El taxi se fue y este miró la casa de los cantú. Comenzó a subir las escaleras y llegó hasta la puerta, tocó el timbre y esperó a que alguien saliera. Pasó un poco de tiempo y nadie salió, volvió a tocar el timbre y escuchó que alguien se adentro le dijo que ya iban.

Giselle bajo rápido las escaleras y llegó hasta la entrada de la puerta, la abrió y miró que Jerónimo estaba en la entrada.

— Giselle qué gusto de volver a verte. — dijo Jerónimo
— Jerónimo, qué haces por acá? — preguntó Giselle sorprendida

The Last Black MoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora