CAPÍTULO VI

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Harnold es como un ángel que llegó a mi vida a tornarla de colores, tiene la facilidad de sacarme una sonrisa, y de hacer que mi corazón ande mil cada vez que lo tengo cerca.

Pasó un rato, y después de que acabaran conmigo, y se sentarán Emma, Elis la pelirroja y Harnold que faltó poco para estropearme.

La pelea entre Adrian y Harnold, al pasar una chica y decir si estaba gorda o tenía nalgas, obviamente le di la razón a Adrian, no es que quisiera que Harnold vacilara a alguien y menos en mi presencia.

Los cuentos chistosos de ellos y la semidesnudez de Adrian.

Decidimos ir a almorzar, porque de verdad teníamos hambre.

Fuimos a una cafetería a comer pizza y tomar jugos, y bueno después de pasar dos mil penas gracias a estos animalitos del señor.

–Men, sabes que es que me pongan un poco de jamón solamente en el medio de la pizza–dice Alex cabreado y todos nos empezamos a reír.

Pero en una de esas peleas de él, se le cae un poco de jamón en el suelo.

–Mira, se te fueron cinco pesos–dice Harnold riendo, y antes de reclamar algo Alex, se le cayó otro poco de jamón–Mira, se te fueron cinco más.

A todos nos daba gracia, pero que gracia le podía dar a Alex cuando el poco jamón que le pusieron se le cayó.

–Después de que me ponen poco jamón, también viene y se me cae–dice Alex resoplando en paciencia.

[...]

–Si no quieres más helado dámelo–dice Harnold arrancando literalmente el cono de helado de mis manos.

No le bastaba con el que tenia en sus manos, si no que también quería el mio, sin compasión.

Tomaba de un helado, y cuando se le estaba derritiendo el otro, lo tomaba y así. Era helado desde su cabello, hasta la pinta de los pies.

–¿Por qué no vamos a mi casa?–dice Elis mirando el estado de todos, sobre todo el de Harnold–Así se lavan–dice mirando específicamente a Harnold–Y beben agua.

Todos asentimos, y fuimos a su casa, la más decente era yo y porque no terminé de tomar mi helado.

Elis salió con agua y quien dice que como dos niños chicos, Harnold y yo no hechamos a correr a ver quien tomaba primero el vaso.

–Lo tomé yo primero–digo tirando el vaso hacia mí

–No lo cogí yo primero–dice Harnold haciendo lo mismo que yo

–No, dámelo a mí

–Me van a romper el vaso–grita Elis al ver que su vaso estaba a punto de caer al suelo y hacerse polvo.

Después de como estar alrededor de diez minutos a ver quien bebía agua primero Harnold se cansó y me lo dio

–Ya, está bien quédate con el vaso–dice soltando el vaso y poniendo cara de niño chico enojado

Le saco la lengua y hago un gesto infantil y él hace lo mismo.

Que lindo se ve así enojado, con cara de niño cuando no le quieren comprar ese juguete, me gustaba admirarlo de todas las maneras posibles, buscando la manera en la que pueda criticarlo, pero no había una razón para hacerlo.

[...]

Me gustaría parar el tiempo y quedarme eternamente a su lado, pero no puedo detenerlo, solamente puedo ver como se marcha una vez más rumbo a su pueblo.

Antes de subirse  al bus, se despide como mismo me saludó.

Todavía tengo enclavado en mi nariz su perfume.

Quien diría que a partir de ahí comenzaría una historia, donde éramos protagonistas de un recuerdo imborrable.

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Holis caramelitos ¿Como están? espero que bien, este capítulo es bastante corto, pero bueno, ahora es que se vienen cositas, esto es como una pequeña introducción de como fue que se conocieron y ahora viene lo duro mi gente, esperen con ansias los dos capítulos que voy a publicar la próxima semana que a partir de ahí comienza la verdadera acción

Si les está gustando la historia, compartan el link que me ayudarían mucho, también déjenme su estrellita y sus lindos comentarios que me hacen feliz

Espero que estén disfrutando leerla, así como yo disfruto escribirla

Muchos besos caramelitos

                  Los quiero mucho

Desde el fondo de mi cocorito

                                                            k.v

Me Enamoré De La Persona Equivocada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora