👶┆𝐃𝐞𝐣𝐚𝐦𝐞 𝐞𝐱𝐩𝐥𝐢𝐜𝐚𝐫𝐭𝐞!...

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—lo que escuchaste, el tener sexo es—titubeo porque sabía que era estúpido— es mucho más intimo, así que solo besos, además no se si seas tan bueno en el sexo como en los besos— Jungkook se río escuchando lo que decía, pero si quería algo más con ese lindo hombre debía aceptar sus condiciones.

—ok, tengo una idea. Hagamos esto y puedes poner tus reglas y yo las mías— Jimin se relajo y los dos volvieron a sentarse pensando en que reglas servirían para esto

—bien, la primera no podemos mezclar esta relación con el trabajo— dijo Jungkook, el mayor pensó por un segundo y acepto

—ok, segunda regla no utilicemos la palabra "relación" en sea lo que sea que vamos hacer. Sin nombres, sin problemas—Jungkook asintió — en este momento no se me ocurren más pero las voy a ir agregando según transcurra esto— ninguno de los dos dijo más, solo se limitaron a bajar sus miradas y seguir con lo que sea que sus manos hacían porque definitivamente el trabajo no era una de esas cosas.

La puerta se abrió dejando ver a Namjoon, y Jimin agradeció que lo sacara de este momento incomodo.





Los días pasaban y con eso también aumentaban las interacciones entre Jungkook y Jimin, cada vez la incomodidad era menos pero para ser sincero después de aquella plática ninguno de los dos se sentía así cuando sus lenguas se enredaban en cualquier parte de la oficina o la casa de Jimin.

Todo empezaba relativamente bien, el trabajo iba avanzando muy rápido así que eso significaba más tiempos para besos, los mismos que por regla de Jimin no deberían darse en medio de una película que estén viendo o incluso acostados en la misma cama, pero la misma no implicaba cuando estaban en el sofá de Jimin.

Todas estás reglas eran algo ilógicas para el pensar de Jungkook pero no iba a arruinar lo que pasaba, los besos de Jimin cada vez eran mejores y más adictivos tanto, incluso más que el sexo.

Y hoy era una de esas veces donde la idea de los labios de Jimin hacían olvidar de cualquier cosa que pasara por su mente mientras este restregaba su delicioso cuerpo con el suyo, justo antes de entrar por completo a su departamento

— sácate los zapatos— ordeno en medio del beso Jimin

—¿Qué?—

—que te saques los zapatos— viendo que Jungkook no reaccionaba insistió— hablo enserio— Jungkook se alejo de él sacando su zapatos

—wow, enserio eres experto en matar la llama— la risa estruendosa pero armónica de Jimin inundó el departamento

—quiero ver una película— Jungkook no dijo más y se limito a ayudar en la cocina haciendo palomitas mientras Jimin se ponía más cómodo y buscaba que ver, después de unos 40 minutos ambos estaban sentados viendo una comedia romántica según creían porque la tensión que se respiraba simplemente era imposible de ignorar como lo habían hecho antes, la creciente ganas de ambos de ir más allá de los besos se reunió para hacerlos perder la razón, por eso Jungkook sin importarle que Jimin aún tuviera maíz en su boca lo ataco con todo rompiendo así la regla "nada de besos en la cama", Jimin no cedió al principio, trato de recordarse el mismo mantra que recitaba todas las veces que le daban ganas de tener más de Jungkook, " Se va a casar y yo no quiero que un niño entre en mí", lo repitió pero esta vez no hizo efecto porque sin notarlo sus manos acariciaban el abdomen marcado de Jungkook y correspondía al hambriento beso.

Las caricias que Jungkook daba al cuerpo de Jimin quemaban, él lo sabía pero no podía parar, no cuando Jimin correspondía.

En medio de besos lo acostó perfectamente bajo su cuerpo, enredando sus piernas y bajo hacia su cuello lamiendo y chupando.

—noo~, n~no podemos—soltó entre jadeos Jimin, Jungkook solo asintió pero no dejo de trabajar en sus clavículas, y antes de que alguno se de cuenta sus camisas ya habían sido arrancadas.

—NO— grito Jimin en un atisbo de iluminación que tuvo, no podía hacerlo

—vamos, enserio. Tu también lo quieres no me vas a dejar con este problema— señaló a su pene Jungkook arrodillado en la cama, bueno, ahora que Jimin lo veía era un gran problema y este tenía uno igual, cuando quiso decir algo la mano de Jimin se enredó en su falo haciéndolo jadear.

—esta bien, no tengamos sexo— la ronca voz de Jungkook lo hizo temblar, este se acerco hasta a acostarlo nuevamente y tenerlo a su merced mientras dejaba leves movimientos en el pene del mayor—pero vamos a ayudarnos ok?— no fue una pregunta, fue una orden que Jimin acató, la mano de Jungkook se movió en sincronía con la que estaba en su pene y sintió lo grande y mojado que estaba la polla de Jungkook

—ahh~—jadeo cuando Jungkook se dejó de juegos y comenzó a mover su mano más rápido y acariciando sus bolas, Jimin no se quedó atrás, y comenzó a masajear a Jungkook del mismo modo. Como si su vida dependiera de la corrida del otro.

Después de unas cuantas palabras sucias en el oído del otro el clímax de Jimin se hizo presente, jadeo, su cuerpo lleno de una corriente eléctrica y su mente nublada al sentir el líquido blanco y espeso en su mano.

¿Se sentía culpable? no, los dos habían disfrutado así que no tenía porque, es más, Jimin se sorprendió al sentir de todo menos culpa.

Además Jungkook le dijo que con su prometida tenía una relación abierta verdad? así que no podía sentirse mal, pero, tenía que hacerlo el niño era casi 10 años menor que él.

La cabeza de Jimin era un completo lío y esa noche no pudo dormir y no porque en su mente pasara la forma en que se masturbaron, obvio que no.

Pero después de esa primera vez muchas veces le siguieron haciendo cada vez más intenso todo.





Jimin había acabado su jornada y estaba a la espera de Jungkook en un centro comercial, sabía que el niño era un impuntual de primera así que aprovecharía el tiempo en la linda tienda de bebés que había llamado su atención.

Media hora más tarde salía de ella con una bolsa en las manos, ya inventaría cualquier excusa a Jungkook, caminaba divisando las vitrinas hasta que la mano en su hombro lo detuvo

—hola— Jimin creyendo que era Jungkook dio la vuelta

—oh hola—pero no era Jungkook.

—cómo estás?, no hemos hablado— sí, bien había olvidado por completo el responder los mensajes de su amigo casual

—mmm—asintió— lo siento Taemin es que he estado muy ocupado con el trabajo últimamente— no era mentira.

—sí, escuche por ahí que un nuevo cantante te eligió—

—sí algo así—vio que la mirada de Taemin se dirigía a la bolsa que tenía en su mano

-Jimin....—esto iba a ponerse feo

—No, Taemin.—quiso seguir hablando

—Jimin por esto no contestas mis mensajes—pero Taemin lo interrumpió—sabes que...—las palabras de Taemin se quedaron en el aire

—Taemin espera, no es lo que te estas imaginando—

-—Tenías miedo? miedo de que?—

—No Taemin escúchame, déjame explicarte lo que pasa—

—no Jimin no me lo vas a negar ahora entiendo. Estas esperando un bebé mío, pero no te preocupes yo, yo yo me voy a ser responsable— la irritación de Jimin estaba subiendo

Todo lo que pasaba por la mente de Jimin es que la persona que menos quería ver estaba escuchando aquella embarazosa conversación, además de ser falsa puesto que aún no existía ningún bebé.

Sí, Eunwoo había escuchado cada maldita palabra que salía de la boca de Taemin.

Donante┆KMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora