Jugando a amar || Jenna Ortega x Fem.

Capítulo 12 - Arruinar la amistad.

Stanley estaba sentada en la camilla mientras la enfermera le tomaba la temperatura y la revisaba en busca de signos de algún problema mayor. Ella, sin embargo, estaba sumida en sus propios pensamientos, intentando procesar por qué su cuerpo estaba reaccionando de esta manera. La fatiga y el malestar eran evidentes, pero no lograba entender el motivo exacto.

La puerta se abrió de repente, y la profesora permitió que los chicos entraran.

Stanley, tan absorta en sus pensamientos, no se dio cuenta de la presencia de sus amigos hasta que Jenna se acercó a ella.

— Ella está un poco mal por ahora, pero necesita descansar. — explicó la profesora a los chicos, mientras estos observaban a Stanley desde la puerta.

— ¿Podemos pasar con ella? — preguntó
Jenna, visiblemente preocupada.

— Claro, pasen, pero solo hasta que termine el desayuno. Después, ustedes deberán regresar a clases. — respondió la profesora con una conrisa.

Jenna fue la primera en acercarse a Stanley, quien al notar la presencia de los chicos, giró su cabeza lentamente en su dirección.

— Trata de descansar, Stanley, llamaré a tus padres. — comentó la profesora, preparándose para salir del cuarto.

— ¡No. No les diga nada, estoy bien así. — respondió Stanley rápidamente, casi suplicante.

— ¿Estás segura? Si algo te pasa, nosotros seremos los responsables, y no quiero que eso afecte la reputación de la preparatoria. — insistió la profesora, con un tono más serio.

— Estaré bien. — Stanley afirmó, intentando sonar convincente.

La profesora asintió y se retiró del cuarto, dejándolas solas.

— ¿Cómo te sientes? — preguntó Noah, visiblemente preocupado.

— Mal, pero aquí andamos. — respondió Stanley con un ligero tono de ironía.

— ¿Crees que el alcohol de ayer y todo lo que pasó pueda ser la causa de esto? — preguntó Amy, observando a Stanley con seriedad.

— Ni me lo recuerdes, que me emputo. — respondió Stanley en español, con un tono frustrado.

Solo Noah entendió el comentario y no pudo evitar reírse.

— Te hemos dicho que no nos hables en español, aún no lo entendemos del todo. — Amy se acercó a Stanley, tratando de aligerar el ambiente.

— Aquí recordando que por ella estamos aprendiendo español. — añadió Sadie, sumándose a la conversación.
Stanley soltó una carcajada, pero inmediatamente se quejó del dolor.

— ¿Qué pasa? — preguntó Jenna, levantando una ceja con preocupación.

— Me duele el abdomen cuando me rio, como si me estuvieran clavando un cuchillo. — explicó Stanley, con una mueca de dolor.

— Okey, eso suena feo. — comentó Aidan, observándola con preocupación.

— Normalicen no hacerme reír. — sugirió
Stanley, tratando de mantener la calma.

Los chicos asintieron, respetando su petición.

— Oigan, ¿puedo estar con ella a solas? Necesito decirle algo importante. — pidió Jenna, mirando a los chicos con seriedad.

— Okey. — respondió Noah, quien se acercó a Stanley y le dio un beso en la frente.

Stanley lo miró, agradecida.