Me Enamoré De La Persona Equivocada

CAPÍTULO XXV 2/4

Maratón 2/4

No se porqué huye de mí pero realmente lo hace, segundos atrás estaba ahí sentado con mi mejor amigo, tan solo bastó mi llegada para irse huyendo a la piscina.

–Lo ahuyentaste–dice mi mejor amigo riendo.

–Ni que lo menciones–digo frustrada sentándome en la meseta del bar.

–Estuvimos hablando bastante rato, incluso hablamos de ti.

–¿¡Ah sí!?–digo emocionada–Espero que no te haya dicho nada malo.

–No. Fue de lo que pasó–dice mi mejor amigo bajando la cabeza.

Mi cara de felicidad cambia a una de tristeza al recordarlo.

Es algo muy fuerte que no quisiera tocar, y que tampoco tiene que ver con él.

–Yo le hice el cuento y se río tocándose el pelo–dice riendo.

–Normal, y que te dijo–digo curiosa.

–Vaya, me dijo así levantando las cejas y arrugando la frente, y yo le dije no y más sabiendo la situación y me dijo riendo si si si –dice mi mejor amigo haciendo exactamente las mismas muecas que él.

Me heché a reír sintiendo el calor emanar de mis mejillas.

–Sí, imagino

Mi mirada se desviaba, estaba sentado con los pies metidos en la piscina, apartado, jugueteando con sus manos.

Se que quieres venir, pero no lo vas a hacer, porque tú orgullo y tú ego no te permiten hablarme.

–En que tanto piensas–dice mi mejor amigo, acercándose a mí, mirando lo mismo que yo.

–No se acerca a mí ni a jodidas–digo riendo y él hace lo mismo.

–Él quiere venir, pero no lo va hacer hasta que te vayas.

–Lo sé–digo aún mirándolo.

Néstor sigue atendiendo su trabajo y mi mirada seguía aún posada en él.

Sus ojos de vez en cuando se desviaban hacia mí, y nuestras miradas se cruzan, una vez más.

Las sensaciones empiezan a aparecer.

Dime, Harnold.

¿Tú también puedes sentir esas sensaciones?

¿En qué tanto piensas cuando me miras?

–Hey despierta–dice Dani apareciendo por la barra–Estás en otra galaxia, metida en  tú propio mundo.

–Él,  es mi mundo–digo con una sonrisa infantil, pestañando seguidas veces.

–No se ni que le vez, con lo feo que es–dice arcando una ceja.

–Mentira–digo fingiendo tristeza.

–Si ya como digas.

[...]

Pasó varias horas, casi tenía que irme. Entre las risas de nosotros y mis tonterías pasó la tarde volando.

Y bueno sus miradas, todo el tiempo, sus miradas, conectando con la mía, encontrándose mis sentimientos, como la primera vez.

–Ya tengo que irme, tengo que tomarme la medicina–digo parándome del sillón–Justin, espérame, voy un momento al baño.

Sabía que se encontraba ahí, cambiándose de ropa, mi perspectiva era que el baño de los varones estaba abierto, y el de las niñas cerrado, y que el se había metido en el baño de las niñas ya que hace un momento el de los varones estaba ocupado, y pues yo lo iba a utilizar.

Entro con todo el impulso del mundo, pero me paro en seco cuando lo veo en el medio del pasillo abrochándose el jean.

Levantándose la camisa lentamente, mi mirada sigue sus movimientos y se detiene mirando su desfigurado ser.

Cuando caí en cuenta de que lo tenía frente a mí, lo más probable mirándome hablé.

–Hay alguien en ese baño–digo un poco nerviosa, sintiendo mis mejillas arder, seguro por el color rojo que estaban tomando.

–No, no lo sé–dice poniendo su sudadera y yo entro en el baño, tirando la puerta detrás de mi.

Recostándome a la misma en un  intento de controlar mi agitada respiración. Mi corazón bombeaba acelerado.

Mi respiración se calmó, mi corazón latía fuertemente y mis mejillas aún las sentía rojas.

–Ken está todo bien, te veo muy roja–dice Justin preocupado.

–Si está todo bien–digo sin mirarla, miro a Harnold, el cual se voltea hacia mi y ríe.

Joder, como tienes el poder de volverme loca con tan solo una sonrisa.

Me tienes en tus manos, y no te estás dando cuenta.

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Capítulo corto pero seguro, misamores ya solo quedan tres capítulos más el epílogo para el final de esta historia, después de 1 año escribiéndola XD, pero bueno. Espero que estén disfrutando de esta lectura.

Los quiero chikitrikis <333