La terrible noticia era para Ricardo, cuando saco las llaves, algo habitaba en ese corazón, pero nadie sabía que era; bueno, alguien sí lo sabía, la entidad que los había estado observando desde hace mucho tiempo, la que sentía una ira inmensa hacia aquel hombre y también un endemoniado odio hacia estos seres.
Esta oquedad, había acogido entre sus brazos, al gato que había matado Ricardo, la misma oquedad que observaba desde el cosmos a Sofía, la misma oquedad que había observado el resurgir de Legión y de sus demonios, esa oquedad era imparable, era tan poderoso, sería Cthulhu, no lo era, tampoco era Azathoth; esta extraña entidad, no era nada parecido a los monstruos de tan temida mitología.
Ni tan siquiera el poder de estos dos seres primigenios, podría igualar su vasto conocimiento del universo, su poder jamás podría ser medido, por la imaginación del maestro Lovecraft; esta entidad cósmica, era una extraña emanación de un poder más grande, era el espíritu de un ser inevitable, y lo que había salido del despreciable corazón de legión, era su alma; un alma indómita y salvaje, un alma que nunca había habitado un cuerpo, ya que su cuerpo original, aún no había nacido, su oquedad, su interior, sí que había tenido algún día carne y hueso, un cascarón vacío sin esencia, que fue quemado por las brazas ardientes del infierno, y esa tiniebla cósmica quería venganza, solo que aún no; tenía que complementarse con su cuerpo y la sustancia infinita del creador.
Ricardo había sacado la llave y vio que había una luz, que se estaba apagando, el tiempo estaba por terminarse, introdujo apresuradamente la llave en el blasfemo corazón del demonio, la giro hacia la izquierda, grito la mujer, recordándole que era hacia la derecha, sus dedos empezaron a ser absorbidos por este corazón, por mucho que luchara no podía sacarlos, este imbécil, seguía con la idea torpe, de extraer la llave o hacerla girar, saco su glock y empezó a disparar al órgano.
Ya este había absorbido la muñeca del hombre, él seguía disparando, hasta que por un azar del destino, pudo girar la llave hacia la derecha, el corazón se tornó de una oscuridad y este pudo sacar lo que quedaba de su mano, solo era una masa viscosa y amorfa, ya no quedaba ni la piel, Ricardo grito de dolor; con su mano izquierda, seguía disparando decididamente, al hacer esto, Legión volvió en pie, cogió su corazón que estaba levitando y lo introdujo nuevamente, en su acabado cuerpo; la última configuración que tuvo el órgano lo había revitalizado, su rostro había sanado, ya que estaba desfigurado, por los golpes mortales de Ricardo, y su cuerpo, ya sano, estaba más vivo que nunca, la energía residual que había quedado de aquella alma, fue absorbida por la sangre negra y fétida del demonio.
Legión, con una velocidad inusitadamente rápida, agarro el brazo derecho y lastimado de Ricardo, lo arranco desde la raíz del hombro y con un solo dedo, de su mano derecha, golpeo la frente de este, e hizo un hueco y acabo con la pelea, Ricardo cayó de bruces, la mirada de la mujer que hacía unos instantes era de alegría y jubilo, se volvió de desacierto, desolación y de una enorme incertidumbre.
Su mirada estaba vacía, su cara estaba empapada de la lluvia que caía y roja de la sangre que subía, ella solo podía imaginar, las formas atroces de tortura, que iban a tener y de qué muerte y sufrimiento les depararía, ese futuro macabro, al cual iban a hacer sometidos en unos cuantos minutos; Ricardo se puso en pie como pudo, y malherido se abalanzó disparando nuevamente.
Todas las balas penetraron en Legión, y salieron del cuerpo de Miranda, no tocaron ningún órgano vital, pero quedo muy lastimada, esto era imposible, era como si Ricardo le hubiese disparo a Miranda por la espalda; los dos no podían entender que pasaba, como sus disparos la habían herido, en eso la voz petrificante e infernal de Legión, sonó nuevamente, esta vez tenía más entonación y sonaba con mucha más furia y la multitud de voces que lo acompañaban, se hicieron más vigorosas y blasfemas, sus palabras contenían irá, esta vez sonaba aún más terrorífica que antes.
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INFERNUM, El Último Ángel Caído
TerrorSi el apocalipsis no es como lo dice la biblia, que pasaría si las puertas del infierno se abriesen, condenarían al humano y al universo mismo, pero que pasaría si más allá de ese universo inconmensurable, satanás y lucifer despertaran una fuerza có...