👶┆𝐕𝐞𝐧 𝐚𝐪𝐮𝐢́ 𝐲 𝐡𝐚𝐳𝐦𝐞 𝐞𝐥 𝐚𝐦𝐨𝐫...

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—¿E....espera?—Jimin sintió su cuerpo temblar

—¿qué?—Jungkook se levanto de donde estaba viendo el desconcierto de Jimin

—Jungkook, es enserio?—pregunto

—Sí, lo es—

—pero tu mismo me has dicho que tus padres son...— Jimin no iba a decir malos, él sabía que lo eran pero igual eran padres de Jungkook

—Sé lo que te he dicho pero quiero que ellos lo conozcan, quiero que vean que soy feliz contigo, con mi hija, mi familia—

—no se si sea buena idea—Jungkook volvió a apegarse a Jimin y lo acostó en su pecho

—Yo tampoco pero quiero hacerlo—suspiro—yo voy a cumplir como hijo, les voy a presentar a mi familia y si ellos no quieren venir o recibirnos es su problema—sonrió, Jimin estaba dudando sabía que Jungkook tenía buenas intenciones también le causaba ilusión esto pero el mayor aún seguía con miedo de que cualquier actitud que sus padres tuvieran hieran los sentimientos del menor.

Jimin había sido muy observador y se había dado cuenta que el menor seguía teniendo sus emociones de un niño, seguía siendo un soñador de primera y aunque todo lo que había demostrado el día de hoy parecía de un amargado y fuerte solo era una máscara.

No se lo iba a decir pero tenía miedo que los padres de Jungkook lo hieran.

Después de una leve charla y mimos se quedaron dormidos, Jungkook fue quien se durmió primero y el mayor acaricio su rostro. No podía creer que todo este tiempo se había privado de tenerlo a su lado.

A veces se arrepentía de no haber ido a buscarlo cuando supo de que la inseminación de Hana había funcionado, si hubiera usado todos sus recursos para poder tenerlo tal vez llevarían unos años de casados, tal vez vivirían en algún bonito lugar él y Hana esperarían a Jungkook todas las tardes con comida deliciosa y hablarían de como fue el día de cada uno, quizás tendrían un bonito jardín donde verían a su bebé correr todas las tardes; pero nada de eso era así, los dos habían sido unos cobardes.

Igual tampoco se quejaba de su actual vida, tenía a su familia, tenía a Jungkook y Hana juntos y eso era lo que importaba.

No iba a dejar que nadie arruinara esto, y menos el lindo y aún joven corazón de su Jungkook así que si sus padres se atrevían a despreciarlos él los haría pagar.






—Levántate—la voz ronca de un Jimin recién levantado acariciaban los oídos del menor

—Un ratito más—pidió abrazando a Jimin haciéndolo volver a la cama 

—No, ya son 10 de la mañana—Jungkook renegó pero abrió sus ojos, después de un par de besos, Jimin bajo a la cocina y Jungkook al cuarto de Hana, 30 minutos después el  menor bajaba con su hija en brazos y como Jimin sabía era porque la pequeña consentida era igual que su papá al levantarse.

Como era domingo no tenían que hacer nada y volvieron a la rutina de los días que estuvieron pasando la enfermedad de su pequeña, la tarde entera viendo películas mismas que los únicos que disfrutaban eran los mayores porque Hana y sus legos en medio de la sala hacían que se perdiera de la caricatura que se reproducía en la gran TV.

—esta bien—

—¿qué?—Jungkook regreso la vista a Jimin

—que acepto lo de conocer a tus padres— la risa del menor fue gigante, mucha a decir verdad y de pronto los besos se hicieron presentes, ahora ya la película había pasado a segundo plano ahora lo primero eran los suaves labios que se rozaban 

—quitate—puños suaves se estrellaron en las piernas de Jimin —papá—Hana alzo sus brazos al aire dando a entender que quería que Jungkook la alzara, el mayor río por la cara fruncida de su hija y Jungkook la cargo enternecido por aquella acción, ya con su bebé en su regazo los tres estaban en el sofá y los dos adultos provocando los pucheros de Hana cuando Jimin tomaba las manos de su papá o este lo besaba.

La tarde se paso así, entre caricias y risas entre los tres.

Jimin había decidido que él ya había hecho su parte en aceptar la propuesta de Jungkook ahora todo quedaba en manos del destino, bueno de eso y también de los padres del menor.

Jungkook ilusionado acostó a su hija y se dirigió al despacho que Jimin tenía en casa, necesitaba llamar a sus padres, él sabía que iba a ser un poco difícil  pero eran sus padres y no lo iban a dejar de querer ¿verdad?.

No lo sabía pero que importaba él les iba a invitar a ser parte de su familia, a que conozcan al los amores de su vida y solo pedía a los cielos que las actitudes de sus padres no fueran tan malas y con su corazón tamborileando aceleradamente marcó él número de casa.

—Hola—saludo en el otro extremo y Jungkook reconoció perfectamente esa voz

—hola, Emma soy Jungkook— la alegre risa de la ayudante de servicio lo alegro, conversaron un poco antes de que el teléfono lo tomara su padre.

—Jungkook—soltó su padre

—Papá— 

—¿dónde te has metido? no sabes lo que hiciste así que vuelve, aquí lo solucionaremos juntos. Mira hablaremos con los padres de Soyeon y se volverán a casar...—

—Padre escúcheme, no pienso volver—suspiro—si lo he llamado es para que sepan que los extraño mucho—se sintió nervioso y pauso por unos minutos—y a decirles que quiero que conozcan a mi familia—después de esas palabras el silencio en la línea se hiso eterno y Jungkook se puso más nervioso

—¿Qué dices?—por fin dijo desconsertado su padre 

—SÍ, tengo una familia y quiero que tu y mamá conozcan a mi hija y...—y aunque no lo eran solo era cuestión de meses para que así fuera—a mi esposo—Jungkook hubiera pensado que la línea se había cortado si no fuera por la pesada respiración que se seguía escuchando—tal vez iremos a casa en vacaciones de navidad —

—okey— sin más la llamada se corto y Jungkook sintió como unos brazos delgados se enrollaban en su espalda y cintura 

—Nos esperan para navidad—soltó al moreno detrás de él

—mmm—dijo en aceptando—Vamos a dormir bebé—

—No me digas bebé, soy mayor que tú—reprocho Jimin, el menor se dio la vuelta y en un instante tenía a Jimin en sus brazos 

—Te amo, bebé—sin dejarlo decir más lo beso hasta llegar a la habitación que estaban compartiendo.

Los besos de Jungkook recorrían cada parte del cuerpo de Jimin, mientras este se deshacía en sus brazos, y es que el menor había aprendido cada parte que vuelve loco a Jimin haciéndolo quedar a su merced. Jungkook beso su cuello, lamio y dio un apretón con sus dientes haciendo que se formaran hematomas que en este momento hacía un rojo hermoso contrastando con la piel del moreno.

—No tienes que trabajar mañana?—pregunto el moreno aún con los ojos cerrados disfrutando de cada sensación 

—mmmm— acepto Jungkook

—vamos a dormir— pero Jimin no hacía nada para detener al menor

—No—el mayor río suave y se dejo hacer 

—vas a estar cansado—lo dijo casi en un susurro 

—No me importa, Jimin hoy quiero quiero que mañana te hagas una prueba de embarazo—la risa del mayor retumbo en la habitación tanto que Jungkook dejo de besar el cuello de Jimin y lo miro a los ojos

—Es enserio— dijo pero Jimin solo tenía humor en sus ojos—Jimin no me estoy riendo—

—Okey okey, mejor ven y hazme el amor—

Donante┆KMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora