I BELIEVE IN YOUR LOVE

20.

"El peor crimen, es fingir"
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Es lunes y estoy en plena clase pensando en todo lo que viví este fin de semana que pasó, es decir, el viernes pase la tarde y casi parte de la noche haciendo ¿el amor? Bueno digamos follando con mi profesora, ¡Oh! Y mi cuñada Paula Valenzuela pero para que la cosa no empeorará, Bruno el sábado llegó temprano con un mega arreglo de flores, lirios para ser exacta y no obstante me llevó a un almuerzo familiar donde estaban David con María Eugenia, Valeria y Antonieta, Gabriel y Paula y bueno nosotros, cuatro parejas y yo me moría por dentro de sólo recordar el día anterior para tener el cinismo de besar y ver a Bruno como si nada, ¿os conté que Paula si hizo cómo si nada paso? Ya debe estar acostumbrada pero yo no.

Flashback
Estamos reunidos en el patio trasero de la casa, Valeria está en la piscina con Antonieta, Gabriel haciendo parrilla junto con David y María Eugenia mientras hablaban, Bruno esta sentado conmigo hablando cuando de repente la vi acercarse a la piscina y Valeria le dijo que se metiera, escuché su risa que me idiotizo, mi mundo de repente se paralizó cuando dejó caer su vestido y dejó ver un perfecto traje de bajo de dos partes color blanco con detalles, lentamente se metió a la piscina por las escaleras, entró al agua y bajo completa, cuando salió parecía comercial de televisión, todo fue tan despacio, su cabellera roja, su cuerpo, ella era perfecta y yo ardía de sólo verla.

Valeria a los minutos le pidió a Bruno meterse y fue corriendo como niño chiquito a lanzarse a ella, me reí demasiado, luego Antonieta me pidió lo mismo y me metí, pasamos un rato ahí pero Valeria empezó a hablar de los "polvazos" de Paula, mientras ella me miraba intensamente, yo estaba seria mirándola fijamente, Bruno se reía y junto a Valeria seguían recordando lo que puede hacer su gemela y amiga por obtener lo que se proponga y yo me sentía un objetivo más porqué allí seguía con Gabriel y Antonieta moría de las risas junto a Bruno y Valeria. Me disculpé y salí de la piscina, agarré mi ropa y una toalla para secarme e ir al baño para vestirme, yo sólo quería irme de allí.

Estando ya en el baño, me miraba en el espejo tan sumergida en mis pensamientos que no le vi, ni escuché cuando llegó, abrió, entró y cerró la puerta. Hasta que me habló pidiendo que le creyera y me reí del chiste, me voltee y me besó pero me alejé y la abofetee, luego la besé por lo cabreada que estaba y no es difícil imaginar que sucedió pero puedo decir que me dejo unos cuantos chupetones, que no sé como explicarlos y la quiero matar, después de ese desquite o arranque de rabia, bajé vestida y Paula estuvo el resto de la tarde con una sonrisa estúpida.

A eso de las 9 de la noche Bruno me dejo en casa, fui directo a dormir estaba agotada. Y el Domingo me levanté con la llamada de Sonya quien se me había olvidado, y aparte tenía un mensaje de Paula donde me decía que no sabía que la volvía más loca pero en todas las opciones estaba yo, me reí y me fui a bañar para ir a desayunar con Sonya. La pasamos ¡de la hostia! Tenía que repetirse para ser sincera.

Ya en la tarde estuve con Sofía quien me confeso que extrañaba a Carolina y sonreí nostálgicamente por ellas, luego le conté todo, toda su cara pasaba de sorpresa a feliz y así sucesivamente, yo estoy confundida o quizá era el remordimiento, no lo sé.

Final Flashback

Ya había terminado las clases y estaba camino a la cafetería con Antonieta, ella estaba al final del camino hablando con Marcos, el muy gilipolla no le quita la mirada del escote, los miré con repugnancia, sin embargo, cuando ella volteó y me vio una sonrisa apareció en sus carnosos labios y así formándole los hoyuelos pero yo no quería sonreír, me daba celos verlos juntos, entré a la cafetería cabreada y Sofía junto con Daniel me preguntaron porqué estaba roja, pero decidí no responder, luego vi a la pelirroja llegar a la cafetería con el profesor y mi cabreo iba en aumento así que le pedí por mensaje vernos en su despacho en cinco minutos, salí de la cafetería con una excusa y me fui a verla, unos minutos después llegó ella con su falda lápiz que le quedaba como anillo al dedo, su camisa de seda manga larga, espera ¿Cuándo se desabotono el tercer botón? Hace rato eran dos, cerré los ojos fuerte, sin contar que tenía el cabello amarrado en una coleta y unos cabellos rebeldes sobresalientes y sus infaltables lentes que la hacían ver tan sexy, abrió la puerta y me dio permiso para entrar, luego pasó y cerró la puerta, yo estaba muy cabreada, ella fue quien hablo primero.