Adriana soltó el cuerpo de su madre, mientras las lágrimas recorrían su bello rostro moreno, agarro una manta y la puso encima, ya había sacado la lanza que la atravesada, los otros instrumentos fueron imposibles de sacar, y abrió el rollo escrito.
Pero era algo compleja su lectura, eran símbolos, dibujos, pero algo me llamó la atención, se veía a tres seres dibujados y después estos creaban a uno solo, llamándolo dios, no entiendo, que significaba esto, era una burla, pienso yo.
La brutalidad de aquellas imágenes son repudiables, lo peor es no poder encontrar una idea lógica para lo que paso, solo conjeturas, hipótesis, ni la ciencia ayudaba a un orden de ideas, nada, por más que hubiese teorías rebuscadas, algo del más allá había hecho esto.
Esto me hizo comprender que nos estábamos solos, que había entidades; cosas que no se pueden explicar, como explicar un fantasma, si la física de nuestro mundo lo hace ver imposible, pero el cosmos, algo puede haber en el cosmos, una ciencia, una física distinta, una tabla periódica completa, donde podamos encontrar la posibilidad de que estos eventos existan, materias exóticas, fundamentos científicos que aún no se crean, fórmulas mágicas, sonidos, antimateria, energía oscura, algo en el profundo universo puede tener la respuesta; hoy empecé a creer en lo que la ciencia no creía.
Será que la ciencia de mi mundo, me podría decir como en casi cuatro horas mataron más de mil personas, sin armas de destrucción, solo con artefactos arcaicos, como explicar que un cuerpo pudiese seguir vivo con tal nivel de tortura, como lo observe en el cuerpo de Lucrecia, o como la ciencia me podría explicar la gran pérdida de sangre y seguir viviendo.
Esta madrugada la ciencia murió para mí, bueno, eso creo yo, aunque no voy a dejar de ver a un doctor, por ir donde un chamán a que me medique; decidimos salir del lugar, la humedad, el moho y la sangre seguían latentes, las marcas de las garras permanecían en la pared.
La sala se veía antiquísima, como si el tiempo se hubiera detenido, salimos rápido del sitio y todo estaba igual, sangre, olor a muerte, cuerpos desmembrados por doquier; los demás compañeros de Adriana ya habían subido a los demás departamentos, los pobres estaban fuera vomitando, angustiados, en un estado tal, que sus cuerpos temblaban de físico terror, lamentablemente ya habían transcurrido unas cuantas horas y no se divisaba una sola persona con vida, todos decían lo mismo, cuerpos deformados u horriblemente mutilados.
Cuerpos con extrañas simbologías, patrones antiguos y oscuros, arcanos satánicos, era tal el festín abominable de la situación, que los policías, más rudos y temerarios, sucumbieron al hedor de esta extraña fatalidad.
Había cuerpos traspasados de lado a lado por paredes, todo era extraño; este amanecer daba un brillo espeluznante y macabro para nuestros ojos, lo que no habíamos visto en la oscuridad, la luz de ese nuevo día, lo hacía dimensionar en un esplendor infernal.
Una nube oscura, oculto por un momento la forma de un tímido sol que, en el horizonte, empezaba a relumbrar de forma siniestra, burlándose de nosotros, diciéndonos, querían ver la muerte, véanla satisfagan sus miradas, vean el terror en carne viva, sientan el azote del seol; el sol no nos daba alegría, ya que su luz mostraba la verdadera masacre, ríos de sangre, cuerpos apilados, brazos, piernas, en fin, ese tímido sol, nos mostraba el infierno de la villa del sagrado corazón de Jesús.
La lluvia seguía precipitándose, no era fuerte, pero era constante y metódica, una niebla espesa empezó a surgir del fondo de la casa de las mil muertes, un rayo de luz de un sol mezquino y cobarde, se abrió camino entre esa oscura nube que, de alguna forma lo había arropado entre sus sueños, creando un cielo encapotado y triste.
El incesante caer de la lluvia, vio cómo nacía diabólicamente un haz de fotones que, nos mostraba el verdadero estado de la villa, como si colaborara con la causa de aquel monstruo destructor, tal vez el astro solar se había confabulado, nos mostraba tímidamente un suceso, pero en realidad nos quería mostrar un mundo.
ESTÁS LEYENDO
INFERNUM, El Último Ángel Caído
TerrorSi el apocalipsis no es como lo dice la biblia, que pasaría si las puertas del infierno se abriesen, condenarían al humano y al universo mismo, pero que pasaría si más allá de ese universo inconmensurable, satanás y lucifer despertaran una fuerza có...