CAPÍTULO 7

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—Y bien, ¿quieres saberlo o no? Porque te tengo malas noticias.

Dice ahora recostándose en mi cama, poniendo sus dos manos entrelazadas y apoyándolas detrás de su cabeza mientras me ve y me dice.—¿Y bien?

—Salte de mi cama.— tengo tanta curiosidad por saber, pero a la vez, lo único que logra salir de mi boca es eso.

—No tranquila, así estoy bien.—dice sin más.

—Idiota...—susurro.

—Que dijiste?—pregunta.

—Nada.

—Bien... ya que no quieres saber...—dice mientras se va levantando y me muevo rápido y lo empujo para que se siente en la cama.

—Habla ya.

Me voy alejando y sentándome en la otra cama mientras el se me queda viendo con una cara neutra pero de repente su ojo brilla recorriendo todo su aro y se desvanece de inmediato, me quedo sorprendida pero no digo nada al respecto.

—Bueno...—dice arrastrando las palabras.— la primera es que eres una imprudente y no cabe duda de eso.— voy a abrir mi boca para terminar pero se me adelante.— Segundo... ayer por la noche estaba en una misión en ese club para averiguar algunas cosas irregulares que pasan ahí.

—¿Que cosas?—pregunto acercándome un paso hacía el.

Suspira pesadamente para luego proseguir.—Tenemos la sospecha que las personas que van a ese club no son personas normales... no del todo.

—Por Dios, ¿podrías por favor hablar sin rodeos?— me estreso, quiero saberlo todo, y quiero saberlo ya.

—Ok, lo haré.— se levanta y comienza a caminar por la habitación.— Sospecho que son los Malditos  los dueños de ese club que lo crearon para llevar a cierto tipo de personas allí para luego armar una revuelta para secuestrarlos. Los Malditos son seres malignos que aparecieron como si nada, no son normales.— ya estoy abriendo la boca para preguntar pero habla rápidamente.— Los malditos son seres muy malos, no puedo decirte mas de ahí...—sigue caminando a paso lento por toda la habitación con una mano agarrada a su barbilla pensando.—Ha y una cosa más pero no menos importante... hablaste con uno de ellos y ahora te tiene fichada.

Me quedo atónita, no estoy entendiendo nada, tantos huecos, tantos piezas de rompecabezas pero a cada una de ellas les falta su par, es así, nada tiene sentido para mi.

—¿Como por qué me tendría fichada a mi? ¿que tengo yo de especial? No tengo absolutamente nada, ¿es ese tal Antonio verdad? ¡Dios, cuando lo conocí me dio una mala espina! ¡¿por qué me pasan estas cosas a mi?! ¡Aaron te juro con que si no me explicas te las verás conmigo!— lo suelto todo muy rápido, me falta el aire de lo rápido que dije todo y tomo profundas bocanas de aire.

—¿Calma, ¿si? A ti no te pasará nada, y no dejare que te involucres más de lo que ya lo estas, te prometo que no te pondrán una mano encima.

—El problema es que no me quiero alejar, quiero saberlo todo, quiero defenderme, no quedarme de brazos cruzados.— iba a replicar pero no lo dejé.— Se que dices que no tengo que involucrarme más, pero... tengo que...

—¿Por qué? ¿por qué arriesgarte así? ¿por que no seguir con tu vida normal? No lo entiendo.

—¡Mi vida nunca ha sido normal! Y no tienes que entenderlo, pero yo necesito esto.—no podría decirle que la razón por la que seguir involucrándome en todo esto es para averiguar mas la razón por la que mi padre murió, y si el reconoció esas palabras el es mi boleto para averiguarlo todo.— lo haré.—digo determinada.

Sol Y Luna - Venganza Y Sangre ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora