Marshall giro apretando el sofá buscando conservar equilibrio, Harry se levantó:
- Vaya, iré a buscar a un médico, no luces bien, espera aquí
El salió realmente rapido y la persona en el sofá no tuvo tiempo de pedir que se quedara, su vista fue lenta pero algo llamo su atención, en la bebida "de fresa" con una presentación de fresas flotantes acompañadas de hielos, estos no flotaban, los hielos permanecieron abajo y solo apenas lo había notado:
- Me drogo
Había sido poco precavido y había pasado de nuevo, Harry era alguien extraño para Marshall pues no podía comprender la razón de sus acciones completamente, el chico se intento levantar y casi cae al suelo, sujeto las paredes y abrió la puerta arrastrándose fuera con dificultad, mientras se movía el efecto de la droga se hacia cada vez más notorio por lo que a pesar de ver que se acercaba al final del pasillo sintió que no se había movido del inicio, fue frustamte y su ansiedad estalló:
- ...
Dio otros pasos y luego no reconoció que pie había movido por lo que callo sobre la alfombra de rodillas, estuvo a punto de vomitar pero el mimo cubrió su boca, de repente unos zapatos se pusieron en su campo de visión y lentamente levantó la mirada:
- ¿Perdió su habitación?
Dos hombres lo miraron desde arriba con condescendencia, Marshall no los reconoció así que no supo por qué le hablaban tan familiarmente:
- Yo- Necesito ayuda
- Claro, te ayudaremos
El se acercó y sostuvo el brazo delgado del chico en el suelo levantándose, de repente fue cargado por dos hombres desconocidos y noto que estaban regresando al mismo lugar:
- Yo... No aquí
Murmuró pero su voz ya era baja, se asusto al ver que entraron a la misma habitación de la que hace poco había salido y fue arrojado al sofá:
- El dijo que esta vez era una belleza y no se equivoco ¿no es así?
- No es tan especial, hay perras más bonitas
Ambos discutieron ante el confundido chico en el sofá quien miró alrededor, su cuerpo fue mas difícil de mover con cada minuto que pasaba:
- Oye ¿Me escuchas?
Marshall fue sostenido por la barbilla por las grandes y ásperas manos de hombre quien lo miró atentamente:
- Creo que te dieron demasiada droga ¿Aun puedes hablar lindura? Me exitaré más si lo haces
- Por favor- me siento
El otro hombre le dio un empujón al que sostenía a Marshall lanzando sus gafas oscuras a la mesa de café con molestia:
- Quitale la ropa y comencemos, me aburro, pagamos tanto dinero así que revisalo
El es rubio con una apariencia extraña para Marshall pero también supo que ellos parecían ser mayores que el, escucho sus palabras y rápidamente se alarmó:
- No...
El chico se intento mover hacia atrás deslizándose pero realmente fue inútil y solo sirvió para divertir más a ambos hombres quienes rieron de sus intentos:
- Supongo que no fue tanta droga, aún se puede mover
- Eso es bueno, guarda energía por que nosotros no paramos...
La mano del hombre llego hasta la ropa de Marshall quien intento esquivarlo sin éxito, después de rodó su movilidad era completamente reducida, aún así intento apartar la mano del hombre:
- Diablos ¿Te gusta ser desobediente?
- Escucha, se buen niño y nosotros seremos suaves
De que hablan, Marshall no podía escucharlo, media conversación la entendía y la otra se la perdía, consiguió energía y cuando uno de los hombre le intento quitar el pantalón el le dio una patada y se arrastro hacia atrás:
- Maldición ¿Así golpeas?
No había tiempo, Marshall se levantó pero volvió a caer hacia atrás aturdido, entonces una sombra lo cubrió, era el hombre que hasta él momento se había limitado a pararse a sólo dar algunas órdenes y quejas, esta vez sostuvo ambas manos de Marshall y las ato
No había forma de evitarlo y su visión ya era completamente lenta al igual que sus movimientos, esta vez podía sentir todo pero no podía hacer más que movimientos torpes con su cuerpo, no pudo hacer nada cuando su ropa fue quitada y los hombres entraron en el sin preparación, uno de ellos incluso lo golpeó en el rostro cuando Marshall se negó a abrir la boca
El chico fue lastimado por almenos tres horas sin parar y durante todo este tiempo suplico por desmayarse, era doloroso y cuando paso la primera hora y media el efecto de la droga había disminuido, podía sentir todo con aún más sobriedad:
- Diablos ese niño nos estafó, dijo que el estaba de acuerdo y nos dio un niño drogado
Un hombre se quejo mientras bebía vino y observaba a su compañero tener sexo con Marshall quien en este punto ya se encontraba completamente desaliñado y cansado, solo siendo movido por los movimientos repetitivos:
- Pero aun así lo cogiste ¿no? Cállate ahora
El finalmente terminó, acomodo sus pantalones y tambie se sirvió algo de vino con más alegría en su rostro:
- ¿Viste su rostro? El es realmente lindo ¿tenias que golpearlo tan fuerte?
- No dejaba de llorar, no le di tan fuerte o si no no tendría un diente ¿no?
Marshall estaba mirando un punto fijo recostado en el sofá semi desnudo y sintió un desagradable deja vu repentinamente, su cuerpo ardía y respirar fue una tarea difícil, ellos había presionado un pecho contra el colchón y ahora dolía cada que entraba aire a su cuerpo:
- Es por eso que no tienes cosas bonitas
- Jum..
Ambos se vistieron, era como si solo estuvieras ellos dos en la habitación ignorando por completo a Marshall, finalmente salieron arreglados correctamente, fue un especie de alivio para el corazón de Marshall quien cerró los ojos suavemente pero fue rápidamente interrumpido por unos pasos más suaves:
- Veo que eres ingenuo, realmente ingenuo
Una voz gélida pero suave, Marshall escucho el sonido de la cadena decorativa y abrió los ojos como reflejo, Harry lo miró sin una pisca de remordimiento:
- Trabajaste bien para mi hoy así que te diré un secreto
El se acercó y con una toalla limpio el borde de la boca de Marshall quien movió su rostro para evitar que el lo tocara, de hecho estaba temblando por el terror que le causaba este persona:
- Tu nombre es Emile, ese es el nombre que la prostituta de tu madre te puso al nacer ¿Te gusta?
Los ojos de Marshall se pusieron rojos y parecía que realmente una lágrima saldría
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Dos Veces Dos
RomanceMarshall tenía una vida de oficinista tranquilo hasta que cambian a su jefe por uno más joven y aterrador, tal vez algunas cosas buenas vendrán después de todo... ¿O no?