Capítulo 04

5.9K 627 100
                                    

Patrick.

Londres, Inglaterra.

Un gruñido ronco de placer sale de mi garganta, al sentir el tacto de su lengua por todo mi falo mientras que mi mano, se pierde entre las hebras de su cabello para tomarla con fuerza y hago que se incline más a mí, haciendo que se trague toda mi verga hasta que mis pelotas chocan contra su mandíbula.

Escucho las arcadas de la azafata de labios delgados, pero bonitos mientras que soy testigo de como pequeños hilos de saliva salen de las comisuras de sus labios, a la par que sus mejillas infladas por el grosor de mi verga, se ponen ligeramente coloradas ante la forma brusca en que la tomo del cabello.

Me tomo un momento para detallar su rostro con mi verga dentro de su boca, una pequeña sonrisa se forma en mis labios, antes de que acaricie suavemente su mejilla con mi pulgar.

—Te ves muy bonita de esa manera, preciosa— digo en tono ronco, y suave, captando toda su atención en mí y sus ojos, se llenan de deseo—. Con la boca llena de mi verga...— acaricio el contorno de su labio delgado, pero bastante tentador—, ¿te gusta, preciosa?

Asiente como logra hacerlo, mientras veo como las comisuras de sus labios se elevan, como si tratara de sonreír antes de que afirme más mi agarre en su cabello, pegando su rostro más a mi entrepierna hasta que puedo sentir su respiración acelerada contra mi piel, un escalofrío de placer me recorre por toda la columna.

Veo como sus mejillas se ponen más rojas y más hilos de saliva, se deslizan por sus comisuras, antes de que decida dejar que respire un poco, sacando mi verga de su garganta profunda y una sonrisa, se forma en sus labios al igual que en los míos, mientras que se deja embriagar por la lujuria del momento.

—¿Asustada, preciosa?

Niega, pasando su lengua por su labio inferior antes de tomarlo con sus dientes suavemente en un pequeño mordisco y sus manos, se hacen pequeños puños detrás de su espalda mientras que mi cinturón, rodea sus muñecas, impidiendo que me toque.

—No, señor Diablo.

—Entonces...— tomo mi verga con mi mano libre, sin importarme sentir la humedad de su saliva y comienzo a masturbarme frente su atenta mirada, misma que se oscurece con cada uno de los movimientos de mi mano. Vuelvo acariciar sus labios, haciendo que abra un poco la boca y sonrío—, ¿qué dices de mantener esa bonita boca ocupada y llena de mi verga, preciosa?

—Encantada, señor Diablo.

Mi sonrisa se ensancha, sin dejar de acariciar sus labios.

—Buena chica.

Aún con sus manos atadas detrás de su espalda con mi cinturón, la azafata se mueve con sus rodillas para pegarse más a mí y con mi mano en su cabello, la guío para que abra su pequeña boca codiciosa y se lleve mi verga hasta lo profundo de su garganta.

Las arcadas se hacen presentes, pero no desiste, antes de que comience a pasear su lengua por toda la longitud de mi falo, hasta que llega a la punta la cual chupa suavemente antes de darle un pequeño mordisco que me hace gemir de placer de forma ronca ante su atrevimiento, pero me ha gustado.

La azafata al notar la reacción de mi cuerpo, continúa con su trabajo y mi mano, se aferra a su cabello con dureza, antes de que comience a follarle la boca al ritmo que me gusta y el sonido de mi verga entrando y saliendo de su boca, se escucha en el desolado jet mientras que varios gruñidos de placer, salen de mis labios.

—Carajo...— maldigo en tono ronco, al sentir como chupa mis bolas. Primero una, después la otra, para darle otro mordisco de la misma manera en que lo hizo con mi verga y eso, me pone más duro—. Jodida boca que tienes, preciosa.

Diablo Ruso (HDLF #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora