ONE-SHOTS KATSUDEKU

Sin Pelotas

Drabble omegavers katsudeku

Katsuki esta en problemas. No quiere aceptarlo, pero sí fue su culpa.

Deku rogó porque no lo anudara durante el celo, pero él no pudo contenerse, su esposo es el Omega más hermoso y lo calienta como nadie en el mundo. Pedido en sus muslos pecosos reaccionó cuando uno de sus cachorros comenzó a tocar la puerta preguntando si podía dormir con ellos, pero ya era tarde.

-Mierda.

No pudo expresarse mejor. Su esposo dejó de hablarle una semana y sus cachorros veían curiosos como sus padres les preparan el desayuno, los alistan para la escuela y los llevan en la van familiar, pero sin hablarse.

Son 7 preciosos cachorros, todos en edad escolar, desde primero hasta sexto primaria. El más chico apenas va a preescolar. Su madre Omega los despide con un beso y les entrega sus bolsas con su refacciones para el receso.

El mayor, Hiro, lleva a sus hermanitos al interior de la institución. Cuatro cabelleras rubias y tres peliverdes. Los Bakugo- Midoriya son todos muy reconocidos en la escuela, ya que depende a quien te encuentres habrán sonrisas o gruñidos. Todos son una curiosa mezcla de sus padres, en apariencia y carácter. Incluso la pequeña Mizuki, la única chica, es tan valiente y parlanchina como ellos.

El silencio regresa a la pareja cuando los ven entrar.

Katsuki sabe que la cagó, a lo grande. Ya habían hablado de no tener más bebés y ahora, días después del último celo, el aroma lechoso y a miel en su esposo indicado que de nuevo tendrán otro bebé.

-Amor...

-Cállate Kacchan, solo... No me hables ¿Si?

-Por favor Izu, no podemos seguir así, ¿Qué puedo hacer para que me perdones?

El Omega respira profundo mientras su esposo conduce, en parte también fue su culpa por no tomarse una pastilla de después de ciclo, pero es que su vida en casa atendiendo a su enorme familia no le deja tiempo para pensar en esas cosas, y su tonto alfa tampoco pudo hacerle el favor de comprarla. Así que cuando entran, gripe molesto y por fin le contesta.

-¡La maldita vasectomía, Kacchan!

-¡¿Qué?!

-¡Lo que oíste, o te cortas las pelotas o te juro que nunca dejaré que entres al nido!

La puerta de su habitación estrellándose justo frente a su rostro fue la sentencia final de parte de su amor y ahora verdugo.
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-Así que por eso ahora vienés a pedir Consejo... Hermano, la vasectomía no duele, es rápida y créeme, disfrutar del sexo sin riesgos de otro bebé es lo mejor.

-¿Y tu orgullo de Alfa? maldito pelomierda ¿No perdiste nada al operarte?

-No, sigo siendo el mismo bro, además, después de los gemelos Denki también me amenazó con alejarse, y eso que solo tenemos 3 cachorros. Ustedes sí que han sido una fábrica de bebés muy productiva. ¿No has pensado en el desgaste que sufre tu esposo en cada embarazo y parto? Es difícil para ellos.

Eso último sí que había sido un golpe bajo. Recuerda con claridad cada uno de los nacimientos de sus cachorros, el dolor, gritos y lágrimas de su esposo.

-Maldita sea.

-Piénsalo bro, tu familia es más importante.
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Esa noche cuando regresó a su hogar, la quietud le sorprendió. Su esposo dormía acurrucado en la cama king de su dormitorio, rodeado de sus siete cachorros, quienes felices abrazaban lo que pudieran de su madre. Allí lo supo, su Omega merecía el sacrificio de sus pelotas, por lo que aún un poco adolorido por su pequeña cirugía, se acurrucó junto a su manada.

Ya mañana le contará a su Omega que ya no tendrán que preocuparse por un noveno hijo.

Fin.