Jugando a amar || Jenna Ortega x Fem.

Capítulo 4 - Hombre encapuchado.

— A eso venimos, niña. — respondí con un toque de sarcasmo.

— Bien. — Sadie se dio la vuelta para ir por los cafés.

Mientras tanto, Jenna y yo nos acomodamos en la mesa.

— Entonces, cuéntame, ¿están saliendo? — preguntó Amy, alternando su mirada entre Jenna y yo.

Vaya...

— ¿Cómo les encanta el chisme, verdad? — la miré incrédula.

— Vamos, necesitamos estar al tanto de ti — Noah intervino con una sonrisa.

— Estoy con Noah en esta — agregó Aidan.

Rodé los ojos, sintiendo la presión.

Poco después, Sadie regresó con los cafés.

— Como les decía, fue una explosión de rabia pura — Amy comentó, visiblemente disgustada mientras nos contaba cómo su novio le había sido infiel.

— Chernobyl... — murmuré burlonamente, lo que provocó que todos me miraran extrañados.

— ¿Chernobyl? — preguntó Noah, confuso.

— Sí, Chernobyl. ¿En serio no saben lo que ocurrió hace como 36 años? — Todos negaron con la cabeza. — ¿Nada? ¿Ni un documental vieron? — volvieron a negar. — ¿Ni la película?

— ¡Que no! — exclamó Aidan, frunciendo el ceño.

— No me grites, idiota. — lo miré fijamente, entrecerrando los ojos.

El grupo estalló en carcajadas.

— Esperen, ¿ella habla de la explosión de la planta nuclear, verdad? — intervino Jenna, a lo que asentí.

— Por fin, alguien inteligente. — la miré agradecida, y ella rió.

— Tal para cual. — susurró Sadie.

Ay, Dios...

— Til piri cuil, cállese. — le respondí burlona, tomando un sorbo de mi café.

Las risas cesaron abruptamente cuando escuchamos varios disparos. Nos sobresaltamos y giramos nuestras cabezas hacia la puerta, donde vimos a un hombre armado. Mi corazón comenzó a latir con fuerza. El pánico se apoderó de todos en el lugar, gritando de miedo.

A pesar de estar aterrada, intenté mantener la compostura. La mesa de plástico no ofrecía mucha protección, pero era lo mejor que teníamos. La volqué, y nos escondimos detrás de ella. Asomé un poco la cabeza para ver si el hombre nos había notado, pero no parecía habernos visto. Hice señas a los demás para que me siguieran, notando el terror en sus rostros.

Jenna temblaba, así que le tomé la mano, intentando ofrecerle algo de consuelo. Nos escabullimos a otro lugar más seguro.

— ¡Denme todo su dinero! — gritó el hombre con furia.

Algunos intentaron huir, pero él les disparó sin piedad. Vestido completamente de negro, comenzó a disparar indiscriminadamente, hiriendo a varias personas.

Miré a los chicos; todos estaban llorando, desesperados. Jenna seguía aferrada a mi mano, temblando de miedo. La atraje hacia mí para abrazarla, algo que no suelo hacer, pero en ese momento, cualquiera necesitaría un poco de consuelo.

El hombre se acercaba, podíamos escuchar sus pasos. Jenna me apretó la mano con más fuerza. Vi cómo Aidan abrazaba a Noah, intentando calmarlo.