Me Enamoré De La Persona Equivocada

CAPÍTULO XXIII

–Esa publicación que subiste era para mí ¿verdad?–dice Harnold mirando en su celular la historia que había subido para WhatsApp–Responde–dice serio, sin despegar un segundo la mirada de mis ojos.

Lo intenté, lo juro que lo intenté, pero sus ojos café me flecharon. Lo intenté, os juro por mi existencia, lo intenté pero ver sus carnosos labios me embelesaron. Lo intenté, lo juro que lo intenté, pero su cálida sonrisa traicionó mi cuerpo. Lo intenté, os juro por todas las religiones existentes, lo intenté, pero sus espesa voz me debilitó. Lo intenté lo juro que lo intenté, y por más que quise evitarlo, aún así de ti me enamoré.

–¿Por qué te coges todo para ti?–digo cruzando mis brazos–No eres el centro del universo. Además no era para ti, tengo novio–miento llevando a cabo el plan mío y de mi mejor amiga, hacerle creer a Harnold que no solamente giraba alrededor de él. Pero aún así no era capaz de poder levantar la mirada.

–No lo creo–me dice seguro de lo que hablaba.

–¿Cómo estás tan seguro de eso–digo, y él toma mi mentón haciéndome levantar la mirada, y una vez mis ojos posaron los suyos me suelta.

–Porque no serías capaz de estar con alguien cuando aún sigues enamorada de mí.

En ese momento los protagonistas de una novela se miran a los ojos y se besan pero no era así. Los dos seguimos sosteniendo la mirada uno al otro.

–Mentiras. Ya me tengo que ir, nos vemos otro día–digo quitando la mirada de sus ojos.

–Espera, es broma–dice riendo por lo bajo.

–Imbécil–digo amargamente.

–Tranquila fiera. Ya me leí tu libro.

–¿Tan rápido?–pregunto algo nerviosa.

–Sí, no es tan largo. Hasta donde vas, el título no tiene nada que ver con la trama.

Mierda, se dio cuenta.

Eres más inteligente de lo que imaginaba, Harnold. Grita mi subconsciente.

–Es que, aún no llegas a la parte en la que se habla realmente de la trama–digo fingiendo una sonrisa que salió más bien como una mueca.

–Bueno, si tú lo dices

–Entonces, ¿Qué te pareció?–pregunto con de algo entusiasmo.

–Bueno, algunas cosas no compaginan. Es que comienza con algo de cliché no sé muy obvio, ¿y los protagonistas ya se besan? está raro eso.

–Es que, el principio del libro es algo común y corriente sabes. ¿Pero dime, en qué libro no existe un cliché?.

–Bueno no es menos cierto–dice rascando la parte atrás de su cabeza.

–Además, las cosas no son después como parecen–digo cruzando mis brazos.

–Sí tú lo dices. ¿Y de qué va el final?–pregunta atento

–Si te digo no tendría sentido, ¿no crees?–digo arcando una ceja.

–No lo voy a leer más, sabes que leer no es mi fuerte. Solo quería saber de que iba.

En poca palabras.

Kendáll, quería saber si el libro se trataba de mí no más, no es como que me interesara leer el libro por voluntad propia.

En resumen.

[...]

–Interesante el giro que le das a la trama. Aún así, el título no tiene que ver–dice cruzándose de brazos.

Suspiro mientras pienso que decirle.

–Harnold, es de un amor imposible y oscuro, no crees que si no se hubiera "enamorado" nada de eso hubiese pasado–digo inventando alguna excusa.

–Igual, hay algo que está mal contado ahí.

–Pus que quieres que le ponga Almas Distintas–digo rodando los ojos.

–Me gusta ese título sabes.

Bingo.

–Bueno, pues así le pondré.

–¿Cuando lo públicas?

–Un año de estos–digo regalándole un guiño–Me tengo que ir. Nos vemos otro día, ricitos.

–Hasta la próxima aventura Kendáll–dice despidiéndose con la mano como un general.

Llevaba en mi cara una sonrisa enorme mientras caminaba en dirección a mi casa dando saltitos como niña pequeña.

Harnold, tú,  eres el controlador de mis emociones.

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Solo tengo para decir buenas noches, espero que estén bien y disfruten del capítulo.

                         k.v<333