Jugando a amar || Jenna Ortega x Fem.

Capítulo 15 -Encuentro inesperado.

Minutos después, mi papá se acercó a nosotros.

— Listo, ahora vámonos, que ya llegamos tarde.
— dijo, dirigiéndose a Noah y a mí.

Asentimos y recogimos nuestras cosas para salir hacia el estacionamiento.

— Oigan, quiero hablar con ustedes en serio. — comencé, mirando a mis padres.

— ¿Estás saliendo con Jenna? — preguntó mi mamá, con una expresión inquisitiva.

— ¿Qué? No. — respondí, sorprendida por la pregunta.

— Ah, claro. — añadió Noah, con un tono escéptico.

— Entonces, ¿qué es lo que pasa? — insistió mi papá.

— Quiero hacer mi debut como actriz — les informé, observando sus reacciones.

Ambos se sorprendieron. Noah, sin embargo, mostró descontento.

— ¿En serio? — preguntó mi papá, sonriendo.

— Es increíble. Estaba esperando a que lo dijeras. — dijo mi mamá, visiblemente orgullosa.

— Cuando llegue de la preparatoria lo hacemos. — confirmé.

— ¿Y tú, Noah? ¿No harás tu debut? — preguntó mi papá, dirigiéndose a él.

— Ya no quiero, gracias. El único sueño que tenía y ahora Stanley lo hace para humillarme.
— respondió Noah, molesto.

Mi papá detuvo el coche repentinamente, y todos lo miramos con sorpresa.

— Claro que no es para humillarte, simplemente me llamó la atención y ya. — le aclaré.

— No veo el problema. Ambos pueden debutar y listo. — intervino mi mamá.

— Tu madre y yo necesitamos hablar contigo, Noah — dijo mi padre, reanudando la conducción.

Me quedé impactada. No era mi intención menospreciar a Noah.

Al llegar a la preparatoria, no intercambié palabras con Noah. Su reacción me preocupaba, pero no entendía por qué mi interés en actuar le molestaba tanto.

Noah se dirigió a su clase, y yo fui a mi casillero a recoger unos libros. Al cerrar el casillero, una chica me sorprendió al empujarme contra él.

— Primero que nada, buenos días. — dije apartándola.

— Eres linda. — su sonrisa se ensanchó.

— Lo sé. — contesté con un tono cortante.

— ¿Y si después de clases vamos a mi casa? — preguntó, acercándose más.

— No, gracias. Tengo que trabajar. — me aparté.

— Qué lástima, te lo ibas a pasar muy bien. — insinuó, antes de darme la espalda.

La situación me resultó incómoda. Me di la vuelta y vi a Noah observándonos desde la distancia. Me preocupaba que malinterpretara la situación, pero él solo me ignoró y se dirigió a su clase. Yo entré en la mía y me senté en mi lugar habitual, esperando que el profesor llegara.

— Hey, Stanley. — una chica y un chico se me acercaron.

— ¿Sí? — los miré y noté que traían algo en las manos.

— ¿Nos firmas esto? Por favor — pidió la chica, sonriendo.

Recordé lo que me dijo mi mamá y asentí, esbozando una pequeña sonrisa.