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👶┆𝐀𝐲𝐮𝐝𝐚𝐦𝐞 𝐚...

-cuándo te vas?- pregunto resignado Jimin

-Mañana en la noche sale mi vuelo- los dos seguían interviniendo el paso, Jungkook al ver que Jimin no reaccionaba con delicadeza lo agarro del brazo y lo movió hacia un lado, Jimin no quería llorar, no podía hacerlo así que solo sonrió hipócritamente y le dijo

-esta bien, deberías haberme avisado-su sonrisa que quería reflejar alegría solo daba miedo- tenemos que despedirnos. Sí, eso, ven a mi departamento en la noche. Te espero- sin decir nada salió disparado de ahí.

Jimin no debería haberse sentido así, no cuando solo eran casuales, no podía querer llorar pero lo hacía, todo lo que pasaron juntos se veía como un flash en su cabeza y no podía creer.

Jimin siempre había sido de las personas que planifica las cosas y siempre salen como él las deseaba, pero ahora no había salido como él quería.

No tenían que tener sentimientos mutuos, no estaba para volver a llorar.

Pero esta vez era diferente, porque mirando el techo se dio cuenta que sentía algo más profundo en su corazón, comparó los sentimientos que había tenido por Eunwoo con los que tiene por Jungkook y ninguno se parecía, porque por un motivo aún desconocido para Jimin lo que sentía por Jungkook eran más intensos.

Tanto que no podía ponerles un nombre, no iba a retener a Jungkook, porque Jungkook se iba a casar.

Se resigno, y abrió la puerta con una sonrisa.

Jungkook sabía que estar ahí con Jimin era incorrecto, estaba mal cuando sabía que estaba enamorado de él y no podía ni iba a decir nada.

Jungkook ya había aceptado su destino y desde pequeño se había preparado para esto.

-Hola- saludo Jimin, lindo como siempre y ahora ya consiente de sus sentimientos supo porque su corazón se sentía cálido y sonrió

-Hola-Jimin le dio él paso

-vemos una película- Jungkook asintió y como era de costumbre se saco los zapatos.

Los dos estaban viendo algo en la Tv de la habitación, ni siquiera prestaban atención porque a pesar de que sus ojos estaban en el tv su mente y corazón en otro lado.

En estos momentos ¿Qué importaban las reglas? si ya las habían roto al enamorarse, así que Jungkook envolvió su brazo alrededor de Jimin atrayéndolo más a él

-No podemos acurrucarnos en la cama- musito Jimin sin zafarse del abrazo

-ahora no importa esas reglas-no dijo nada más porque los labios de Jimin se enrollaron en los suyos, el tacto era suave que la piel de ellos se erizaba, no era un beso apasionado, era uno delicado, suave, uno que indicaba todo lo que esos dos cuerpos estaban sintiendo.

-pedimos algo para comer-dijo Jimin alejándose solo un poco de Jungkook, este asintió y pidieron comida china.

El ambiente no era uno triste ni feliz era uno de resignación, pero esta noche iba a ser diferente a todas porque Jungkook no quería sexo, solo quería acurrucarse como nunca lo habían hecho y Jimin quería sentir por completo los brazos de Jungkook.

Los dos comieron, los dos se acostaron con la misma ropa debajo de las cobijas, los dos se vieron por una intensidad antes de que Jimin se abrazara al pecho de Jungkook, y este tomara su rostro para un beso uno de los tiernos, de los que se sonríen, hubo más de esas tiernas muestras de cariño hasta que la mañana llegó.

Cuando Jungkook se levanto noto la ausencia de Jimin, se dio cuenta que iba a doler más el despertar de ahora en adelante, busco a Jimin y lo encontró en el balcón, se acerco y quiso abrazarlo por detrás pero se reprimió de hacerlo.

-Buenos días- fue lo que primero salió de su boca, pero su voz parecía no haberla usado nunca antes

-quiero pedirte un favor-soltó Jimin sin dirigirle la palabra

-claro, si puedo hacerlo lo haré- Jungkook vio al mismo punto que veía el mayor y espero que Jimin tome la valentía para dejar salir esas palabras que se habían repetido en su cabeza toda la noche.

-ayúdame a...-paró

-a qué Jimin?-

-sé que esto te va a parecer loco pero, pero, no quiero que te vayas, quiero tenerte a mi lado. Esto es loco en una dimensión grande, porque se que aunque necesito que sigamos teniendo cualquier cosa que sea lo que tenemos tampoco quiero darle nombre a lo que siento por ti, no quiero hacerlo. Eres menor que yo y te vas a casar así que déjame algo tuyo y ayúdame a cumplir mi sueño- Jungkook espero de todo menos que Jimin confesara todo eso, su corazón saltaba de la felicidad sabía que con unas palabras confesándole lo mismo podía quedarse con él. Podía amar a Jimin pero lo único que salió de su boca fue.

-no me puedo quedar contigo- sabía que Jimin haría lo mismo

-lo sé, y aunque desee que te quedes no iba a pedírtelo-ninguno de los dos estaba listo para la dimensión y los problemas que conllevaba el estar juntos. Llámenlos cobardes pero a estas alturas los dos sabían lo que querían y aunque se amaban no estaban preparados para esto. Tal vez si se quedaban funcionara o tal vez no y acabasen odiándose y eso ninguno de los dos quería-solo te quiero pedir algo-

-dime-

-dame un hijo- soltó y cerro sus ojos esperando alguna respuesta, sabía que lo que pedía era loco pero, pero, quería al menos algo de Jungkook y su bebé era lo mejor que le podía dar además que sabía que iba a ser un bebé planeado con amor, porque por lo menos para Jimin el sentimiento por Jungkook era eso.

-estas loco- dijo Jungkook

-no, no lo estoy, solo te estoy pidiendo eso y ni siquiera tienes que acostarte conmigo. Lo que te digo es que tu seas quien done para yo poder ser papi-regreso a verlo

-no puedo Jimin, me estas pidiendo que te de mi hijo, ¿entiendes? mi primer hijo- lo dijo tratando de convencerse a él mismo porque dentro de su cabeza solo le decía que le diera todo lo que Jimin le pidiera, que lo complaciera incluso en esa loca idea.

Esa tarde fue la última vez que se vieron, y aunque al despedirse no se dijeron nada los dos sintieron las palabras que no se atrevieron a pronunciar.

¿Cómo le dices a alguien que lo amas, cuando no estas dispuesto a quedarte y compartir ese amor?

Ninguno de los dos podía hacerlo, porque ya habían aceptado su realidad.