CAPÍTULO 13

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La fría noche se siente pesada.

El nombre de aquel hombre queda flotando entre nosotros.

Mi boca parece no encontrar las palabras correctas que decir.

Él se queda observandome, detallando cada parte de mí.

El viento mese mi cabello de un lado a otro, haciendo que caigan algunos mechones en mi rostro.

Su expresión es impasible, seria, con un toque escalofriante.

—Sminoff, uno de los más viejos, crueles, fríos y despiadados Malditos, es la mano derecha del Rey de ellos. Él, mató a tú padre, y yo, te ayudaré a que obtengas tu venganza contra él.

—¿A cambió de qué?

—Como dije, yo te ayudó y tú me ayudas, y que obtengas tú venganza es más que suficiente para mí.

—¿Por qué?, ¿por qué querrías tú que él muera? Porque, te digo, que eso es lo que aconteserá.

—Digamos... que me beneficia que eso suceda.

—¿Por qué?

—Asuntos personales, lo siento —menciona simplemente.

Una pregunta pasa por mi mente y no puedo evitar preguntar.

—Tú sabes... ¿por qué lo mató?

Se pone rígido en su lugar, su boca se presiona en una línea fina y parece procesar las palabras, para luego decir.

—Tú familia, no es lo que tú crees, no es normal.

—¿Qué? —estoy en blanco, había pensado en cientos de respuestas que diría, pero por mi cabeza jamás se me ocurrió que diría algo así.

»No, mi familia no es nada parecido esto, a éste mundo, es imposible.

—¡Oh, piénsalo, princesa! ¿por qué alguien como Sminoff querría matar a tú padre?, ¿alguien totalmente fuera de lo común, queriendo matar a un hombre común? No lo creo.

—Entonces, ¿qué quieres decirme con esto? Que mi padre era...

—Un Maldito.

—¡No, no, no! ¡no lo era! ¡mi padre jamás!

—¡Lo era! —su expresión es seria al decir aquellas palabras.

¡Esto no puede ser!

—Puede que no estés convencida, pero tú padre, era uno de ellos, no obstante, no era como los demás.

Parece notar mi cara de confusión  y prosigue.

—Tú padre, conoció a una mujer, bella tal ninfa. Resultó que era una Mágica, y cuando lo descubrió, ya estaba profundamente enamorado, así qué, huyó junto a su amada; se supone que los Malditos estamos caracterizados por no tener sentimientos, pero él... no era como los demás —mi respiración se a alterado, mis manos tiemblan y sudan, no puedo creer lo que estoy escuchando —Como ya sabes, tuvieron hijos, una de ellos, eres tú.

—¡No, no, no! Eso... eso no es posible, significaría que yo... mis hermanos... ¡yo no tengo nada parecido!, no tengo poderes, tampoco colmillos, no anhelo la sangre de nadie, ¡por Dios!

—Puede que no, pero en algún momento, resurgirá quién eres en verdad.

—¿Resurgirá quién soy en verdad? — Mi corazón palpita como loco.

No lo creo, no creo nada parecido, yo soy totalmente normal y mis padres jamás... ¡no pueden ser algo así!, me niego.

Necesito cambiar la conversación, pero lo único que pasa por mi mente, es lo que necesito saber para iniciar con esto de una vez.

Sol Y Luna - Venganza Y Sangre ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora