Jugando a amar || Jenna Ortega x Fem.

Capítulo 10 - Los nuevos renegados.

Narrador Omnisciente

Las semanas continuaron con tranquilidad, y Noah reveló su orientación sexual a su familia. La aceptación y el apoyo fueron abrumadores, lo que contribuyó a un ambiente familiar más armonioso.

De camino a la preparatoria

— Stanley, se nos había olvidado decirte que varias marcas de ropa nos contactaron para que las patrocines. Serás la imagen principal y embajadora. — Jennifer miró a su hija con orgullo.

— ¿De verdad? ¿Qué marcas? — preguntó Stanley, visiblemente emocionada.

— Vogue, Dior y Pandora. Estás perfectamente calificada para representar a estas marcas, y son una gran oportunidad para ti. — el padre intervino con una sonrisa.

— Eso está genial, Stancita. — Noah miró a su hermana con entusiasmo.

— ¿Stancita? — Stanley rió ante el apodo.

— Yo también voy a patrocinar una marca, a Gucci. — Noah sonrió ampliamente.

— Felicidades, niño. — Stanley revolvió el cabello de su hermano.

Al llegar a la preparatoria, el día transcurrió de manera normal. Las clases eran rutinarias y, aunque era el último año de preparatoria, Stanley no se quejaba.

Durante el desayuno, la conversación giró en torno a los sentimientos de Stanley hacia Jenna.

— ¿Cómo te sientes cuando estás con Jenna? — Aidan preguntó, usando su mano como micrófono.

Stanley rió. — Es difícil de describir, nunca había experimentado algo así.

— ¿Sientes esas típicas "mariposas" en el estómago? — indagó Amy.

Stanley se levantó de su asiento. — Un momento, necesito hablar con Emma.

Se dirigió hacia donde estaba Emma, que solo estaba acompañada por Wyatt.

— Emma, ¿cuándo dijimos que se acaba la apuesta? — preguntó Stanley, confundida.

— Dentro de 5 meses, y apenas llevas 2. — Emma le ofreció un café a Stanley.

— Parece que ha pasado una eternidad. — Stanley tomó el café y lo probó, haciendo una mueca.

— ¿Cuánto café le pusiste a esto? — comentó Stanley, tosiendo.

— ¡Hey, hey! — Emma le dio una palmada en la espalda al ver que casi se ahogaba.

— Voy a morir. — Stanley soltó una risa y bebió de su botella de agua.

— ¿Ya te has enamorado, verdad? — preguntó Emma repentinamente.

Stanley casi se ahoga con el agua. — Maldita sea. — Su voz estaba entrecortada.

Emma rió. — No te preocupes, no le diré a nadie.

— No estoy enamorada, sería una tontería. — Stanley intentó mantener la compostura.

— Te creeré. — Emma aceptó. — Oye, me enteré de que vas a patrocinar varias marcas. ¡Eso es genial! Felicidades. — Myers abrazó a Stanley.

— Gracias, pero aprecio mi espacio personal, así que muévete. — Stanley sonrió burlonamente.

Emma se retiró, aún riendo.