Capítulo 11

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Era una tarde de primavera, mis alumnos y yo estábamos en la pradera cercana al palacio, con nuestros pies sumergidos en el agua. Olga y Tatiana estaban analizando las frases en español que les había asignado. María leía un libro porque ya había terminado sus ejercicios y finalmente, Anastasia y Alexéi hacían un escrito sobre la revolución industrial en español.

Yo los estaba observando. Olga analizaba exquisitamente, y , como era lógico, Nastya era la que peor iba. Realmente no sabía si lo que no sabía era español, historia o me estaba pidiendo ayuda en algún tipo de lengua muerta.

"La  Revolución Primera Industrial es un proscrito de Carlos económico y socal  que inicio en UK a final del s XVIII. De agrario a industria paso mecánicos."

- ¿Se entiende? -preguntó en mi idioma Anastasia.

Yo la miré sin responder, ¿le decía la verdad?

- ¿Necesitas ayuda?-  bromeé.-¿O es algún tipo de enigma en otra lengua?

-¿Qué?- estaba confusa.- Se entiende perfectamente.

En ese instante, Alexéi  llegó y  leyó lo que su hermana había escrito.

-¡Madre mía!- gritó con un acento muy extraño.- Mira el mio Niki, está mucho mejor.

Entonces agarré el papel el cual estaba muy doblado y lo leí.

"En la Indutrial Revolution pasó cosas como decapitan rey y máquinas nuevas, no recuerdo cuando fue, pero los vestidos pomposos y sí."

Yo lo miré muy extrañada y empecé a reírme pues no podía controlarme.

-Sinceramente no sé quien escribe peor en español.- volví a reir.- Intentadlo de nuevo.

Ambos acataron la orden y se volvieron a sentar, pero en sus caras notaba que estaban agotados.

Olga se acercó a mí.

-Oye Niki, he pensado que podríamos hacer esto más a menudo.- confesó.- Ya hablé con madre y no le importa siempre y cuando tengamos cuidado.

-Pues, si vosotros queréis, mañana podemos volver.

Todos estuvieron de acuerdo así que así lo acordamos, mañana volveríamos a la pradera.

-Bien pues podéis empezar a recoger, aunque,- apunté a los dos menores con el dedo.- vosotros debéis terminar el escrito.

- Sí, sí,- dijo Aléxei rápidamente.- pero, ¿te has enterado de la fiesta de esta noche?

-¿Qué fiesta?- estaba confusa.

-Hoy mis padres organizan una fiesta de disfraces...- trató de hablar la mayor aunque no pudo, pues Nastya la interrumpió.

-Vendrá mucha gente, ¡yo ya tengo mi disfraz!- exclamó muy entusiasmada.- Iré de enfermera.

-Yo de bailarina de ballet.- saltó Tatiana.

-Yo de pirata, aunque aún no me convence.- habló el pequeño.

-Pues yo creo que la más guapa va a ser Mashka,- confesó la mayor.- va de un dulce cervatillo.

María sonrió tímidamente y yo le devolví la sonrisa.

- Olga, y tú, ¿qué has elegido?- pregunté, pues era la única que no había dicho su disfraz.

-Yo iré de princesa medieval.

-Seguro que te ves preciosa.- respondí.

-¿Y tu?- preguntó Alexéi.

-¿Yo?-no entendía nada.- Yo no iré.

-¿Qué?- gritaron a la vez los dos más pequeños.

Yo solté una pequeña risa, aunque estaba un poco triste por no poder hacer lo que ellos podían.

-Esa fiesta no es para mí, ni para Kolya.-dije.

-Pues no me parece justo,- opinó María.- ¿por qué si nosotros podemos ir, ellos no?

-Bueno, es... es solo para aristócratas.- nos informó Tatiana.

-Bueno sí, pero, ¿crees realmente que alguien va a notar su presencia si va?- planteó Olga.

-¿Acabas de decir que nadie se fija en Niki?- respondió Alexéi.

-No me refiero a eso, es solo que todos van a estar en su mundo.- terminó de aclarar.

Nadie habló, pero los niños intercambiaron un par de miradas y seguidamente tiraron de mí.

-¿Qué hacéis?- no me fiaba de ellos.

-Silencio.- dijo Nastya.

-Confía en nosotros.- habló la mayor.

-Ya verás, te va a gustar.- afirmó María.

La única que no estaba de acuerdo era Tatiana, la cual venía detrás de nosotros con todos los libros que habían dejado en la pradera.

-Oye, habéis dejado todo aquí.- empezó a decir.- ¿Me estáis escuchando? Creo que es una mala idea, si se entera alguien...

-No va a pasar nada, relájate.- suplicó Anastasia un poco cansada del temor de su hermana.

-Si, claro...-susurró para ella la mayor.- Yo no quiero saber nada.

-Bien Tatiana, no tendrás nada que ver.- le hizo saber Olga, sin darle más importancia.

-Niki, ¿te gusta el color blanco?- Nastya pensaba algo.

-Si, ¿por qué?- le respondí.

-Tengo el disfraz perfecto.- confesó.

Los cuatro hermanos se miraron y rápidamente volvieron a tirar mi de mi brazo.

-Oh, no...

ENTRE DOS BANDOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora