👶┆𝐔𝐧𝐚 𝐡𝐢𝐬𝐭𝐨𝐫𝐢𝐚 𝐪𝐮𝐞 𝐧𝐮𝐧𝐜𝐚 𝐭𝐮𝐯𝐨 𝐮𝐧 𝐜𝐨𝐦𝐢𝐞𝐧𝐳𝐨...

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Jimin podía ser de todo en la vida pero nunca un vago, eso pensaba pero se había equivocado porque ahora viendo el reloj supo que se estaba perdido.

Se había acostumbrado tanto a las atenciones de Jungkook que ahora aún estaba en la cama siendo las 16h00 pm viendo una película con Hana a su lado mientras el menor preparaba algunas frituras, saludables obviamente.

Dos semanas pasaron y la relación entre ellos había mejorado, Jungkook era un completo consentidor y aunque, sí, las cosas se pusieron difíciles al principio porque Hana había estado muy mal con las ronchas en su cuerpo ellos lo supieron controlar, en las madrugadas se turnaban según el mayor para calmarla, pero la realidad era que Jimin dormía y era el menor quien la paseaba por la habitación.

Las mañanas eran alegres, las más alegres en la vida de los tres; Jungkook era el primero en levantarse e ir por Hana quien ya estaba despierta y lista para sus panqueques especiales hechos por Jungkook que se había acostumbrado a comer, la dejaba en su silla para niños y prendía la radio y los dos cantaban mientras preparaban el desayuno después Jimin bajaba a ayudar a hacer el jugo del día y tratar que Hana tome sus medicamentos.

Las tardes las habían pasado haciendo diferentes cosas entre trabajo, películas y juegos.

-bapi vamos a la bicitleta-saltaba Hana en la cama de Jimin y él trataba de calmarla

-¿vamos Jimin?- agrego Jungkook entrando con los aperitivos a la habitación

-No lo sé-Jimin hizo el ademan de pensarlo

-vamos bapi, forfis- Jimin río

-Solo si mi bebé me da un beso- Hana beso a Jimin en sus mejillas y Jungkook sonrió.

Después de abrigar un poco a Hana bajaron al patio trasero, Hana cayo muchas veces pero ninguna lloro porque Jungkook había estado atrás de ella mientras Jimin tomaba videos con su celular.

Ya llegada la noche Hana comenzó con sus berrinches porque no quería entrar a casa, Jimin la levanto y con ella aún pataleando la adentraron al salón de la casa, Jungkook había aprendido que cuando Jimin regañaba a Hana no debía meterse, él ya en varias oportunidades él acabo regañado junto a su hija pero con la diferencia que la pequeña con unas cuantas sonrisas y abrazos a Jimin ya estaban bien mientras el menor no accedía tan pronto a disculpar a Jungkook.

Después de unas cuantas lágrimas más acostaron a Hana y ellos pasaron al comedor a pedido de Jungkook.

Jungkook estaba más que encantado con esta vida pero pronto acabaría y eso no podía pasar, durante ese tiempo los acercamientos y roces entre ellos aumento e incluso podía decir que eran más reales que antes, Jungkook era un experto conquistador y sus técnicas habían funcionado porque Jimin por más que se resistió no evito caer en la tentación.

-se supone que deberíamos estar durmiendo-dijo Jimin sentándose a lado de Jungkook, este le extendió una copa de vino

-pues en todo este tiempo no hemos hablado y ya mismo se acaba el periodo de cuarentena- Jimin asintió

-¿de qué quieres hablar?-

-Primero decirte algo que debió haber salido de mi boca hace 3 años-Jimin se puso nervioso-mira cuando nos conocimos jamás en mi vida había pensado que terminaría aquí pero-pauso- te vi y no fue amor a primera vista definitivamente no lo fue, pero las pocas semanas que duro nuestro juego fue más que suficiente para enamorarme de ti-Jimin se atraganto y sus manos sudaron, subió sus piernas al sofá y las abrazo- debí habértelo dicho cuando lo descubrí pero era demasiado cobarde, debí haberme quedado y hacerte a Hana de manera más tradicional-

Donante┆KMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora