The Last Black Moon

Rivales. - 141

Steve camino junto con Aldo hasta el ataúd donde estaba Gina, para el verla ahí era algo demasiado triste, pues siempre fue una buena suegra a la cual iba extrañar mucho.

— No tienes nada de que preocuparte, yo cuidare de él como siempre lo he hecho, nuca los dejare solos, en verdad me duele mucho saber que dejas este mundo pero sé que los cuidarás desde donde quiera que estes.—

Steve dejó el ramo de flores y camino hasta donde estaban sus padres y los abrazó.
— En donde estabas Steve. — preguntó Lia
— En Londres con Mike. — dijo Steve apuntando a la puerta.

Mike entró y camino hasta donde estaban los cantú, este los abrazó y les dio sus condolencias por la pérdida de su consuegra.

Aldo camino hasta la barra del snack y tomó un vaso para preparase un café. Jake lo miró solo y aprovechó para ir hacia donde estaba el. 
— Cómo estás? — preguntó
— Mal, pero intento sobre llevar todo. —
— Veo que ya llegó tu novio. — dijo
— Steve, si creo que alguien le aviso lo que había pasado con mi madre y regreso, en verdad me da gusto saber que está bien. —
— Lo extrañabas no? —preguntó Jake
Aldo lo miró, notó en el rostro de Jake algo de tristeza. — Si, lo extrañaba algo, pero después de lo qué pasó entre nosotros no sé ni qué es lo que somos. — dijo Aldo

Aldo terminó de preparar su café y se fue. Jake se quedó en la barra sonriendo pues sabía que Aldo no sabía ni qué sentía por Steve, no iba a dejar de luchar para que su amor le correspondiera solo a el.

A la capilla entró otra persona, vestía saco negro, pantalón negro y llevaba un ramo de flores en la mano. Todos los miraron entrar pero casi nadie sabía quién era. Esta persona miró a Aldo sentado tomándose su café y se detuvo.

— Aldo. — dijo
Aldo giró su mirada a ver quien lo había llamado, sus ojos se abrieron grandes cuando vio parado en la entrada a su padre.
— Papá. — dijo Aldo Sorprendido.

Aldo se puso de pie y corrió hacia el, lo abrazó fuerte, su padre comenzó a llorar junto con el. Pues el amaba a Gina su ex esposa.

— Mi muchacho, no están solos, me tienen a mi ahora que su madre se nos fue. — dijo
— Papá, pensé que nuca te volveríamos a ver, Gracias por venir en este momento tan difícil para nosotros. — dijo Aldo
— Como iba dejarlos solos hijo, pues tu mamá fuer para mi todo mi querer y ahora se me fue, perdónenme todo el daño que les hice, por dejarlos, por ser un mal padre, por ser tan machista, en verdad perdón. — dijo Rubén mientras lloraba en el hombro de Aldo.

La abuelita de Aldo llegó y miró a Rubén.
— Rubén, que bueno que viniste. — dijo Luisa
— Señora Luisa, como iba a dejar a mis muchachos solos, se me fue mi Gina, me la quitaron. — dijo mientras lloraba.

Steve miró aquella escena y se acercó a Aldo, lo tomó de la cintura.
— Todo bien amor? — preguntó Steve
— Si, el es mi papá. — dijo Aldo
— Tienen un gran parecido amor, vayamos a fuera, para que tomes un poco de aire y dejes que tu padre se despida de tu mamá. — dijo Steve

Aldo y Steve salieron de la capilla y fueron al estacionamiento, Jake los miró y lo siguió.
— Donde estabas tu? — preguntó Aldo
— Me fui a Londres después de nuestra pelea, me fui a la casa de mi mejor amigo. Que de hecho está aquí. — respondió
— Cuando leí tu carta el alma se me partió en dos, pensé que no te volvería a ver. — le dijo
— No sabes como me preocupe cuando Giselle me dijo que te habías perdido en el bosque, pues una tormenta te había agarrado ahí adentro. — le dijo steve
— Pero bueno estoy bien. — sonrió.
Steve se recargó en un auto y lo tomó de la cintura, lo pegó a él.
— Sabes, extrañaba mucho poder abrazarte y darte muchos besos. — dijo mientras besaba a su novio.

Jake desde la ventana pudo ver aquella escena entre Aldo y Steve. La rabia lo consumía por dentro. Pues sabía que el regreso de Steve sería un problema para el.

— No sabes como te extrañe amor. — dijo Cantú.

Regina salió y pasó a un lado de Steve, camino hasta la salida y fue a donde estaba Aldo.

— Chicos perdón que los interrumpa pero Aldo, tú abue quiere hablar contigo, te está buscando. — dijo
— En seguida voy, gracias. — respondió

Regina se fue y Aldo camino hasta la entrada para ver que era lo que su abuelita ocupaba, Steve se quedó mirando el cielo. Pues la noche estaba por caer.

— Así que tú eres el famoso Steve. — dijo Jake
Cantú giró y lo miro. — si, yo soy Steve, pero quien eres tú? — preguntó
— Oh, yo soy Jake, el vampiro que salvo a Aldo en el bosque el día de la tormenta. — respondió.
Steve lo miro. — tú salvaste a mi novio?. — preguntó algo confundido.
— Si, yo lo salve y lo lleve a mi cabaña para que pasara la noche ahí en lo que la tormenta pasara. — dijo Jake
— Te agradezco mucho en verdad lo que hiciste por mi novio, como podría pagarte ese gran gesto de tu parte. — dijo Steve

Jake lo miró y sonrió.
— Alejándote de el. — dijo

Steve se acercó a él y lo miró fijamente
— Que es lo que dijiste imbecil. — preguntó
— Que te alejes de él. — respondió
— Con qué huevos vienes y me pides que deje a mi novio. — lo reto.
— Con los suficientes para decirte que voy a pelear por el. No creas que te voy a dejar el camino fácil si piensas que vas a recuperar el amor de él. — dijo Jake algo molesto.

— Te voy a partir tu madre pendejo, aléjate de mi novio. — dijo Steve

— Que es lo qué pasa aquí? — preguntó Jerónimo desde la entrada.

— Nada, solo estábamos platicando. — dijo Steve
— No es ni el lugar ni el momento como para que inicien una discusión, Aldo está pasando por un momento algo difícil como para darle más problemas con una pelea entre ustedes. — dijo Jerónimo en medio de los 2

Jake lo miró y se fue hacia la capilla.
— Quien ese ese pendejo, que hace aquí. —
— A lo poco que se, ese chico te estaba bajando el mandado desde que te fuiste mi querido Steve. — dijo Jerónimo
— Pues está pendejo si cree que las tiene de ganar, pues ya llegó el bueno y se la vas topar conmigo. — dijo Steve enojado
— Ahora hasta rivales son. — dijo Jerónimo