el libro era de una antigüedad oscura e inconmensurable, era impío, la magnitud de su maldad era tan grande, que esté fue sellado con símbolos arcanos de tal poder y desconocimiento, que no dejaban salir su malignidad, ni tan siquiera un ser tan poderoso y maldito como esa umbra, podía acercarse a él.
Cuando el libro fue abierto, la verdadera oscuridad se tomó la parroquia, el pueblo y tal vez la región entera, el mal había sido desatado, aquella oquedad pérfida volvió, rugió, se alegró y un baño de sangre sobrevino sobre el templo, mil muertos en una noche; Satanás empezaba a conquistar el mundo y tal vez algún día el universo.
El siervo duro seis años, tratando de abrir el cofre y seis años más, transcribiendo el libro, tamaña empresa, casi doce años, obteniendo la información de un códice prohibido; aquel texto oscuro contenía, el nombre de los ángeles del cielo, sabiduría, astronomía, magia, ornamentación para las mujeres, maquinarias de guerra, agricultura, ciencia, y en las últimas páginas, había lo que se suponía era una profecía, esta difería radicalmente, a lo que era el libro del apocalipsis, decía que en los últimos tiempos, una mujer iba a dar a luz, a un niño.
Un humano normal, el cual conseguiría la trascendencia, ya que su cuerpo, alma y espíritu, sé complementaria perfectamente con una deidad, que caería del cosmos, creando un ser temido por los mismos DIOSES.
Este ser seria capaz de destruir estrellas y galaxias, traería oleadas de muerte y de caos al universo, la destrucción del cosmos, vendría de ese humano; puesto que este ser, podría contener, las almas y los espíritus, de los seres de la tierra, de los demonios y de los ángeles, este destruiría primero la tierra y después todo.
Pero el siervo se quedaría estancado en punto, en el último capítulo, por mucho que la umbra maligna, le hubiese dado sabiduría, no podía proseguir, porque en la profecía, estaba ella, hablaba sobre una humana elevada a ser una diosa, una deidad que podía, crear civilizaciones avanzadas, levantar imperios del caos, y que al final ella traería la paz al universo, que traería balance al cosmos.
La profecía proseguía, pero en un lenguaje desconocido para el monje, duro mucho tiempo buscando el significado de esa escritura, y llego a la conclusión, que ese lenguaje no era humano, no había raza que lo hablara, ni lo escribiera.
El siervo se rindió, pero el señor de la oscuridad no, este último tenía un haz bajo la manga y era que si ese lenguaje, no era humano, ni angelical, tenía que ser cósmico, por eso empezó la guerra entre seres extra terrenales, como los que habitan la oscuridad del cosmos, contra los demonios que llenaron de terror el firmamento.
Sin embargo, esta guerra cósmica, había empezado instantes después de la primera pisada del humano; Satanás, quería venganza; ya tan solo no era la sed de sangre y muerte, contra los hombres, sino que iba tras las huellas del adulterio de lilith y sabía que ese lenguaje, provenía de aquella deidad cósmica, de aquella supuesta emanación de DIOS.
Desde hace milenios, él ya buscaba a la diosa, el fruto de una fornicación, entre una plebeya como lilith y un ente cósmico infinitamente poderoso; la búsqueda de la niña había tomado ya mucho tiempo, era la hija perdida, de la primera mujer de Adán.
El capítulo de esa profecía, detallaba su nombre y sus huellas, ella era la clave para desatar el caos o el balance en el universo; pero nuestra diosa, no volvió a ser divisada, se perdió de los anales del tiempo, pero como decía la profecía.
Ella iba a dejar huellas imborrables en la humanidad, imperios que crecían, en torno a ella, así creció la gran babilonia, los imperios sumerios, africanos, persas y asirios; la magnificiencia de Egipto, tierra de faraones; su vasto poder llegó hasta las orillas del Ganges y del Yang-Tsé, hasta llegar al esplendor de Grecia, y la grandeza de roma; sin olvidar los gigantescos imperios mesoamericanos, y la tumultuosa era del islam, culminando en los imperios caídos de Europa, todos levantados, bajo él haló solar y la forja del hierro.
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INFERNUM, El Último Ángel Caído
HorrorSi el apocalipsis no es como lo dice la biblia, que pasaría si las puertas del infierno se abriesen, condenarían al humano y al universo mismo, pero que pasaría si más allá de ese universo inconmensurable, satanás y lucifer despertaran una fuerza có...