Capítulo 21 - La trampa.

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Segundos después de que Jenna se marchara con sus amigos, me dirigí a hablar con el profesor. Discutimos los detalles finales para el evento de mañana, asegurándonos de que el Trío de Oro llegara bien trajeado y a tiempo para el desayuno previo a la exposición. Aunque estaba ansiosa, traté de concentrarme en las instrucciones del profesor, sabiendo que era crucial para el éxito del evento.

Cuando finalmente regresé al comedor, me uní a mis amigos, tratando de mantener una apariencia relajada a pesar de la tensión que sentía por la apuesta y la exposición.

— ¿Qué onda? —saludé al grupo, intentando sonar casual.

— Holiwis. —respondió Amy con una sonrisa, y los demás comenzaron a charlar.

Justo cuando me acomodaba en mi asiento, una chica al fondo del salón se levantó y gritó para captar la atención de todos. La sala se quedó en silencio, expectante.

— ¡Atención! — gritó, su voz cortando el murmullo de la conversación. —Okey, quiero decir unas palabras...bueno, más bien confesiones.

Me tensé al escucharla, y mi confusión aumentó cuando se dirigió a mí con un tono sarcástico.

— Hoy es un dia especial para ti, ¿no
Stanley? —

— ¿De qué mierda hablas? —pregunte, frunciendo el ceño. La incomodidad crecía en mi pecho.

— Oh, cariño, claro que sabes de qué hablo. Está claro que te enamoraste de tu proyectito. — continuó con desdén, haciendo que mi estómago se revolviera.

Me quedé paralizada mientras todos los presentes comenzaban a observar con atención. Emma, a mi lado, se veía igualmente confundida.

— ¿Ya te refresqué la memoria, no es así?

La chica se burló, mirando a Jenna.

— Jenna, te enamoraste de Judas. —

Emma se acercó a mí, intentando calmarme.

— Quedamos en que no dirías nada. — susurré, mi voz temblando.

— Juré por mi vida que no dije nada. — respondió Emma con preocupación.

La chica siguió, sin mostrar piedad.

— Tu secretito no está a salvo conmigo. — dijo, llamando la atención de todos. —Te dirán muchos "Te amo", pero nunca fue cierto. Pobre chica, está tan enamorada sin saber la verdad. Jenna, ¡ABRE TUS OJOS! Stanley no es lo que parece.

Jenna, con los ojos llenos de lágrimas, me miraba incrédula. Cada palabra de la chica era como un puñetazo en el estomago, y mi corazón latía con desesperación.


Intenté hablar, pero el dolor y la vergüenza me ahogaban.


— Jenna, por favor, esto no es lo que parece. — iba a acérame, a explicar, pero mi voz se quebró, mientras luchaba por contener las lágrimas.

— ¿No es lo que parece? —se rió la chica. — Ella aceptó usarte como parte de una estúpida apuesta. La promesa era conquistar a Jenna, su mayor admiradora. Para ganar 60 dólares.Y lo hizo. Ahora actúa como si te importara de verdad.


Sentí cómo el mundo se desmoronaba a mi alrededor. Jenna me miraba con una mezcla de dolor e incredulidad, y yo no podía soportar el peso de la traición revelada.

Tom, enfurecido, se levantó y avanzó hacia mí. Su furia era palpable, y mi ansiedad creció mientras él se acercaba.

— ¡Eres una maldita! — exclamó, su voz llena de rabia.

Jugando a amar || Jenna Ortega x Fem.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora