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"Y comprender que tal vez amar es otra cosa. Es sentirse ligeros y libres. Es saber que no pretendes apropiarte del corazón del otro, que no es tuyo, que no te toca por contrato. Debes merecerlo cada día" Federico Moccia.
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Bruno

Lucía me llamó diciendo que necesitaba decirme algo, ha estado rara, lo he notado pero prefería no preguntarle nada, me contó que se reencontró con Pablo y se perdonaron o bueno ella lo perdonó, sé que ya no lo quiere más su voz en la llamada me tiene inquieto.

Dav: ¿Qué sucede hijo? - alcé la mirada y volteé hacía el gran ventanal de mi oficina -
Bru: Lucía me llamó, que debía hablar conmigo algo y no sé pero eso me tiene nervioso
Dav: - Papá ya estaba a mi lado y puso su mano en mi hombro - Hijo lo que sea, tienes a tu familia para apoyarte y lo sabéis - asentí -
Bru: Gracias papá, lo sé - lo abracé como hace tiempo no lo hacía -

Nos fuimos a sentar y hablamos de algunos contratos que teníamos en Francia, Italia, Rusia y en América específicamente Estados Unidos, este último sería a fin de mes y me explicó que necesitaba que me fuera para allá a final de mes, le dije que me diera tiempo para pensarlo porque sé que Lucía no querría irse cuando esta en clases y asintió, nos despedimos y se fue, vi el reloj y eran las 7 de la tarde, agarré mi saco, mi celular y salí de la oficina.

Bru: Sandra me voy, ya puedes irte también, nos vemos mañana - sonreí amablemente -
San: Gracias señor Bruno, hasta mañana - asentí y fui hasta el ascensor para ir a ver a mi novia -

Estaba aparcando frente a casa de Lucía y ella estaba sentada en las escaleras del porche esperándome quizás, estaba tan hermosa y sumergida en alguna conversación en su celular, silbé y subió la mirada, al verme sonrió de lado, me bajé del coche y camine hacía ella, iba a levantarse cuando le hice un gesto de que no lo hiciera, más bien me senté yo.

Bru: Hola mi amor - agarré sus mejillas y la besé -
Lu: Hola bruno
Bru: Estáis tensa ¿Qué sucede? - fijó su mirada al suelo, al parecer era la mejor vista y con mi mano agarré su mentón para subirle la cara y verla a los ojos, estaba apunto de llorar - ¿Qué pasa mi niña?
Lu: Perdóname Bruno - tense la mandíbula e hice un gesto para que prosiguiera - me he enamorado de alguien más, tranquilo no me presta atención pero no es justo estar contigo y pensar en alguien que no seáis tú - miré hacía al frente, hacía la nada - Perdóname - susurró con la voz quebrada -
Bru: - Volteé a verla - Algo me decía que no era para nada bueno cuando me llamaste, Lucía no llores - le limpié las mejillas - eres una chavala preciosa como para llorar, venga - la abracé - no me pidáis perdón por amar, es como que pida perdón yo por quererte - me reí y sonrió - ves así es mejor
Lu: Eres maravilloso Bruno - sonreí -
Bru: Lo sé - nos reímos y me pegó en el hombro - que es broma, pero gracias Lucía ¿Qué harás ahora? - su mirada se perdió en la nada -
Lu: No lo sé Bruno, ella me quiere pero no dejará nada por mí - me le quedé mirando y muchos recuerdos vinieron a mi mente -
Bru: Joder Lucía - volteó a verme - ella es... - puse las manos en mi boca de la sorpresa - ¿mi gemela? - Lucía se quedó congelada - claro por eso esas miradas y sonrisas, la cita esa vez o cuando desapareció Paula cuando ustedes se iban el día de la terraza que Valeria me pidió ayuda porque se fue con "Alguien" eras tú Lucía - una parte de mi estaba decepcionado y la otra comprendía todo -
Lu: Perdóname Bruno no es justo para ti, saber todo esto - negué con la mano - sí es ella, me gustó desde la primera vez que la vi y no me di cuenta, no hasta que entendí que estaba enamorada de esa pelirroja ojos grises engreída - me respondió cabizbaja y me partió el alma, porque sé que mi hermana no va a dejarlo todo por Lucía y no es justo para ella -
Bru: Venga - la abracé - la vida te dirá si son la una para la otra, mientras tanto ¿colegas? - asintió feliz y pasó sus brazos por mi cuello para abrazarnos -

Duramos unas dos horas más hablando, le dije que me iría a Estados Unidos a final de mes y se alegró alegando que quizás allá estaba el amor de mi vida y nos reímos a carcajadas, entramos a cenar ya que la mamá llamaba para comer y a eso de las 10 de la noches me despedí para irme, ya camino a casa pensé en la situación de Lucía y no es justo para ella estar enamorada sabiendo que nunca va a llegar a haber un futuro, pero mi hermana tampoco la tiene fácil así que decidí ir a hablar con ella.


Bru: Hola hermana - vi una Paula desaliñada y me reí, recordé cuando éramos pequeños - ¿Estáis sola? - asintió - necesitamos hablar - dije algo más serio - ¿Estáis enamorada de Lucía? - me miró sorprendida -
Pau: ¿Cómo lo sabéis? - su cara estaba pálida y en shock -
Bru: Lucía terminó conmigo esta noche, no por ti, sino por ella, no es mujer de jugar con las personas... - mis palabras quedaron al aire pero ella las terminó -
Pau: Como yo - dijo cabizbaja y asentí cruzándome de brazos - Sí Bruno, me enamoré de esa rubiecita - sonrió embobada y le creí -
Bru: ¿Entonces por qué te casas? - subió la mirada y suspiró -
Pau: Tú lo sabéis, papá necesita la fusión con Gabriel y depende de mi boda, aparte son años, no vendré de la noche a la mañana a lanzar todo a la basura solo porqué sí
Bru: No es solo porqué sí, es tu felicidad Paula ¿Comprendéis? No seas gilipolla, no arruines sus vidas, ella te ama y en tus ojos se nota que tú también - me acerqué a mi gemela y le di un beso en la frente mientras sus brazos rodeaban mi cuerpo para abrazarme - No la dejes ir, porqué sino luego será demasiado tarde - me alejé para verle la cara y borrar rastros de una lágrima que quiso escapar -
Pau: Gracias gemelo - sonreímos y me separé para irme - ¿Te quedais como en los viejos tiempos? - suspiré y voltee a verla - tengo tus papas favoritas - sonreí mostrando los dientes -
Bru: Me has convencido, me quedó - saltaba como cuando estábamos en la universidad y me reí, la ayudé a arreglar mis papas, las suyas, más unas gaseosas y fuimos a su cuarto a ver películas como cuando estábamos chiquitos, mi gemela estaba sufriendo y a nadie le dolía tanto como a mí -

Y aquí junto a ella fue que entendí que lo mejor era irme un tiempo, volver para saber si se casaría y quizás luego irme a otro país a vivir definitivamente, si se casa no quisiera vivir viendo a mi hermana infeliz, viendo como destruye su vida por testaruda.

I BELIEVE IN YOUR LOVEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora