Capítulo 03

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Patrick.

Moscú, Rusia.

Deslizo suavemente el afilado bisturí por encima de la línea negra marcada en la piel de mi próxima víctima, quien se tensa al sentir el filo del arma punzocortante cortando cada capa de su piel, hasta que llego al final de la línea negra.

Con la punta de mis dedos, tomo la piel que se ha levantado y de un solo tirón, la arranco del cuerpo mientras que la sangre, sale con más fluidez hasta que forma un pequeño charco rojizo debajo del cuerpo mismo que se desborda por el filo de la mesa, hasta que pequeñas gotas caen al suelo.

El cuerpo que se encuentra en la plancha de metal, se sacude violentamente ante el espasmo de dolor que provoco, pero eso no detiene mi objetivo de querer darle más dolor a mi víctima, solamente por placer.

Sonrío de lado, cuando veo cómo se vuelve a sacudir violentamente por el dolor en el momento en que vuelvo a deslizar el bisturí por otra línea negra pintada con marcador permanente y el charco de sangre, comienza a empeorar mientras que sigo el camino de mi dibujo trazado encima del cuerpo desnudo.

—Por...favor...— chilla con dolor la mujer, mientras que varias lágrimas se deslizan por sus ojos ante el dolor, eso hace que hunda más el filo del bisturí en su piel— ¡Ah, por favor! ¡Deténgase, por favor!

Ignoro todos sus chillidos y quejas, mientras que el bisturí, no deja de removerse encima de la plancha fría, ante todo el dolor que le provoco, antes de que más lágrimas se deslicen por su rostro, pero no causa ningún efecto en mí.

—Cállenla— ordeno, deslizando más abajo el bisturí, siguiendo el trazo de la tinta negra de forma precisa—. No soporto sus gritos.

Mis hombres inmediatamente siguen mis órdenes, por el rabillo del ojo veo como meten un trapo bastante grueso en su boca, antes de sellarla con varios metros de cinta americana, misma que pasa por debajo de la mesa, evitando que pueda levantar su cabeza e intenta moverse, pero sabe que es imposible escapar de su destino.

Está completamente a merced del Diablo.

Y pienso disfrutar hasta el último segundo de tener un nuevo lienzo para hacer mis obras.

Término de trazar las líneas con el bisturí y nuevamente, con la punta de mis dedos, arranco el sobrante de un solo tirón mientras que un pequeño chorro de sangre sale disparado en dirección a mi camisa blanca, pero no me importa mancharme la ropa con sangre.

Dejo el trozo de piel desprendida en el suelo, a la par de que unas pequeñas gotas de sangre manchan parte de mis zapatos junto a los pantalones, pero disfruto de la sensación de tener el líquido rojizo esparcido en diferentes partes de mi cuerpo.

—Ah...— suspiro con verdadera satisfacción ante el aroma de la sangre, me río por lo bajo antes de que una sonrisa sórdida permanezca en mis labios—, ¿quieres saber una cosa, Darya?

Deslizo la silla giratoria en la que me encuentro sentado en dirección a su cabeza para quedar cerca de su rostro e inclino ligeramente mi cuerpo, para que Darya, pueda mirarme directamente a la cara y me deleito al ver como sus bonitos ojos, están llenos de terror mezclado con dolor ante cada uno de los cortes que le hago.

Intenta negar con su cabeza, mientras que varios balbuceos bastante ahogados se cortan por el trapo que tiene en su boca, sonrío con falsa ternura, haciendo que sus ojos se llenen de más terror a la par que giro suavemente el bisturí entre mis dedos, antes de comenzar a deslizarlo desde el inicio de su cuello hasta pasar por el valle de sus senos, pero sin cortar la piel.

Sonrío aún más con complacimiento, al ver cómo todo su cuerpo se tensa y su piel, se eriza al sentir el suave roce de la punta afilada antes de mueva la punta del bisturí, hacia su pezón y veo como se estremece, cuando presiono un poco la punta en la carne de ahí, misma que se ha puesto algo dura ante el metal frío cubierto de su sangre.

Diablo Ruso (HDLF #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora