CAPÍTULO VII

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Toda mi realidad cambia cuando estoy con él. Ahora lo tengo de frente y no se tan siquiera por donde empezar.

Hace tanto no lo veía que ya ni sabía que hacer. Mis sentimientos se hicieron más profundos y cada segundo que pasaba no me lo podía sacar de la cabeza.

Estábamos sentados en un muro de una casa desalojada. No podía estar quieta tan siquiera, de lo ansiosa que me encontraba.

–Y bien, que tenías importante para decirme–me dice ya ansioso.

Hace una hora lo tenía esperando, le dije que quería hablar con él. Quería confesarle mi amor, pero después de que lo tuve de frente me arrepentí y empecé a esquivarlo, pero hace tiempo lo tenía así.

–No ya olvídalo.

—Vamos dime, te escucharé–me dice tomando mi mano.

Espero no arrepentirme de esto.

–Harnold

–Dime

Mi corazón empezó a latir desenfrenado, estaba muy nerviosa porque realmente no sabía su reacción.

¿Y si arruino todo?

¿Y si esto acaba con nuestra amistad?

–Me gustas–le suelto de golpe cerrando mis ojos y apretándolos al igual que mis manos–Me gustas, y mucho.

Su cara cambió al instante, ya no sonreía, se puso serio, demasiado serio.

Creo que lo arruiné.

–¿Cómo sucedió todo?–dice tranquilo.

Al menos no se enojó.

–Como sucedió todo–repito las mismas palabras que él pensando una respuesta.

¿Qué cómo sucedió todo?

–Ni yo misma lo sé–digo mirando al suelo moviendo inquietamente mis pies–Un día te conocí y al otro no te podía sacar de mi mente.

Él ríe mirando al suelo y mueve su cabeza de un lado a otro.

–Ya yo sabía.

Mis ojos se abrieron de par en par y levanté mi mirada por primera vez.

–¿Como lo supiste?

–No es normal que te quedes mirando fijamente a alguien cuando está entretenido.

Abrí mi boca para decir algo pero permanecí en silencio.

Permanecí unos minutos en silencio, pero ya que había empezado iba a terminar.

–Quería saber si podíamos conocernos mejor, quizás podríamos llegar a algo en algún momento–digo apenada mirando al suelo.

–Kendall–levanto la mirada, y su cara de pena no me decía nada bueno–Yo no soy para ti.

Lo sabía, esto del amor no va conmigo.

Me levanto del muro decidida a irme. Jodí una amistad, quedé como una tonta y ahora sentía ganas de llorar y un dolor muy fuerte en el pecho.

Harnold tomó mi mano y me hizo que lo mirara a los ojos.

–Él problema es–hizo una pausa y suspiró–Que yo soy un chico muy mujeriego, te voy hacer sufrir, y tú eres muy buena para alguien como yo, entonces prefiero que sigamos así, como buenos amigos, porque después la cago y Harnold es el malo, como siempre.

–Entiendo–digo fingiendo una sonrisa–Ya estoy adaptada a eso.

Me levanté del muro y él se levantó junto conmigo, yo le di mi espalda y me fui, y por arriba de mi hombro pude notar que él se quedó parado mirando como me iba.

No se porqué pensé que alguien como él se iba a fijar en alguien como yo.

Como me pasó por la cabeza que esta vez iba a ser diferente de las otras veces.

Un corazón roto es de las cosas más terribles que puedes experimentar, se te cierra la mente, te arde el pecho, y el agujero que queda en él te devora por completo.

No se porqué alguien nos hizo creer que el amor lo arregla todo.

Mis lágrimas caían a cántaros, y mi corazón se sentía partido en pedazos.

Pensé que aquí todo acabó, pero fue el comienzo de lo que acabaría con mi vida por completo

...

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Hola preciosuras como están, espero que bien

¿Qué creen de la reacción de Harnold ante semejante situación?

Déjenmelo dicho en los comentarios

¿Les está gustando la historia?

Si es así no olvides compartir el link, deja tu estrellita, y un hermoso comentario que me hacen muy feliz, me ayudarían mucho

Sin más preámbulos, espero que hayan pasado un lindo fin de semana

Los quiero mucho caramelitos

                                        k.v

Me Enamoré De La Persona Equivocada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora