Él Nunca Se Fue...

1.4K 223 6
                                    

Era una mañana preciosa, cálida y brillante.

Una ocasión especial para él.

Alistó una deliciosa comida, para dos. Un mantel con bordado de encaje al rededor y la música de siempre en su celular. Listo salió de su hogar.

Caminó por el sendero rodeado de flores silvestres, disfrutó de la brisa veraniega que mecía sus cabellos verdes y ondulados.

Los vecinos del pueblo lo vieron caminar tranquilamente hacia ese sombrío lugar, como cada año, en esa misma fecha: 20 de marzo.

Izuku ignoró sus miradas y cuchicheos, feliz y emocionado por entrar abrió las pesadas rejas de metal. Los cuervos graznaron y volaron lejos con el horrendo sonido chirriante.

Nadie entendía porqué, pero Izuku sí. Él hizo una promesa y hasta el último día de su vida la va a cumplir.

El omega extendió su lindo mantel sobre el suelo, justo al lado de la persona más importante para él. Saludó cariñoso mientras colocaba la merienda y compartió un poco de pastel.

Un aniversario es sin dudas una ocasión especial.

Desde fuera del tranquilo lugar, las personas negaban viendo la inquietante escena.

Izuku colocó la canción que cada año bailaban juntos y subió el volumen. Tomó sus inexistentes manos y bailó con Kacchan, quien le sonreía emocionado.

Su corazón se llenaba de calidez, las hojas de los árboles bailaban con el viento, así como él lo hacía con su alfa.

Pero para todos, solo era el pobre omega viudo que no superaba la pérdida de su esposo.

Por ello, cada 20 de marzo, nadie, además de Izuku, ingresa al cementerio. Pues todos respetan su dolor y aprecian la sonrisa alegre que el lindo omega pecoso muestra únicamente cuando "baila con su amor".

Para Izuku, Kacchan nunca se fue.

Fin :3

ONE-SHOTS KATSUDEKUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora