ONE-SHOTS KATSUDEKU

Te Extrañé Kacchan

Cuando encontré ese cristal amatista me emocioné mucho, creí que obtendría más si me adentraba un poco más en esa extraña cueva, pero mientras caminaba todo se tornaba oscuro y confuso, solo pude recordar la advertencia de mi esposo: "Si vas al bosque de nuevo tú solo, recuerda evitar el claro del norte, esa entrada al páramo de la bruja Midnight"

Por supuesto que lo sabía, pero el pueblo necesita los cristales para el ritual del solsticio de invierno, así que fui allí a pesar de su advertencia. Me arrepentí tanto cuando el cristal en mi mano comenzó a brillar y me sentí demasiado liviano, allí lo supe, era un hechizo de la bruja.

Desperté en un lugar extraño, lleno de muros blancos y atado en una silla.

—Lo siento Kacchan, no llegaré a cenar contigo hoy... — La idea de nunca poder regresar me erizó la piel, las lágrimas comenzaron a caer, pero instintivamente me contuve al escuchar voces acercándose.

Una anciana pequeña entró acompañada de un hombre que extrañamente se parece a Aizawa, el único omega hechicero del pueblo. Detrás de ellos, dos personas más ocultos con capuchas negras.

—Bien, estás en la UA ¿Quién eres y cómo ingresaste?— No sólo era su físico, su voz también es igual.

—¿Hechicero Aizawa?— Tuve que preguntar.

—¿Hechicero? Mira niño, no sé qué quirk estés usando, pero ¿Por qué y cómo entraste aquí?— Su cabello comenzó a flotar como cuando se prepara para lanzar un hechizo, recordando la última vez que me regañó por perder una varita de cedro me asusté.

—N-no lo sé ¡Lo juro!— Él se acercó y me vio directamente con sus ojos rojos.

—No es un quirk... ¿Cómo te llamas?

—I-Izuku Midoriya de Bakugo—Estaba tan asustado que mi voz salió débil, pero lo suficiente para que todos escucharan. Aizawa abrió los ojos sorprendido y claramente escuché una especie de chillido y un gruñido detrás de él.

—¡¿Qué mierda dijiste?!

<¿Kacchan?>

Uno de los encapuchados se descubrió el rostro y corrió hasta mí gritando. Todo mi cuerpo se relajó al escuchar su voz, pero se tensó de nuevo al ver que pensaba usar su magia de fuego en mí.

—¡Repite eso si te animas, bastardo!

—¡Katsuki Bakugo! ¡No te atrevas a amenazar a tu esposo así, o te dejaré en abstinencia otro mes completo!— grité enojado, mi esposo siempre ha sido de un carácter volátil, y en una ocasión estaba tan enojado que quemó una de mis camisas favoritas al tratar de detenerme mientras salía de expedición, lo castigué con un mes sin sexo por ello cada vez que digo eso se convierte en un gatito fácil de tratar.

El rostro de Kacchan se quedó en blanco, con la boca abierta tanto como sus ojos. Tan pronto colo eso ocurrió el otro encapuchado lo tomó del brazo posesivamente.

—¿Quién eres?— Me preguntó y su capucha cayó sobre sus hombros, era como verme en un espejo.

—No... ¡¿QUIÉN ERES TÚ?! ¡¡ALÉJATE DE MI ESPOSO!— Si es un doble como los que fabrica la bruja sombría Toga, no dejaré que engañe a mi marido... Miré fijamente a Kacchan, pude notar que su vestuario es distinto, tampoco tiene la cicatriz en su mejilla producto de sus luchas por defender a su clan de dragones y ¡es más bajito!

—Esperen... ¡Tú no eres mi Kacchan, eres muy bajito!

—¡No, él es mi Kacchan!— Gritó mi clon y todo era muy confuso de nuevo. Aizawa contuvo al rubio copia barata de mi Kacchan que empezó a gritar como loco que no es un enano y demás palabrotas hasta que el brujo Aizawa o quien quiera que ese pelinegro fuera lo ató con unas vendas blancas. El peliverde a su lado estaba murmurando un montón, justo como yo lo hago cuando estoy pensando mucho.