Capítulo 6 - ¿Una más? Una más.

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Después de dejar a Jenna en su casa, me dirigí al lugar indicado por el capitán Nick. El trabajo fue lo de siempre, sin incidentes notables. Solo esas tareas rutinarias que aunque no emocionan, son necesarias. Al final, salí de la oficina y regresé a casa con una sola cosa en mente: prepararme para la "cita" con Jenna.

Me di una buena ducha, sintiendo cómo el agua caliente aliviaba la tensión de mis músculos. Después de vestirme y arreglarme, me tumbé en la cama, revisando distraídamente el celular. Justo cuando pensaba en qué mensaje enviarle a Jenna para confirmar los planes, la puerta de mi habitación se abrió de golpe.

— ¡Idiota, te he dicho que toques la puerta! — le solté a Noah, sin tratar de disimular mi irritación.

— Perdón, es que esto es emocionante. — dijo, con una sonrisa tan amplia que era imposible ignorar su entusiasmo.

— ¿Emocionante? — arqueé una ceja, sin entender del todo. — ¿Qué pasó? ¿Quién se casa?

— Tú, teniendo una cita con Jenna. — respondió con una expresión que mezclaba sorpresa y diversión.

Lo miré con incredulidad y rodé los ojos.

— Es solo una cita, nada más. — insistí, como si decirlo de manera casual lo hiciera menos importante.

— Stanley Schnapp en una cita. — repitió él, sonriendo burlón mientras me miraba como si fuera un fenómeno raro.

— No me jodas. — me levanté de la cama y me acerqué a la ventana, dándole la espalda para evitar la incomodidad de su mirada.

Escuché su risa ligera detrás de mí, pero su tono cambió rápidamente, volviéndose más serio.

— No estarás jugando con ella, ¿verdad? — preguntó, y al girarme para mirarlo de nuevo, vi la preocupación reflejada en sus ojos.

— No soy ese tipo de persona — repetí, casi como si intentara convencerme a mí misma. Noah me miró por un momento, como si intentara leerme, pero finalmente asintió.

Me quedé mirando mi reflejo en la ventana, recordando la forma en que Jenna me miraba antes, como si hubiera algo especial entre nosotras. Esa chispa en sus ojos, esa risa genuina. Y, por un segundo, me sentí mal. Pero enseguida lo empujé hacia el fondo de mi mente.

Esto no significa nada, me dije. Solo era una cita. Un juego para pasar el rato.

Pero, por algún motivo, esa idea no me daba el alivio que esperaba.

En ese momento, mi mirada cayó sobre el reloj y me di cuenta de algo alarmante.

— ¡Hijuesuputamadre! — exclamé, pegando un salto.

— ¿Qué sucede? — preguntó Noah, sorprendido.

— ¡Tenía que haber salido de aquí hace 10 minutos! —dije, apresurándome a salir de la habitación.

— Eso te pasa por hacerte el wey. — rió con un tono juguetón.

Salí corriendo de la habitación, bajando las escaleras lo más rápido que pude.

— Nos vemos luego. — grité, mientras cruzaba el salón.

— ¡Bye, cuídate, te quiero! — Noah me gritó desde arriba.

— Sí, adiós... Yo igual te quiero. — respondí automáticamente, antes de darme cuenta de lo que acababa de decir.

Oh no. Mis padres estaban en el sofá, pero ni siquiera les di tiempo de reaccionar.

Jugando a amar || Jenna Ortega x Fem.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora