chispitas

1.1K 171 8
                                    

Todos cerraron los ojos fuertemente cuando una luz blanca se emitió desde los escritorios cercanos a la ventana.

Los gritos de asombro hicieron que Aizawa despertara de su siesta, la que supuestamente terminaría después del período, en el que sus alumnos de la clase A diseñaban estrategias en conjunto para maximizar sus dones.

Sus ojos enrojecidos escaneados lentamente todo el salón. Las chicas estaban amontonadas cerca de los escritorios de sus dos chicos problema el resto tomaba fotos o videos con sus celulares.

-¿Qué se supone que hacen?

Su voz cargada de resignación y cansancio hizo que todos se sentaran de inmediato.

Todos señalaron hacia el escritorio de Izuku y Katsuki, allí comprendió la situación.

Sus alumnos se encontraban convertidos en niños pequeños. Izuku lloraba aferrado a un pequeño Katsuki que apesar de tener los ojos cristalizados por sus muy obvias ganas de llorar también, lo protegía de todos, encorvado en una posición de ataque mientras emitía chispitas de sus manos.

—Es que en serio no puedo dormir una siesta...

Sin más remedio se acercó a los niños para calmarlos, las chicas de la clase A habían intentado hacerlo antes, pero toda acción por separarlos solo hacia llorar más a Izuku, así que sin nada más que hacer, Aizawa los cargó a ambos.

-Sensei ¿Qué hacemos?- Iida preguntó preocupado, todos veían con curiosidad como los dos niños de aparentemente unos 4 años se mantenían abrazados, aún en brazos de su maestro.

-Retírense a los dormitorios, los llevaré a la enfermería para averiguar qué pasó.

Todos renegaron por unos breves segundos hasta que el mayor activó su quirk y los hizo callar.

En el camino por los pasillos Izuku quien dejó de llorar al ver un "asombroso" quirk en el hombre, comenzó a jugar con los cabellos negros del mayor, pensando en cómo habían flotado hace tan sólo unos instantes.

-S-señor... ¿P-puedo ver su quirk otra vez?

La curiosidad superó al miedo del pequeño peliverde, Aizawa suspiró resignado, su estudiante era igual de fanático de los dones como en la actualidad, antes de poder mostrarselo un gruñido le alertó de la pequeña bomba que llevaba en brazos.

-Maldición Deku ¡Tú mamá y la bruja dijeron que no habláramos con extraños!

Izuku asustado se cubrió la boca con ambas manos. El rubio siguió regañándolo mientras el menor simplemente volvía a llorar asustado ante la posibilidad de estar siendo secuestrados.

Divertido y algo enternecido por la situación de los dos infantes, Aizawa ingresó a la enfermería.

Los chequeos y exámenes habían sido a los dos juntos; incluso cuando llegó All Might y ambos lloraron de miedo por el aspecto demacrado del hombre, no se separaron.

Recovery Girl avisó que en efecto era por un quirk, pero que este solo duraba pocas horas, por lo que no llamaron a los padres de Bakugo ni a la madre de Izuku. En cambio, Aizawa decidió que aún podía cuidar de sus alumnos problema.

Un poco de leche tibia y una ronda de galletas de avena hicieron un excelente trabajo, ya que al fin luego de dos horas de juegos continuos, ambos niños cayeron rendidos.

Aizawa puede decir que obtuvo mucha diversión y ternura de los dos pequeños. Hasta que ambos despertaron de nuevo de su tamaño original y abrazados.

Una explosión y muchos regaños marcaron el final de la tarde divertida de Aizawa. Quien al menos puede presumir de la colección de fotos que tomó.

Fin.

Drabble que escribí mientras hacía cola.

ONE-SHOTS KATSUDEKUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora